La NASA descubrió recientemente que existe una cantidad significativa de agua en la superficie lunar. El descubrimiento se produjo después de que un cohete impactara intencionalmente la Luna en 2009, lo que permitió analizar las muestras de rocas y suelo recolectadas. Los análisis confirmaron la presencia de agua en la Luna, en contra de las creencias anteriores. Existen dos tipos de agua en la Luna: agua exógena procedente de meteoritos y agua endógena originada en el interior lunar.