2. • A los trece años dijo que había oído la llamada
de Dios. Algún tiempo después, confesó haber
visto a san Miguel y a las primeras mártires
santa Catalina de Alejandría y santa
Margarita, cuyas voces la acompañarían
durante el resto de su vida.
3. Acusada de herejía
Juana de Arco se limitó a cumplir la voluntad de Dios, según confesó
posteriormente ante los jueces de la Inquisición que la sentenciaron. La
joven doncella se desplazó a Chinon, donde se encontraba la corte de
Carlos VII, y ataviada con ropas masculinas, tal y como le habían indicado
las voces, convenció al delfín de que ella era la enviada para ayudarle a
reconquistar Francia. Equipada con una armadura blanca y portando un
estandarte, como ha sido representada en numerosas pinturas, se puso al
frente de las tropas y obligó a los ingleses a levantar el sitio de Orleans,
derrotó al general británico Talbot en Patay y, ese mismo año, Carlos VII fue
coronado rey en Reims, el 17 de julio de 1429. Sin embargo, un año
después, y tras el fracaso de la ofensiva contra París, fue hecha prisionera y
entregada a los ingleses, que la acusaron de herejía y la condenaron a
morir en la hoguera. Juana de Arco no se retractó, sino que reafirmó sus
revelaciones. La mañana del 30 de mayo de 1431, hace 582 años, fue atada
a una estaca y quemada viva en la plaza del Mercado Viejo de Ruán, al
noroeste de Francia, y sus cenizas fueron arrojadas al río Sena. En 1920 fue
declarada santa por el papa Benedicto XV.
4. • Pasó catorce meses de interrogatorio, tras lo que se le acusó de
maldad por vestir ropas masculinas y de herejía por su creencia de
que era directamente responsable ante Dios y no ante la Iglesia
católica. El tribunal la condenó a muerte pero al confesar y
arrepentirse de sus errores, la sentencia fue conmutada a cadena
perpetua.
A su regreso a la prisión volvió a usar vestidos de hombre por lo
que de nuevo fue condenada, esta vez por un tribunal secular, y el
30 de mayo de 1431, es enviada a la hoguera en la plaza del
Mercado Viejo de Ruán por relapsa (herética reincidente). Ella
grita varias veces "Jesús". Pasan cuatro horas antes de que se
reduzca a cenizas. Sus entrañas y corazón se dice que no se
quemaron. El cardenal inglés de Winchester ordenó que se los
arrojase al río.
Veinticinco años después de su muerte, la Iglesia revisó su caso y
la declaró inocente. En 1920 el papa Benedicto XV la canonizó. Su
fiesta se celebra el 30 de mayo, día de su ejecución.
5. La heroína francesa y santa de la Iglesia
católica fue sentenciada y quemada
viva el 30 de mayo de 1431, hace 582
años, en la plaza del Mercado Viejo de
Ruán, en Francia.