1. Institución educativa José Roberto Vásquez
TALLER DE POESIA ERATO
ACTIVIDAD HISTORIAS QUE ME REFLEJAN.
Óscar Hernández Monsalve (n. Medellín, Colombia; 1925), periodista, poeta, narrador y ensayista
. Estudió en las universidades de Antioquia y Pontificia Bolivariana. Hizo parte del grupo de
intelectuales más importante de su momento en la entonces llamada "Bella Villa" (Medellín), junto a
figuras como León de Greiff, Tartarín Moreira, León Zafir,Belisario Betancur, Fernando
González , Manuel Mejía Vallejo y Alberto Aguirre entre otros. Ha sido periodista desde los 15 años,
fue libretista de radio y autor de canciones populares así como actor de cine, boxeador y futbolísta
en sus años juveniles. Dirigió la Imprenta Departamental y ha sido objeto de importantes distinciones
por su labor periodística y literaria en la que se destaca la ironía, el humor negro, la sátira social y
también, una íntima preocupación metafísica y existencial.
ASÍ COMO VOS
Todas las cosas las grandes las pequeñas
Con vos hacen la vida y las repartes
Con vos conozco la llegada del sueño
El sabor de la harina y de la fruta
En el invento de tus cejas veo
Tus dos esclavas negras vigilando los ojos
Los ojos que me leen o lloran o descansan
El las pequeñas grandes cosas
Caminas con destreza
Con ese amor de ciego sin equivocaciones
En un camino marcado por las sombras
Sos tu gesto de duende
Con su gorrito verde y su sabiduría
Que elabora desde el hoy nuevos recuerdos
Con vos puedo encontrar la risa
Probando el corazón de la pimienta
Y el saludable llanto en la hermana cebolla
Vos compañera del agua y de los largos sueños
Me enseñaste a esperar pacientemente
Para ver cómo crece una flor entre las piedras
Como lo has hecho vos desde el silencio.
SALUDO
Mi saludo al trigo al vino y al arroz
A los pasos de quién no sabe a dónde va
Al que ha llegado a ningún sitio
Al que llego cantando a su destino
Mi saludo a la mano derecha
Del que no tiene nada en ella
Y en la otra tampoco
Mi abrazo al poderoso para salvarlo
De la montaña de oro que le sepulta el alma
Y mi saludo al alma de los animales
Olvidados desde que fue acusada la primera serpiente
Un apretón de manos a la higuera
Y a los que van en busca de los parques
A dialogar con el color de las ardillas
Un salido de pan y de sudores
Para aquellos que cultivan canciones
De harinas piedras y legumbres
Un saludo de hermano a mi otra mano
Esa que no sabrá lo que hago con la otra
En fin un abrazo total para este mundo
Donde Caín y Abel son uno sólo.
TIENE LA VIDA
Tiene la vida un no se qué de amargo
Un sabor de cansancio y de tristeza
Y seguimos viviendo sin embargo
Con un amor ardiendo en la cabeza
Nos duelo el despertar como una herida
Abierta entre la noche desvelada
Y uno pregunta para qué es la vida
Y uno mismo responde para nada
Mas si en la noche recibes un abrazo
O en las sombras te besan de algún modo
Olvidas al instante tu fracaso
Porque la vida sirve para todo.
EL VIAJE
2. Losa a losa
Levantamos los dos
Aquel alto castillo
De besos y palabras.
Yo recuerdo,
Cuando empezaba a amarte,
Aquella tierra tuya
Desconocida triste
Como un territorio entre la niebla.
Suavemente te abrí
Como un libro de seda
Donde pude sembrar todas mis silabas.
Llegamos con el grave cansancio
De unas guerras perdidas
Éramos potestades calladas,
Éramos solamente dos heridas.
¿Qué más podía decirte sino lagrimas?
¿Qué más podías decir sino silencio?
De tierra sola hicimos una casa
De cuatro labios formamos dos sonrisas
Y lentamente fue creciendo
La alegría de un mundo que forjamos
Con secos materiales de tristeza.
Yo no te vi reír,
Te hice la risa,
Como tú hiciste nacer bajo mi pecho
Un amoroso músculo de sangre.
La doble arquitectura de esa historia
Fue como una sonata a cuatro manos.
Entre tardes, en hojas, en escaños,
En la enseñanza diaria de tus ojos
El amor se fue haciendo un niño grande.
En fin, que el tiempo,
El gasto de los besos,
La cercanía de tus dulces combas,
La entrega general de tus tejidos,
La suave cantidad de tu sonrisa
Fueron ese universo que hoy no tengo.
En fin, que apenas te hablo
De lo que se ha perdido
Como un libro de sangre sobre un río.
Entiendes tú la vida sin más armas?
¿Puede billar la alcoba sin su lámpara?
Otras luces serán y otras espadas
Las que te hicieran y las que te alumbren.
Aquí en mi soledad de muros blancos
Se consume el aceite sin tu llama,
Óxidos amarillos me persiguen
Y corren y mellan y destruyen
Lo que fueron mis hierros de batalla.
Con qué valor suben la escalera de tu casa
Si detrás de tu gente no anda nadie?
Cómo pasar debajo de esos árboles
Y no abrir una tumba en sus raíces?
Arriba, sobre el viento, un balcón sin tu cuerpo
En la repetición de un cielo abandonado.
Yo no te escribo,
Te cuento cosas duras,
La ciudad sin tu aroma
Las calles sin tu peso,
Mis manos llenas de aire
Pero nada de tu aire entre mis manos.
Te cuento tardes agrías,
Mañanas en pedazos;
Yo no entiendo cómo puede decirse
Que estas lejos
Ni donde duele
Ni hasta cuánto el llanto,
Yo no te escribo más
Porque no puedo hablarte sino lágrimas,
Y tal vez,
Agregar una frase que te dije
Cuando andaba perdido entre tu pelo:
¿Hasta dónde me quieres?
Hasta el cielo!
“Cada poema es único. En cada obra late, con
mayor o menor grado, toda la poesía. Cada
lector busca algo en el poema. Y no es insólito
que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.”
Octavio Paz (1914-1998) Poeta y ensayista mexicano.