El documento discute las preferencias de Lilly Bollinger sobre cuándo tomar champagne. Citó diciendo que solo toma champagne cuando está feliz o triste, a veces sola, siempre cuando tiene visitas, ya sea que tenga hambre o sed. Otro dijo que toma champagne para celebrar victorias o consolarse en derrotas. El documento también contrasta champagne y vinos espumosos, y ofrece consejos sobre almacenamiento y copas para champagne.
1. Decía Voltaire que el champagne era el único
vino que hacía más bella a la mujer que lo
bebía. Y es que el champagne es el vino
femenino por excelencia. Beberlo, al decir de
algunos, hace brillar más los bellos ojos de la
mujer y vuelve su rostro más luminoso.
2. Una anécdota recuerda un reportaje que le hicieron en el
año 1961 a Lilly Bollinger, conductora de su famosa casa
productora de Champagne; una periodista le preguntó:
¿En qué circunstancias prefería tomar champagne?, su
respuesta fue:
“Sólo tomo champagne cuando estoy feliz o cuando estoy
triste. A veces lo tomo cuando estoy sola. Cuando tengo
visitas lo considero obligatorio. Me entretengo con él
cuando no tengo hambre y lo tomo si la tengo. En otras
ocasiones nunca lo pruebo, a menos que tenga sed”.
3. Solía decir lo siguiente:
Tomo champagne cuando triunfo para
celebrar, y tomo champagne cuando soy
derrotado para consolarme a mí mismo.
4. Pueden parecerse pero la diferencia puede apreciarse
con una cata.
El champán es burbujeante y con no demasiado
contenido alcohólico y los vinos espumosos siempre
tienen el aroma y sabor de la región de la que proceden.
La mayoría de la gente prefiere el verdadero champagne.
5. No es en la congelador, sino en la nevera, durante
no más de dos días. Pero mejor aún es que 30
minutos antes de tomarlo lo pongas en una
champanera llena partes iguales de hielo y agua.
6. Depende de las burbujas que quieras que tenga. La copas
estrechas o aflautadas mantienen mejor las burbujas. Si pasas
el champán de una copa estrecha a una de las del tipo martini
verás desaparecer casi todas las burbujas. Pero esto no
significa que el champán se quede sin gas. Vuelve a verterlo en
la copa alta y verás cómo regresan las burbujas.