Pablo es un niño travieso que tiene la costumbre de culpar a su gata Perla de sus travesuras y mentirle a su mamá para no ser castigado. Un día, un grillo le cuenta a la mamá todas las mentiras de Pablo. Cuando Pablo finge estar enfermo para no ir a la escuela, su mamá no le cree y lo obliga a ir. Resulta que esta vez Pablo decía la verdad y tuvo que ser llevado al hospital, dándole un gran susto a su mamá. A partir de entonces, Pablo deja de mentir y es sincero con