1. GUION DE OBRA DE TEATRO
Personajes
Monserrat
Padres de Monserrat
Beethoven
Escena 1:
(Monserrat escuchando una melodía en piano)
Monserrat: (emocionada) ¡Que hermosa melodía!, padres deseo confesarles algo que me llena de
mucha ilusión.
Padres: Cuéntanos hija, ¿Qué es lo que tanto te emociona?
Monserrat: Quisiera que me concedieran la oportunidad de tomar lecciones de piano. Aunque no
pueda ver, me encantaría aprender a tocar ese instrumento que mi mente imagina
extraordinariamente hermoso.
Padres: Claro que sí hija, nos encanta tu iniciativa; buscaremos uno de los mejores profesores para
que sus conocimientos los hagas tuyos y junto con tus sentimientos produzcas otras bellas
melodías.
Escena 2:
(Al otro día, en la mañana tocaron la puerta de la casa de Monserrat)
Beethoven: Buen día, ustedes deben ser los padres de Monserrat. Yo me llamo Ludwing
Beethoven y vengo a enseñarle Monserrat el bello arte de la música. Me emociona saber que
compartimos la misma pasión.
Padres: Si, somos sus padres. Para nosotros es un placer recibirlo en nuestro hogar. Pasemos a
conversar, llamemos a Monserrat. ¡Monserraaaaat!
Monserrat: (dudosa) Si padres, aquí estoy. ¿Por qué me llaman con tanta urgencia?
Padres: Acércate, queremos presentarte a alguien muy especial.
Monserrat: (nerviosa) ¿De quién se trata?
2. Beethoven: (Tomándole la mano y sonriendo) Soy Ludwing Beethoven, estoy encantado de
conocerte Monserrat; de ahora en adelante seré tu profesor de piano, me contaron que estás muy
interesada por aprender.
Monserrat: (emocionada) Gracias por estar aquí y gracias padres por cumplirme mi deseo. Estoy
tan emocionada, ¡Por favor comencemos hoy mismo!
Beethoven: (Sonriendo) Claro Monserrat, comenzaremos cuando tú lo desees. Podemos ir
conociendo las notas musicales, yo te guiaré y pronto las reconocerás en las teclas del piano. Por
tu condición a veces te parecerá un poco más difícil, pero el esfuerzo valdrá la pena, te lo aseguro.
Monserrat: (triste, llorando) Sr. Beethoven, siento que lo hago mal por más que me esfuerzo. Creo
que nunca podré aprender.
Padres: (angustiados) ¿Maestro, qué le ha pasado a Monserrat? La vimos llorando desesperada.
Beethoven: (calmado) Considero que la niña se siente frustrada y es de esperarse; aunque no va a
ser fácil, ella podrá a tocar el piano. Solo es cuestión de práctica, paciencia y muchas ganas de
aprender.
Padres: (agradecidos) Gracias maestro, confiamos en usted. Hablaremos con Monserrat para que
siga en las sesiones continuamente. Aquí para usted las puertas estarán abiertas.
Escena 3:
(Al otro día, el Sr. Beethoven volvió a casa de Monserrat)
Padres: (alegres) Hola maestro, que bueno que regresó tan pronto. Hemos conversado con
nuestra hija y está totalmente preparada para sus próximas clases.
Beethoven: (sonriendo) Gracias por recibirme, me contenta que la situación haya mejorado. Pero
quisiera conversar a solas con Monserrat.
Padres: Está bien maestro.
Beethoven: (sereno) Querida Monserrat, antes de comenzar la clase debo contarte algo. Me
recuerdas mucho a mí cuando tenía tu edad. Mi padre supo desde un principio de mi gran talento
con la música y por ello me introdujo en ese mundo, pero su iniciativa siempre fue más explotarlo
que cultivarlo. En ese momento me sentí igual a ti. Sentí que mi camino estaba oscuro y no tenía a
nadie quien me guiara pero luego apareció Neefe mi mentor, quien aparte de observar mi talento
también observo mi espíritu y se preocupó por él por ello antes de instruirme en la música me
cuidó y formó espiritualmente, él de manera literal iluminó mi camino y gracias a él aprendí a
sentir la música y soy lo que soy actualmente.
3. Monserrat: (aliviada- alegre) Maestro, aparte de haberme iluminado el camino, me has hecho
entender que tengo, al igual que cualquier otra persona la oportunidad de tocar el piano como los
grandes, que mi condición no es una limitante; pues los limites reales son los del alma y mientras
hay voluntad hay oportunidad.
Escena 4.
(Tiempo después)
Beethoven: Monserrat, debo felicitarte tu talento se refleja y poco a poco se ha perfeccionado,
hoy en día eres una de las mejores pianistas.
Monserrat: Gracias maestro, me convertí en una gran pianista y al fin mi sueño se concretó. Día
tras día me instruiste musicalmente pero sobretodo me formaste espiritualmente y me
demostraste que todo es posible.