La política exterior de Venezuela desde 1999 se ha basado en la idea de que las tensiones internas y externas son parte de un proceso para construir una sociedad socialista dirigida por una élite de poder. La constitución de Venezuela de 1999 establece principios como la independencia, la no intervención y la cooperación que guían su política exterior, la cual también busca promover la integración latinoamericana y caribeña. La orientación de la política exterior es acelerar la transición hacia el socialismo rompiendo con políticas neoliberales e imperialistas para restituir el poder al pueblo.