2. José Celestino Mutis (José Celestino Bruno Mutis y Bosio; Cádiz, españa 1732 - Santafé de Bogotá,colombia 1808) Médico y botánico español que figura entre los más destacados iniciadores del conocimiento científico en el Nuevo Mundo. José Celestino Mutis partió de España rumbo a América el 7 de septiembre de 1760, y llegó a Santafé el 24 de febrero de 1761. También le sorprendió el ambiente cultural y social: la educación superior era una copia de las instituciones educativas metropolitanas, especialmente de la contrarreformada Universidad de Salamanca, y se hallaba encomendada a las distintas órdenes religiosas (Santo Tomás a los dominicos, Javeriana a los jesuitas, Agustiniana de San Nicolás de Bari a los agustinos) o al clero secular (Nuestra Señora del Rosario). La pedagogía que se infundía en las escuelas y seminarios era heredera del Concilio de Trento de 1530 y estaba centrada en el aristotelismo y la escolástica tardía, sin ninguna explicación científica de la realidad. Desde que Mutis desembarcó en Cartagena se preocupó por adelantar observaciones astronómicas, recolectar plantas con las que fue formando un herbario, comprobar gran parte de lo consignado en obras escritas sobre América y estudiar la quina. Al año y 17 días de su llegada a Santafé, sentó las bases de la revolución científica e ideológica en el Virreinato de la Nueva Granada cuando, en el discurso inaugural de la cátedra de matemáticas del Colegio Mayor del Rosario, expuso los principios elementales del sistema de Copérnico: fue la presentación de una nueva metodología, la del eclecticismo, y de una novedosa actitud ante el mundo y la vida, que significaba el abandono del fanatismo y la credulidad, para entrar en los terrenos de la física de Newton.
3. MANUEL DEL SOCORRO RODRÍGUEZ Nació el 3 de abril de 1758 en Bayamo (Cuba) y murió el 3 de junio de 1819 en Santafé de Bogotá. Es considerado el padre del periodismo colombiano. Manuel del Socorro Rodríguez quedó huérfano de padre desde muy temprana edad, condición que lo obligó a trabajar en la carpintería para hacerse cargo de su familia. Sin embargo, paralelamente a la realización de estos oficios, se dedicó a estudiar juiciosamente humanidades y artes hasta que, en 1778, obtuvo el título de aptitud que más adelante le dio la posibilidad de viajar a Santiago de Cuba. Allí estuvo radicado varios años, pero en 1790 se trasladó a Santafé de Bogotá, en donde es nombrado bibliotecario público de la más importante biblioteca de la ciudad, cargo que jamás abandonó y que le dio las herramientas necesarias para convertirse en el iniciador del periodismo en Colombia. Como consecuencia de sus inquietudes intelectuales, funda con algunos amigos la tertulia Eutropélica, de donde nace el periódico |Papel periódico de Santafé de Bogotá, primer periódico del país que habría de convertirse en el principal medio de expresión neogranadino durante seis años. El periódico nace oficialmente en 1791 y se acaba en 1797. Su dirección siempre estuvo a cargo de Manuel del Socorro Rodríguez, quien logró que en sus páginas escribieran personajes importantes en diferentes campos, desde el político ?como eje principal?, pasando por el científico. Más adelante, en 1806, funda el periódico |El redactor de América, en el que objetivo era crear, por intermedio de él, una biblioteca americana que reuniese a los mejores y más destacados escritores criollos de la época para, así, demostrar la importancia de las letras en el futuro de un país.
4. Francisco Antonio Zea El 21 de octubre de 1770 nace en Medellín, Colombia, el doctor Francisco Antonio Zea, modesto y honorable ciudadano que asistió al nacimiento de la República. Francisco Antonio Zea, uno de los hombres más notables de la Revolución Hispanoamericana. Estaba en España en 1808 cuando la invasión napoleónica. Estando del lado de los franceses, en representación de los americanos, fue elegido prefecto de Málaga y miembro de la Junta de Bayona.Expulsados los franceses de España, Zea regresó a América, uniéndose a Bolívar desde 1816. A pesar de su acendrado bolivarianismo y sus preclaras virtudes, tuvo una especie de veleidad política al asistir al tristemente célebre Congresillo de Cariaco. Pero, una vez asentada la República, le cupo la honra de presidir el Congreso de Angostura.