2. Hace mucho mucho
tiempo, en la ciudad de
París, había una epidemia.
Un día pasó por allí una
guitarrista, que se llamaba
Emma.
El rey la encontró y le
preguntó: “Por favor,
señorita, a cambio de
dinero, ¿podría eliminar la
epidemia?”
Y ella respondió: “¿Lo dice
en serio, señor?”
Y él: “¡Sí, claro que sí!”
Y ella respondió: “Está
bien.”
3. El día siguiente, Emma no se
sabe cómo descubrió que el
hombre que estaba propagando
la epidemia era el científico de
la ciudad, entonces fue a hablar
con él y le dijo que quería
trabajar con él; le dijo esto
porque quería infiltrarse en su
banda para denunciarlo.
Entonces el científico se dio
cuenta del engaño de Emma.
Para engañarla a su vez le dijo
que podía tranquilamente
entrar en su banda. Pero en
realidad el solo quería hacerle
daño.
La mañana siguiente, Emma
fingió ser mala, e invitó el
científico con sus servidores
enanos a su concierto. En la
entrada del concierto estaba la
policía, que estaba escuchando
el concierto de Emma.
4. Después del concierto se acercó a Emma y le dijo: “¡Has hecho un
concierto lindísimo!”
Y Emma le contestó: “¡Muchas gracias!”
Mientras tanto, los enanos estaban intentando pinchar con la
aguja de la jeringuilla el brazo de Emma.
Pero la policía los vio y los encarceló a todos, incluido el científico.
El día siguiente Emma fue a hablar con él y le pidió el dinero pero
él, liberado ya de su problema, le dijo: “¿Tú crees que te voy a pagar
tanto oro por tan poca cosa?”.
Dicho esto, el rey se fue.
Emma, rabiosa por la injusticia, decidió protestar en contra del
rey hasta que el cedió y le dio todo el dinero prometido.