Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética compitieron por la supremacía mundial en una lucha ideológica entre el capitalismo y el comunismo. Ambas potencias desarrollaron enormes arsenales nucleares que amenazaron con destruir al mundo entero. A pesar de algunos momentos de alta tensión, como la Crisis de los Misiles en Cuba, la competencia entre las superpotencias terminó sin una guerra directa gracias a la política de disuasión mutua y al diálogo diplomático.