El documento presenta varios testimonios y reflexiones sobre el Holocausto y la presencia de Dios durante ese evento. Algunas personas cuestionan dónde estaba Dios durante el Holocausto, mientras que otros afirman que siguen creyendo en Dios a pesar de la atrocidad. Un sobreviviente también enfatiza la importancia de testificar para demostrar que Dios seguía vivo durante ese tiempo.

1. Shoah: la catástrofe
Auschwitz: parábola del sufrimiento
Holocausto: todos podemos vivir un
holocausto
Dios: ¿qué Dios?

2. “Creo en el sol cuando no brilla.
Creo en el amor aun cuando no lo sienta.
Creo en Dios aun cuando está en silencio”

3. ¿Dónde
estaba Dios
cuando ocurrieron
estas cosas?"
(Jacob Neuser)

4. ¿Puedes entenderme?
(Christoph Heubner)

5. “¿Ves el humo? Ahí está tu mamá”,
me decía el alemán de las SS
(Annette Cabelli)

6. “No parecían seres humanos […] Les dijimos
que eran libres, pero no reaccionaron. No
podían mover la cabeza ni decir una palabra”.
(Anatoly Shapiro, primer hombre en entrar en
Auschwitz tras la liberación)

7. ¿Quería Dios Auschwitz?

8. “Después de los campos de exterminio,
se nos deja un único valor supremo: la
existencia”.

9. Yo sí creo en
Dios. Hay
mucha gente
que salió de
esos lugares
horribles
renegando de
Dios. Pero yo
no.
(Dolly Hirch)

10. “Será preciso
que alguien
sobreviva
para atestiguar
que Dios estaba vivo .
¿Y por qué no
iba a ser yo
ese testigo?”

11. “Estoy dispuesta a todo, me iré a cualquier lugar del mundo,
adonde Dios me envíe, y estoy dispuesta a testificar, en cada
situación y hasta la muerte, que la vida es hermosa”

12. “Al hombre se le puede
arrebatar todo salvo
una cosa:
la última de las
libertades humanas –
la elección de la
actitud personal que
debe adoptar frente al
destino- para decidir
su propio camino”
(Viktor Frankl)

13. “He partido mi cuerpo como el pan y lo he
repartido entre los hombres”

14. “Me
esperaréis,
¿verdad?”

16. “No creo en el ser
humano después
de haber visto lo
que pasaba en
Auschwitz“
(Siegfried Meir)

17. No sois responsables de lo que pasó, pero
sí de que no vuelva a suceder
(Max Manheimer)