El cuadro de Rembrandt "El regreso del hijo pródigo" representa el abrazo reconciliador entre el Padre y el hijo pródigo, con el Padre acogiendo al hijo arrepentido con fuerza y ternura. El hermano mayor mira con escepticismo y como juez, mientras el hijo pródigo muestra anonadamiento y petición de perdón. La parábola del Evangelio de Lucas enseña sobre la naturaleza misericordiosa de Dios y nos urge a ser como el Padre, acogiendo, perdonando y amando