El documento resume una conversación entre Jesús y una mujer samaritana junto a un pozo. Jesús le pide agua y le habla sobre el agua viva que él puede ofrecer. Muchos samaritanos empiezan a creer en Jesús después de escuchar el relato de la mujer.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
Guia de las cartas del tarot de el extraño mundo de jack.
Arcanos mayores y arcanos menores.
Primera guía cien porciento en español!
Con 5 tiradas para comenzar predicciones.
Aprende y utiliza este mazo para divertirte.
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
Diseña una experiencia de aprendizaje sobre lectura y escritura como
herramientas de aprendizaje transversal integrando recursos digitales.
La experiencia se debe planear en el formato 1 y luego, se socializa en
una presentación Power Point y se sube a un Slide Share, Issu u otro
recurso que genere un enlace para su visualización.
1. La hojitade los niños
Año XIX • nº 1.346 • 19 de marzo de 2017
¡La buena noticia para todos! • Domingo 3º de Cuaresma
SOPA BÍBLICA
Mensaje de La Palabra de Dios para esta semana
Tercer domingo de Cuaresma. Jesús se encuentra con la samaritana al
borde del pozo y le pide agua. Imaginemos que estamos pasando por ahí y
vemos a un judío hablando con una mujer del pueblo despreciado por ellos.
La escena nos llama la atención. Nos detenemos. Escuchamos y, al termi-
nar la conversación, ¿podremos decir como los que creyeron en Jesús que
creemos que él es verdaderamente el salvador del mundo?
Encontrá en la sopa cinco nombres
propios que figuran en la lectura
de la samaritana y Jesús. Pueden
estar en forma horizontal, verti-
cal u oblícua, del derecho o del
revés. Las letras se utilizan una
sóla vez.
Con las letras que no se usan, en
el orden que aparecen, se puede
leer lo que le dijeron los samari-
tanos a la mujer.
N O S I C A R
S J O T R O S
L O E H E M O
S O I S D O Y
S A B E U E M
O S Q S U S E
E O S O E L V
E T R J D A B
D S E R O O S
A I L V C A D
O R R A D E L
M C J U N D O
Sílabas de las palabras a buscar:
CAR - COB - CRIS - JA
JE - JO - SE - SI - SUS - TO
2. La Biblia, el libro de la Palabra de Dios
Las lecturas de la misa del domingo
Primera lectura: Romanos 5, 1-2. 5-8
ermanos: justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro
Señor Jesucristo.
Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y la esperanza no quedará defraudada porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
el Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
En efecto, cuando todavía éramos débiles, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los pecadores. Difícilmente
se encuentra alguien que dé su vida por un hombre justo; tal vez alguno sea capaz de morir por un bienhe
chor. Pero la prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
H
Evangelio: Juan 4, 5-15. 19-26. 39-42
esús llegó a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de las tierras que Jacob
había dado a su hijo José. Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, fatigado del
camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue
a sacar agua, y Jesús le dijo: –Dame de beber. La samaritana le respondió: –¡Cómo! ¿Tú, que
eres judío, me pides de beber a mi, que soy samaritana? Los judíos, en efecto, no se trataban con los samari
tanos. Jesús le respondió: –Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber, tú misma lo
hubieras pedido, y él te habría dado agua viva.
–Señor– le dijo ella–, no tienes nada para sacar el agua y el pozo es profundo. ¿De dónde sacas esa agua viva?
¿Eres acaso más grande que nuestro padre Jacob, que nos ha dado este pozo, donde él bebió, lo mismo que
sus hijos y sus animales? Jesús le respondió: –El que beba de esta agua tendrá nuevamente sed, pero el que
beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en ma
nantial que brotará hasta la Vida eterna.
–Señor –le dijo la mujer–, dame de esa agua para que no tenga más sed y no necesite venir hasta aquí a sa
carla. La mujer le dijo: –Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en esta montaña, y ustedes
dicen que es en Jerusalén donde se debe adorar. Jesús le respondió: –Créeme, mujer, llega la hora en que ni
en esta montaña ni en Jerusalén ustedes adorarán al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros ado
ramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en
que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores que
quiere el Padre. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
La mujer le dijo: –Yo sé que el mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él venga, nos anunciará todo.
Jesús le respondió: –Soy yo, el que habla contigo. Muchos samaritanos de esa ciudad habían creído en él.
Por eso, cuando los samaritanos se acercaron a Jesús, le rogaban que se quedara con ellos, y él permaneció allí
dos días. Muchos más creyeron en él, a causa de su palabra. Y decían a la mujer:
–Ya no creemos por lo que tú has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es verdaderamente
el salvador del mundo.
J
3. —¡No te juntes con Jonathan, no ves
que usa gorrita!
—Esos pantalones…
—Y el corte de pelo... no es como noso-
tros, ¡es diferente!
—¡La música que es-
cucha!
—Además, es el peor
alumno, no se esfuer-
za para nada…
No es sencillo ir en
contra de lo que se
dice en general, espe-
cialmente si los que
expresan opiniones
son nuestros amigos,
los queremos, los que nos quieren. De-
seamos que no nos digan cosas para
nuestro mal. Sin embargo… a veces,
podemos equivocarnos. Nosotros
también podemos aconsejar mal, y
podemos recibir malos consejos hasta
de las personas que nos quieren.
Valeria sabía, porque sus padres se lo
habían dicho hasta el cansancio, que
debía decidir por ella misma, que los
otros no son responsables de sus ac-
ciones, pero no era sencillo.
—Ustedes vivieron otra época, les decía.
—Esta es nuestra época, todavía esta-
mos vivos, respondían los padres.
Valeria ya había experimentado que
a veces era imposible discutir con su
mamá, en especial si
la conversación em-
pezaba mal, como en
este caso, cuando le
decía que era de otra
época.
Una tarde, después
de salir al recreo, Va-
leria se dio cuenta de
que le faltaba uno de
los aros, que le había
regalado la abuela
para su último cumpleaños. Pidió per-
miso a la maestra y regresó al aula.
Justo en ese momento entraba Jona-
than que pasaba la mayor parte de los
recreos terminando de copiar lo que
no había podido terminar en clase y
había salido un minutito al baño.
—¿Me ayudás a buscar un aro?
—¿Me hablás a mí?
—Sí, a vos te pido, ¿me ayudás a bus-
car el aro?
—Tengo que terminar de copiar, si no
la maestra me va a retar.
El cuento
Juzgar al otro
de María Inés Casalá y aportes de Andrés Pisano Casalá • Dibujo de Hania Kollenberger
Si deseás contactar a la autora podés escribirle a: inescasala@gmail.com
4. —Dale, ¡porfi!
Jonathan se agachó y empezó a bus-
car entre los bancos, al ritmo de la
música que escuchaba. Caminaba
por el aula para atrás, arrastrando
los pies. Hacía pruebas saltando, si-
mulaba caidas y tropezones, luego
se levantaba y se golpeaba contra la
pared, todo en broma... hasta que de
repente, se paró como si fuera la es-
tatua de la libertad, pero en lugar de
la antorcha, tenía el aro en la punta
de sus dedos.
Valeria se había reído tanto que no se
dio cuenta de que faltaba poco para
que terminara el recreo.
—Dale, sentate que te ayudo con lo
de la clase.
Cuando la maestra entró con el resto
de los estudiantes, vieron a Valeria y
a Jonathan haciendo la tarea y riendo
al unísono.
¿Intentamos conocer a las perso-
nas antes de juzgarlas?
¿Juzgamos al otro por el aspecto?
Para pensar y
conversar después
de leer el relato
Pródigo y Misericordioso
La parábola del padre y los dos hi-
jos se llama: Parábola del padre mi-
sericordioso, porque lo más impor-
tante es la actitud del padre al ver
regresar a su hijo:
tuvo compasión hasta lo más
profundo de su corazón.
Curiosidades de la Hojita
por Gladys y Margarita Pérez
Las Melli
www.sanpablo.com.ar
La hojita de los niños. Semanario religioso infantil de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios.
Nihil Obstat: Conferencia Episcopal Argentina. Imprimatur: Arquidiócesis de Buenos Aires. Edita: Sociedad de San Pablo.
Propietario Sociedad de San Pablo (Paulinos). Registro Nacional de la Propiedad Intelectual: nº 5291558 del 31/5/16
Dirección: P. Aderico Dolzani. Redactora: Inés Casalá. Diagramación: Alfredo Repetto
Dibujos: Hania Kollenberger (cuento). Gladys y Margarita «Las Melli» Pérez.
Dirección y administración: Riobamba 230 C1025ABF Bs. As., Argentina.
Horario: Lunes a viernes de 9.00 a 18.00
Teléfono (011) 5555-2424 / Fax: (011) 5555-2425 / E-mail: inescasala@gmail.com / Impreso en G.S.Gráfica s.r.l.
Charlone 958 - B1868DZF Piñeyro, Avellaneda, Bs. As. Correo Argentino Suc. 2 (B): Franqueo a pagar cuenta 14.471.
En Uruguay: SAN PABLO, Colonia 1591 (11200) MONTEVIDEO.
Tel.:24018332, cels.:09494307/095728681, Mail: libreria@san-pablo.com.uy