Este documento narra la historia de Juan, un hombre de 37 años cuya vida rutinaria se ve interrumpida cuando conoce a una joven estudiante de arte llamada Larra en un bar. A pesar de ser personas muy diferentes, entablan una conversación y descubren que comparten intereses artísticos. Juan se siente inspirado a dibujarla, rompiendo su rutina diaria. Más tarde se reencuentran en un albergue, donde pasan el día conversando y descubriendo una conexión entre ellos a pesar de sus diferencias.
Familly Killer 2, ya íbamos entrenando y las grapas casi se ponían solas.
Sin cubiertas, claro. Creado con motivo de la celebración del Reto Fancine 2010.
EL ARBOL DE LA CIENCIA DE CRISTINIA CARBONELL Y ANNA JIMÉNEZalonsolu94
Dejo aquí el argumento de las partes: 4,5,6,7 del libro de Pio Baroja. Trabajo hecho por Anna Jiménez y Cristina Carbonell de 2n A de Batxillerato del Sant Miquel dels Sants de Vic.
Esta es la primera exposición del grupo C, con un libro ya muy conocido me parece sobre todo en tercer semestre, como punto clave el equipo catalogo el incesto, y es impresionante y muy recomendable el libro por el hecho de mencionar que es autobiográfico, casi en su totalidad verídico ante la vida del autor.
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EL ARBOL DE LA CIENCIA DE CRISTINIA CARBONELL Y ANNA JIMÉNEZalonsolu94
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Protección de datos #Bibliosalud2014 (Inés Fuentes Gil)jmedino
Contenido del taller impartido por Inés Fuentes en Bibliosalud2014 sobre ¿PROTEGEMOS BIEN LOS DATOS PERSONALES DE NUESTROS USUARIOS?: breve manual sobre la LOPD para bibliotecas
un objetivo de aprendizaje educativo es un proposito una meta a alcanzar es lo que el educador desea obtener por medio de unproceso de enseñanza aprendizaje ; . Los objetivos de aprendizaje se redactan en forma de sentencia que describe en términos de cambios en la conducta lo que se espera del alumno al finalizar la clase, el curso, la carrera f
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Todos los niños y niñas que han sido adoptados tienen derecho a conocer su historia previa, ¿quienes son? ¿de dónde vienen? ¿qué ocurrió? ¿qué se conoce de su familia biológica?...
Su familia adoptiva ostenta la responsabilidad de ir trasladándoles toda esta información. Para las familias no resulta una tarea sencilla.
En esta presentación se recogen algunas ideas clave de la revelación de orígenes que las familias adoptivas no deben perder de vista para garantizar el bienestar de los niños y niñas que han sido adoptados.
Las vicisitudes amorosas y egocéntricas de una relación dispareja entre una mujer madura y divorciada, y un adolescente atrapado entre el extravío de su búsqueda de identidad y su errática afirmación masculina, en el entorno del DF de los setenta. Absténganse moralistas y especies parecidas.
Leonor, médica del hospital clínico de Barcelona, pierde a su marido y decide cambiar el rumbo de su vida marchando a la Amazonía brasileña.
La aventura, el amor, la amistad y el compromiso recorren esta historia.
Marcele Haurat. Entrevista a la viuda de Manuel Sender Garcés en 1988Jorge Orús
Entrevista publicada en Diario del Altoaragón el 2 de noviembre de 1988
http://store.diariodelaltoaragon.es/cgi-bin/Pandora?xslt=ejemplar;filename=DA19881102;place=none;publication=Diario+del+AltoArag%C3%B3n;day=02;month=11;year=1988page=0024;id=0000023563;collection=prensa;url_high=http%3a%2%2fstore.diariodelaltoaragon.es%2fprensa%2fDiario+del+AltoArag%C3%B3n%2f1988%2f198811%2f19881102%2fDA19881102-0024.pdf;lang=es;archivo=;encoding=utf-8
http://balconalmeriz.wordpress.com/2013/11/06/honra-para-un-cargo/
Marcele Haurat. Entrevista a la viuda de Manuel Sender Garcés en 1988
La alarma de su antiguo reloj
1. LA ALARMA DE SU ANTIGUO
RELOJ
La alarma del antiguo reloj de bolsillo de Juan estaba
programada para sonar todos los días a eso de las 05:30, pero
esto, no era más que una mera formalidad, ya que él, se
despertaba a las 04:00 todos los días, y aun así permanecía en
la cama esperando a que los brazos de Morfeo le abrazaran de
nuevo por hora y media más, costumbre que no surtía efecto
alguno, pero él no perdía la esperanza.
Su aletargamiento concluía en el momento en que sonaba la
alarma, a modo automático tomaba una ducha en su desvencijada
tina, para luego vestir su traje y proceder a tomar un
desayuno que invariablemente consistía en una taza de té de
jazmín sin azúcar y una tostada con jalea de frutos rojos. Al
salir a tomar el bus resultaba muy común que unos cuantos
pasajeros se quedaran mirándole, probablemente por lo alto,
delgado y desgarbado de su figura, aunado a su enmarañado
cabello negro azabache y la piel pálida que dejaba ver unas
pronunciadas ojeras, que daba a entender lo recluso de su
naturaleza,Juan se veía siempre ensimismado en lo rutinario de
su día a día, aun así, era una persona muy apreciada en la
fábrica de cronómetros analógicos donde trabajaba, puesto que
a pesar de su apariencia, no reflejaba tristeza alguna, se le
veía siempre de un talante apacible y amigable.
Disfrutaba de su trabajo a tal punto que se hacia uno con su
metrónomo ensamblando engranaje por engranaje como una danza
cuidadosamente ensayada, semejante trabajo de precisión
realizado con una fluidez manual, tan natural como si de
respirar se tratara, tal ensimismamiento antinatural resulta
claramente autóctono de una persona por completo introvertida,
pero a pesar de ser este el caso, Juan José de las Casas,
tenía una peculiar afición por frecuentar L´abeyugu un bar
cerca de la plaza del ayuntamiento de Mieres en Asturias,
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2. donde la parsimonia que envuelve su día a día no quedaba
exenta, siempre que le era posible iba a parar a la tercera
mesa del fondo, tomando siempre un exquisito cava Juvé & Camps
Brut Nature que servia sobre su respectiva copa de flauta al
estilo propio de los vascos, ejecutando esa hermosa danza con
la servilleta, acto seguido por su acostumbrado purito
Montecristo. Aunque el ambiente del bar era más evocado al
rock que a un bar de degustación de tapas y vinos, el se
deleitaba de su cava su purito así como de ver a los demás
disfrutar de la estridente música que le resultaba por
completo ajena, ya que en su mente seguía sonando el tic tac
de los cronómetros que iban al compás de su metrónomo.
Ocasionalmente llamaba la atención de uno que otro presente en
el bar, que le veían frecuentar una y otra vez el local, pero
rara vez entablaba conversación con alguno, pero, de cuando en
cuando se acercaban jovencitas ataviadas con atuendos punk ó
loli-gothic a su mesa, les resultaba atractivo este hombre
envuelto en un hala de misterio, pero Juan un hombre de unos
treinta y siete años rozando ya los treinta y ocho, no
demostraba mayor interés por la ocasional atención de estas
señoritas, por lo general permanecía ahí, solo, hasta que
acababa con su botella de espumante, para finalmente coger el
ultimo bus, el de las 22:30 de Mieres a San Andrés, para
quedarse en la parada del parque de los bomberos no muy
distante del ayuntamiento.
Ya al llegar a su apartamento, de un aspecto claramente
marcado por un estilo de decorado procedente de la guerra
civil española, donde, probablemente su anterior ocupante
habrá sido alguien de avanzada edad, quién habría dejado su
apartamento a algún descendiente que decidió venderlo, Juan se
desvestía y abalanzaba sobre su cama a dormir sin mediar con
ningún tipo de pijama, para volver a despertar como siempre a
las 04:00 de la madrugada.
Una vida como esta resulta inextricablemente intrínseca a la
linealidad de un día a día básicamente invariable, pero como
reza el principio de la entropía “todo sistema tiende al
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3. caos” por supuesto, Juan, no estaba exento de esta realidad
pues un punto de inflexión resultaría en el simple hecho de que
ese 7 de Noviembre, al despertar como habitualmente lo hacía,
a las 04:00 no se quedaría en la cama hasta las 05:30 como
siempre, contrario a esto, apenas se despertó cogió su
cuaderno de notas y diseños, y empezó a esbozar una silueta
femenina, Juan que nunca había explotado su potencial
artístico más que para diseñar manecillas y engranajes,
resuelve las vestiduras, rasgos y cabellos de esta señorita
como si de copiar una imagen se tratara, finalmente luego de
semejante momento de inspiración se devela la figura de una
mujer alta con tacones de plataforma y medias a rayas
horizontales blancas y negras, hasta la parte superior del
muslo agarradas por unos tirantes a la altura de la cintura a
juego con una minifalda a cuadros rojos y verdes
extremadamente corta y una franelilla blanca raída y muy
ajustada que dejaba ver un brasier rojo con lunares negros que
cubrían unos voluptuosos senos con pecas, patrón que repetía
en las mejillas toscamente maquilladas con rubor, presentando
un exceso de delineador y sombra negra sobre unos ojos verde
intenso ocultos tras un cabello rojo fuertemente teñido
dispuesto en dos coletas. Quizá este esbozo resultara de
alguna chica de las que suele rondar el bar que Juan frecuenta
y se coló a modo inconsciente en su imaginación, pero fuera lo
que fuera, ya estaba hecho, la rutina se había roto, y Juan
estuvo ligeramente distraído ese día desde el desayuno hasta
luego del trabajo, pensando en el porqué de ese dibujo, dado
que habitualmente el no prestaba mayor atención al curro de
chicas que ocasionalmente le observaban en el bar.
Estando en el bar busco entre caras y rostros a ver si daba
con aquella figura que le había inspirado a romper su rutina,
pero no le hallo, no obstante, ocurrió un hecho peculiar, una
joven de cabello rojo natural sin mayor esmero por ser
peinado, de hermoso rostro cual porcelana, por completo
desprovisto de maquillaje y delicadamente vestida con un
sweater beige tejido, largo, a modo de vestido con medias de
encaje marrón y botines de cuero, entro por la puerta de
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4. L´abeyugu para evitar una fuerte lluvia que se suscitaba en el
exterior del mismo, era obvio que ese no era su ambiente y
como es costumbre en el local, se hallaba muy concurrido, sin
lugar disponible donde sentarse, entonces, ella opta por pedir
una silla en la mesa en la que se hallaba Juan, con su copa de
flauta a medio llenar en la mano derecha y el siempre habitual
purito en la izquierda. La joven, resulto una estudiante de
arte de la Université de La Rochelle, ella, de origen
madrileño decidió probar suerte en Francia, ya que estaba
exhausta de su círculo social en Madrid, de momento, se
hallaba en Asturias por el fin de semana, con algunos amigos de
la facultad, pero esa noche se hallaba sola, ya que les había
perdido en lo que echaron a correr por la calle para evitar la
fuerte lluvia.
Juan, que no era muy dado a conversar, de pronto se ve inmerso
en una acalorada discusión con la hermosa joven, acerca de lo
que él consideraba la espíteme de la convergencia artística de
los anos 20, París, según el, mientras que la joven alegaba
que New York de esa época no recibía el reconocimiento en la
historia del arte que merecía, para ella ambos polos en cierta
forma se hallaban a la par en localizar personajes influyentes
de la época. La joven de nombre Larra termina por acompañarle
con una botella más de lo acostumbrado por Juan. Ya cerca de
la hora habitual de Juan para abandonar el local, Larra le
comunica a este, que debe volver con sus amigos que han de
estar preocupados de no encontrarle ya que su móvil se hallaba
sin batería, por su parte, Juan le ayuda a conseguir un taxi y
le despide cortésmente, mientras que la joven le responde con
un cálido abrazo y un susurro al oído de que desea volver a
verle y que estará un día más, hospedada en el Albergue
Bustiello un alojamiento algo apartado de Mieres, un poco
viejo pero acogedor, atendido por una chica muy maja, Juan que
tenía ese día libre por ser domingo, le responde con una
sonrisa cargada de incredulidad, y así sin más, ella
desaparece en el taxi mientras Juan permanece ahí, estático
pensando en por qué una chica de unos 22 habría de fijarse en
el.
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5. Al llegar a su apartamento intenta, en vano, conciliar el
sueño, hasta que finalmente, se da cuenta que es un esfuerzo
inútil y se dirige a la sala donde se halla un viejo televisor
a tubos Sylvania perfectamente funcional, que había sido
dejado por su antiguo dueño, y frente a este, un antiguo
sillón de cuero, sobre el cual se dispone Juan para ver la
televisión, y con esta, tratar de atenuar la tormenta de
pensamientos que le aqueja. Hacía años que Juan no pensaba en
una mujer de esta manera, y muchos más, que Juan se
relacionara de forma alguna, pero a eso de las 08:30, estaba
decidido, iría a por ella, sin importar su mala pinta
producto de pasar la noche en vela.
Habiendo llegado al albergue a eso de las 09:00, estaba ella
ahí esperándole, con un plato de salchichas a la plancha
acompañadas con sauerkraut, patatas al vapor y una jarra de
cerveza rubia. ¡Que hecho más increíble! ¿Cómo sabia ella que
el vendría? Y más aun a horas tan tempranas de la mañana, si
nunca acordaron hora alguna, ni siquiera concretaron si
habrían de verse, pero estaba ahí esta hermosa joven de piel
preciosamente blanca, vestida con un camisón celeste con rayas
blancas a modo de vestido con un cinturón de cuero, leggins
ligeramente raídos y los botines de cuero del día anterior,
esperándole con un una mano extendida y una tímida sonrisa,
frente a ella Juan, aun con cara de incredulidad, toma asiento
y comienza a tomar copiosas cantidades de chucrut y salchicha,
el pobre hombre estaba hambriento de haber pasado la noche en
vela sin probar bocado alguno, pero a la chica le divertida a
gran medida el modo de comer de Juan, ella tenía sus mejillas,
usualmente rosadas, ya rojas de contener la risa.
Hablaron por un largo rato, para cuando se percataron del
tiempo que había transcurrido desde la llegada de Juan,
habían transcurrido ya unas tres horas, y decidieron salir a
caminar por el hermoso paisaje abierto que ofrecía el
albergue, hasta que se acomodaron en un claro cerca de un
arrollo y aunque hacia un fuerte frío con neblina incluida,
parecía no molestarles de forma alguna, estaban muy cómodos
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6. ahí, perfectamente instalados frente al arrollo, escuchando el
correr del agua, hasta que Juan rompe el silencio y le
pregunta por aquello que le quito el sueño, él porque alguien
tan hermosa como ella habría de fijarse en alguien como el,
portador de una vida básicamente aburrida y una figura
desprovista de gracia, ella sin mediar palabra alguna, le beso
en los labios, luego le abrazo y le dijo: “no te aquejes por
tu aspecto ni por lo cotidiano de tu vida, mira que siendo la
mujer hermosa como es, no ah de buscar la belleza fuera de si
misma” él, se limito a abrazarle con fuerza y esbozar una
tímida sonrisa.
Sin premisas reconoció que esas preocupaciones que le
aquejaban de años, y que en cierta forma habían forjado su
vida tal cual era, no eran más que conjeturas formuladas por
su propia mente, distantes de la realidad del pensamiento
femenino, pero ahora le quedaba una decepción mas por
afrontar, pues ella partiría al día siguiente de vuelta a
Francia y seguramente no le volvería a ver nunca mas, y
efectivamente, luego de volver al albergue por la tarde,
después de un largo y apasionado beso de despedida, se
despidieron sin acordar algún futuro encuentro.
De vuelta en su apartamento Juan se vio sumido en una ansiedad
enorme, sin poder pensar más que en ella, rehusándose a volver
a su rutinaria cotidianidad, Juan, piensa en diferentes
maneras de hallarle, pero no sabía donde vivía, apenas y sabia
que estudiaba en la Université de La Rochelle, pero ya era
tarde, por más que le desease ya nada podía hacer, si no
esperar a que algún día, que por obra del destino sus caminos
se volvieran a cruzar; y no sería si no hasta 2 años más tarde
en otro 7 de Noviembre que Larra volviera atravesar el umbral
de L´abeyugu para encontrarse de nuevo con Juan, pero algo
había cambiado, Larra ya no tenía ese adorable aspecto de
libre pensadora que le había atrapado tanto a Juan, por el
contrario, se difuminaba con el publico recurrente de
L´abeyugu pues Larra lucia tal cual el dibujo que años atrás
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7. le había hecho romper la rutina que había mantenido durante
años.
No se lo podía creer, era como una treta del destino, ¿porque
motivo su amada Larra lucia así?, que tan mal la había tratado
la vida en La Rochelle, para terminar de esta forma, Larra le
contó sobre sus desventuras, sobre los fracasos académicos y
decepciones amorosas, todo por lo que lucho por zafarse en
Madrid al parecer le persiguió hasta La Rochelle, pero a la
mañana de este 7 de Noviembre recordó que hace dos años se
había perdido y había pasado un maravilloso fin de semana con
un hombre mayor en Mieres, y que luego de ese fin de semana no
había conseguido tal paz y felicidad, por lo cual decidió
volver, con la esperanza de encontrarle en aquel bar, pero
esta vez con la intención de no volver a partir.
Aunque Larra ya no era la misma chica, a Juan no le cabía su
corazón en el pecho, una vez mas estaba feliz, y su antiguo
reloj de bolsillo, que siempre llevaba consigo a modo de
collar, al momento en el que ella le hace semejante
proposición, comienza a sonar la alarma, que había dejado de
sonar desde hace exactamente dos años, y por más que él había
intentado repararle, su reloj se rehusaba a hacer sonar su
campanilla, él, ahora lo comprendía, sabia que en ese preciso
instante había despertado una vez mas de su letargo, la abrazo
con una fuerza impresionante y le planto un beso en los labios
rebosantes de cherry lipstic, y le susurro al oído: “ya no
tienes que huir una vez más, estas en casa”.
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