El Imperio Bizantino evolucionó a partir del Imperio Romano, adoptando el griego como idioma principal y expandiéndose bajo Justiniano I. Su organización política estaba centrada en el emperador y la administración civil y militar de territorios llamados themas. La economía se basaba en el comercio, la industria artesanal y la agricultura. La sociedad estaba estratificada y la cultura produjo obras arquitectónicas y artísticas con influencia de Oriente y Occidente.