El documento describe tres factores abióticos esenciales para la vida: el agua, el suelo y el aire. El agua está presente en todos los ecosistemas y es necesaria para mantener la homeostasis de los seres vivos. El suelo proporciona refugio para muchos organismos y sus propiedades influyen en ellos. El aire contiene oxígeno, un elemento fundamental para la vida que obtienen los animales y plantas a través de la respiración.