3. La inteligencia artificial es, en informática, la
inteligencia expresada por máquinas, sus
procesadores y sus softwares, que serían los
análogos al cuerpo, el cerebro y la mente,
respectivamente, a diferencia de la inteligencia
natural demostrada por humanos y ciertos
animales con cerebros complejos.
4. Como ejemplo de inteligencia artificial en la vida diaria podemos referir:
•Automatización del hogar (climatización inteligente, programación de
encendido y apagado de luces y artefactos, etc.);
•Vehículos autónomos;
•Asistentes de voz como Google Assistant, Siri (Apple) o Alexa (Amazon Echo),
entre otros;
•Diccionario predictivo de Google;
•Softwares de reconocimiento de imágenes;
•Softwares de seguridad y control de fraude;
•Softwares de análisis de hábitos;
•Predicciones para el marketing digital;
•Predicciones y sugerencias para el consumo de noticias, música, filmes,
series, etc.
5. Máquinas reactivas: son aquellas máquinas
diseñadas para evaluar la información
disponible en el entorno y resolver un
problema inmediato con base en dicha
información. Su tarea es analizar la
información de un momento determinado,
construir soluciones posibles y elegir la
más eficiente. Máquinas con memoria limitada: es la
tecnología que utiliza información obtenida
a partir de una base de datos y que, además,
puede registrar información básica del
entorno y aprender de ella. Por ejemplo, de
la tecnología GPS.
6. Máquinas con autoconciencia: Las máquinas
con autoconciencia serían aquellas capaces
de tener percepciones, pensamientos y
actitudes autoconcientes, esto es, máquinas
capaces de percibir, razones y actuar como
seres humanos.
Máquinas con teoría de la mente: Es un
tipo de IA que aún se encuentra en
desarrollo. Se espera que en el futuro
ciertas máquinas sean capaces de
comprender tanto el pensamiento como los
sentimientos humanos y tomar decisiones
a partir de ello. Involucra, por lo tanto, la
interacción social.
7. •Capacidad de reacción ante la información disponible en el entorno;
•Memoria y aprendizaje a partir de experiencias determinadas;
•Capacidad para resolver problemas específicos;
•Adaptabilidad;
•Capacidad de percepción sensorial (auditiva, visual, táctil);
•Capacidad para gestionarse, esto es, una infraestructura coherente y clara para su aplicación;
•Resiliencia, es decir, capacidad para la optimización;
•Buen rendimiento, esto es, posibilidad de manejar eficientemente gran cantidad de información;
•Carácter medible para cuantificar el rendimiento y hacer inversiones futuras.