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1. Hacia una geopolítica de la paz y diálogo de las civilizaciones en un mundo
multipolar
El mundo está cambiando. El orden global unipolar que prevaleció después de la
guerra fría está dando configuración a un mundo multipolar, con el surgimiento de
nuevos actores como los BRICS plus, dicho orden es un desafío para la añeja
hegemonía occidental en la construcción de un mundo más pacífico y próspero.
Esta geopolítica debe basarse en los siguientes principios:
El respeto a la soberanía e integridad territorial de todos los estados.
La igualdad soberana de todos los estados.
La no intervención en los asuntos internos de otros estados.
La solución pacífica de las controversias.
El fomento del diálogo y la cooperación en la diversas de civilizaciones.
Una geopolítica de la paz y del diálogo de las civilizaciones requiere un esfuerzo
concertado de todos los actores del panorama global. Los estados deben trabajar
juntos en la seguridad y el desarrollo en la sociedad. La sociedad civil también debe
desempeñar un rol importante en la resolución de conflictos entre las distintas
culturas.
Las instituciones globales, como el FMI, BM y la ONU, fueron creadas en la
posguerra, en un escenario diferente al actual, el cual estaba dominado por las
potencias occidentales (EUA, Israel, RU, Alemania y Francia), el cual estaba
reflejado en el dólar y la banca transatlántica.
Sin embargo, el mundo se ha transformado con la incorporación del BRICS plus,
esto como una respuesta a las injusticias del orden global unipolar, tales como la
desigualad de ingresos, la concentración de riqueza, las balcanizaciones
territoriales, el cambio climático y la falta de participación de los emergentes en las
decisiones globales.
2. Una de las principales críticas a las instituciones globales es que imponen medidas
draconianas a los países emergentes. Estas medidas a menudo conocidas como
“ajuste estructural”, suelen incluir reducciones en el gasto social, privatizaciones,
liberalización financiera y de los mercados.
Los críticos como Joseph Stiglitz argumentan que estas medidas son perjudiciales
para los sectores más pobres, en medida que se aplicaron de manera más radical
para los países emergentes.
Otra crítica a las instituciones globales es que erosionan la soberanía de los
estados. Estas instituciones tienen la capacidad de dictar políticas a los países
miembros, incluso si estas no son populares o no reflejan los intereses nacionales,
por eso el descontento y éxodo masivo al BRICS plus.
La geopolítica de la paz debe configurarse en un nuevo orden financiero e
institucional global. En dichas reformas se les debe dar preferencia a los intereses
de los países emergentes, esto con base a su idiosincrasia, identidad cultural y
soberanía.
Para promover la paz y la prosperidad en un mundo multipolar, es necesario que
las instituciones globales sean más representativas y justas. Esto significa una
mayor participación de los países emergentes, y que sus políticas deben reflejar los
intereses de todos los países, independiente de su tamaño o poder, sólo podemos
avanzar así hacia un nuevo renacimiento humano.