El Kin-Ball es un deporte de equipo creado en 1986 en Quebec, Canadá, que busca eliminar el individualismo y fomentar la cooperación. Se juega con tres equipos de hasta ocho jugadores cada uno, y el objetivo es interceptar el balón antes de que toque el suelo. La Federación Internacional de Kin-Ball tiene más de 3,8 millones de participantes a nivel mundial.