Un joven se deja influenciar por un jibaro y un proxeneta a pesar de las advertencias de su ángel, pero con el tiempo se aburre de ese estilo de vida vicioso y le pide a su ángel que lo libere de esas influencias malignas. Su ángel accede y lo libera de esas cadenas, reemplazándolas con cadenas que simbolizan el honor y la libertad, permitiéndole vivir en paz para siempre.