En 1877, Thomas Edison inventó el fonógrafo, la primera máquina capaz de grabar y reproducir sonidos al grabar el sonido en un cilindro recubierto de estaño. En 1885, Emile Berliner mejoró el diseño usando discos en lugar de cilindros y llamó a su invento el gramófono. Los discos de gramófono se podían copiar y vender fácilmente, dando lugar a una gran industria de la música grabada. Hacia 1920 se añadió la grabación eléctrica, transformando el sonido en una