Los primeros intentos de establecer redes de comunicación a gran escala ocurrieron en Suecia y Francia en el siglo XIX utilizando telégrafos ópticos con brazos que codificaban mensajes. Estos telégrafos pioneros utilizaron técnicas como la corrección de errores y compresión de datos. Más tarde, las redes telegráficas y telefónicas se convirtieron en los principales medios de transmisión de datos a nivel mundial.