El documento describe la inteligencia artificial como una disciplina que construye procesos que producen acciones o resultados maximizando el rendimiento basado en entradas percibidas y conocimiento almacenado. Se apoya en disciplinas como lógica, matemáticas y neurociencia. Tiene orígenes en la década de 1950 y ha logrado emular el pensamiento y comportamiento humanos, aplicándose en industrias como la automotriz para mejorar la productividad.