3. ETIMOLOGÍA Comencemos este trabajo especificando un asunto importante, como es la propia palabra Halloween. Halloween es la forma moderna inglesa del antiguo All-hallow even que significa Víspera de Todo lo Sagrado. ORÍGENES Sin duda alguna, el hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada por el gran Hollywood. Ante esto, surge la primera conclusión: es en los países anglosajones donde se celebra esta fiesta, sobre todo en Estados Unidos e Inglaterra. Todos tenemos la típica imagen de niños americanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo (¿o exigiendo?) dulces y golosinas a los habitantes de ese oscuro y tranquilo barrio de casas. En esos países, esta imagen no está muy alejada de la realidad y más o menos la fiesta discurre así. Pero en sus orígenes no era así, ni siquiera era ese su propósito (¿tiene alguno actualmente?). Remontémonos a siglos anteriores, a la época de los celtas.
5. FIESTA CELTA Noche del 31 de octubre de algún año del siglo I a.C. La oscuridad se va cerniendo sobre un pequeño poblado celta. Al caer la noche se ven hogueras en todo el lugar, como si el fuego intentara rodear el poblado. Se escuchan cantos, y se ve a la gente danzar y tocar; parece una fiesta, la mayor de este pueblo. Se respira un aire distinto, no es el producido por las hogueras, ni por el perfume de los árboles, ni tampoco el otoño. Una puerta se ha abierto hacia otro mundo, otra dimensión. El mundo de los muertos convive con el de los vivos, y los antepasados vuelven a estar con los suyos. Los celtas celebraban cuatro grandes fiestas a lo largo del año:
6. EL IMBOLC (O IMBOLG): La primera de estas fiestas se celebraba a principios de febrero (sobre el 1 de dicho febrero), cuando las primeras flores empiezan a crecer, y era dedicada a la diosa Imbolc o Brigit, a la que se consagraban los animales supervivientes al paso del invierno. En especial ,las hembras, puesto que era tiempo ya de engendrar para el el futuro invierno. El Beltaine La segunda fiesta que se celebraba el 1 de mayo ( la víspera del 1 de mayo es la noche de Walpurgis ). Esta fiesta se dedicaba a Belenos, el Dios del Fuego. En este día el fuego era usado para purificar con su humo a los animales y a todo el pueblo. Se encendían hogueras en lo alto de los cerros (para los celtas esto tenía mucha importancia: era muy fuerte la unión que sentían por la naturaleza, y desde lo alto, se podía observar toda la grandeza de nuestra madre Tierra), y se apagaban éstas al día siguiente.
7. El Lughnasa (o Lugnasad o Lamas): Se celebraba a mediados del mes de junio y se dedicaba a Lug en Irlanda, Lugus en las Galias y Lleu en Escocia. Aunque esta divinidad se conoce por diversos nombres, era el Dios de la Luz. Esta fiesta era la que más carácter agraria tenía, celebrándose una acción de gracias por la fertilidad de los animales y por la abundancia de las reservas alimenticias. El SAMAIN La última y más importante fiesta celta tenía lugar el 1 de noviembre. Este día significaba el día de año nuevo (siendo la víspera, el 31 de octubre, como nuestra "nochevieja") y, a su vez, indicaba que comenzaba una etapa: el invierno. El año celta se divide en dos grandes periodos: el periodo de verano, que va desde el Beltane (1 mayo) hasta el Samain (1 de noviembre), y el invierno (desde el Samain hasta el Beltane siguiente).
11. EL SAMAIN Durante la noche del 31 de octubre los druidas (la casta sacerdotal de los celtas) recogían las bayas del muérdago con una hoz de oro. ¿Y por qué una hoz de oro? Muy sencillo. Los celtas consideraban a este metal como un metal puro, y era por tanto el único que se podía utilizar para estos quehaceres. Una vez subidos al tronco de un roble o encina, los druidas cortaban baya por baya de muérdago mientras recitaban unos mantras, que seguramente eran para atribuir más poder al muérdago. Acto seguido depositaban esas bayas en un calderito o las tiraban a un manto blanco que sostenía otro druida en el suelo. Después, esas bayas tan especiales, tendrían indudables poderes curativos para el poblado, y para sus elaboraciones "mágicas". También diremos que es en esta fiesta, sólo esta noche, donde los druidas pueden comer carne de cerdo y beber vino,. Seguramente os preguntareis ¿y el resto del año? Para ellos no estaba prohibido pero si estaba muy "desaconsejado"; debemos recordar que los druidas eran una casta sacerdotal, y que por tanto ejercían mucho poder sobre el poblado. Ellos eran los guías y los sabios y debían dar una imagen de serenidad y de respeto hacia los demás. Alejémonos de esa fecha y vayamos unos días antes. Durante esos días antes del año nuevo, tenían lugar innumerables sacrificios animales. Además de tener un carácter religioso, tenemos que tener en cuenta una cosa: la fecha. Se acerca el invierno y hay que empezar a almacenar para hacer frente a los duros meses que vienen por delante. Estos sacrificios de animales, se hacían con el objetivo de aprovisionarse de carne y de piel para el invierno. Era su peculiar "matanza", como la que se celebra en España.
12. Bien, volvamos a esta magnífica noche. Por todos es sabido que está relacionada muy directamente con el mundo de los muertos. Pues bien, esta creencia estaba muy arraigada en el pueblo celta. Ellos creían que esa noche, una "puerta" se abría, y la dimensión de los vivos quedaba en comunicación con la dimensión del mundo de los muertos, al menos por unas horas. Durante este periodo no se podía salir de la comunidad, pues en esta noche no se ponían en contacto con otras comunidades sino que lo hacían con sus propios antepasados. Durante esas horas, se podía tocar, palpar e incluso se podía traspasar al mundo de los muertos. Por eso, en todo el pueblo había hogueras. No se encendían con la intención de espantar a los malos espíritus ni nada de eso, sino que se encendían para poder guiar a los muertos en la oscuridad de la noche, para que encontrara a sus parientes y hogares, y se pudieran calentar con el calor del fuego del hogar. Como apunte final a esta fiesta celta, mencionar una curiosa tradición: los celtas, esas noches, amontonaban las calaveras de sus muertos (y también de sus enemigos) y las pintaban. El significado de esta tradición en este pueblo no se sabe, pero tuvo repercusiones en otra culturas como la galaica. Los galaicos tenían en las encrucijadas amontonamientos de piedras (llamados milladouros) y se tenía la costumbre de depositar una piedra y pedir un deseo. Existe un milladouro en el camino de Santiago, que es famoso (además de estar cerca de Santiago de Compostela), porque posee una gran cruz de hierro. El hecho de depositar una piedra allí es signo de que no tendrás mala fortuna durante lo que queda de viaje, por eso los peregrinos suelen llevar una piedra desde su lugar de origen, o bien la cogen antes de llegar al milladouro.
20. Cristianización de la fiesta Como ocurre en la historia de las fiestas, son muchas las que han tenido que cambiar con la llegada del cristianismo. Y lo mismo ocurre con el año nuevo celta. La Iglesia, quiso quitar esta fiesta, y en su lugar pone la fiesta de Todos los Santos, en conmemoración de todos los santos anónimos , es decir, todos los santos que, bien no se sabe el nombre o los datos sobre ellos son confusos. Se puso en esa fecha para evitar que coincidiera la celebración por los muertos el mismo día (el día de todos los difuntos es el 2 de noviembre). Finalmente es en el siglo VIII cuando se instituye oficialmente la festividad de Todos los Santos.
21. Expansión de la fiesta al nuevo mundo Sabemos que Halloween es una fiesta característica de Estados Unidos (entre otros). Ante esto, surge una necesaria y sana pregunta: si la fiesta era celta ¿cómo llega a Estados Unidos? La explicación es bastante sencilla. Si en América del Sur los principales colonizadores fueron los españoles, en América del Norte fueron principalmente los británicos. Los colonizadores, allá donde van, dejan un rastro cultural: creencias religiosas, la lengua y las fiestas. Pues bien, cuando llegó el Mayflower a Norteamérica cargado con colonos ingleses e irlandeses, trajeron consigo todas sus tradiciones y entre estas una llamada Halloween, conocida como Noche de Brujas. Esta fiesta se celebraba la noche del 31 de octubre, y las casas se adornaban con calabazas huecas con velas dentro (dibujando "terroríficos" demonios y seres malignos), y los niños iban disfrazados de esqueletos y fantasmas pidiendo de casa en casa dulces y golosinas, diciendo el famoso "trick or treat" que viene a ser “trato o truco”. Si les daban las golosinas se marchaban a otra casa pero, si por el contrario, no se las daban, gastaban una pequeña broma a sus habitantes. Antes he comentado que las casas se decoraban con calabazas. ¿Por qué? Ahora verás cómo tiene que ver con un irlandés llamado Jack...
22. LA LEYENDA DE LA CALABAZA Hace mucho tiempo, en un pequeño pueblo irlandés había un monje llamado Jack que, según algunas leyendas, era un tipo alto y delgado, que le gustaba gastar bromas y hacer maldades. Pero era un hombre astuto, y tanto lo creía él, que hizo un pacto con el diablo. El pacto, cuentan, consistía en que el diablo no lo dejaría ir al infierno si Jack hacía el mal en la tierra. Y así fue. Pero Jack era mortal, y como a todos los mortales le llegó su hora. En el cielo no lo dejaron entrar, no podían dejar entrar a un ser tan malo, y claro, en el infierno el diablo cumplió su parte y no le dejó pasar, pero dio a Jack una linterna, una peculiar linterna en compensación por todo el mal causado. Esta linterna consistía en un nabo hueco con un carbón que sería incandescente por siempre. Y desde entonces se cuenta que Jack (conocido por Jack of the Lantern, Jack de la linterna) deambula por el mundo con su linterna en busca de un lugar donde descansar. La verdad es que esta es una versión de la conocida leyenda de Jack of the Lantern o Jack-o-Lantern, pues existen infinidad de variantes. Por ejemplo, existe otra variante de la leyenda en la que Jack hizo una broma al diablo; le hizo trepar por un árbol seco y quedó encerrado en su tronco. A cambio de su libertad, el diablo le tendría que dejar de tentar con la bebida. Y claro, como había sido una persona que había cometido malas acciones, y como el diablo en venganza por la broma no le dejó entrar en el infierno, se quedó por "ahí", vagando eternamente con su linterna.
23. La linterna era a base de nabo, entonces... ¿de dónde viene la calabaza? Cuando llegaron los primeros colonos ingleses e irlandeses, tenían la tradición del nabo, pero se encontraron con la calabaza. Ésta ofrecía mejores características que el nabo: en primer lugar es más grande que un nabo y se puede introducir una vela, dando más luz; en segundo lugar proporciona más alimento; y en tercer lugar es más vistosa. Existe también la leyenda que se recorta la calabaza en forma de monstruo y se enciende una vela dentro para que Jack, Jack el de la Linterna, no se acerque a esa casa, empuñando su eterna luz para ver en las tinieblas...
24. LA FIESTA EN OTROS PAÍSES Hasta ahora nos hemos centrado casi exclusivamente en la fiesta americana y celta pero, en muchos otros lugares del globo se celebra también esta fiesta, naturalmente con otras tradiciones. Destacaremos que esta fiesta se vive con particularidad en toda América del Sur, centrándonos en México. Allí existe una verdadera devoción hacia los muertos, pero se respira un aire más festivo. En ese día, al igual que ocurre en España, los familiares van a los cementerios a recordar a sus antepasados, portando ramos de flores. Pero aquí varía un poco. También se llevan a las tumbas los platos de comida favoritos de los difuntos, se canta y se toca e, incluso, en las tumbas de los niños se dejan juguetes. También es tradición de esa fecha elaborar un postre llamado "muertitos", unos dulces en forma de calavera. Aquí, en España, se suele ir a los cementerios a recordar a nuestros familiares fallecidos y portamos un ramo de flores (normalmente crisantemos) para dejarlas al lecho de la sepultura.
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27. APUNTE FINAL A través de este pequeño trabajo hemos recordado las raíces de una peculiar fiesta, que se ha venido celebrando desde hace más de dos mil años, por los celtas, y que luego ha ido derivando en otra más comercial en unos sitios y de devoción en otros. Hemos visto como la creencia popular puede tachar de maléfica o de comedia una fiesta que celebraba el año nuevo. También hemos visto que se tiene un miedo hacia los muertos muy metido dentro del cuerpo. ¿Por qué? Lógicamente, siempre se tiene miedo a lo desconocido, y la muerte es tremendamente desconocida. Pero, como siempre he oído,…"hay que tener más miedo al vivo que al muerto". Espero que os haya gustado…