2. La alimentación y la compañía
Las personas nos
comunicamos mejor
cuando comemos.
Reuniones, festejos y
almuerzos siempre están
acompañados de
alimentos.
Así, el comer no solo es una
cuestión de alimentación
sino una forma de estar
con los demás
3. La preparación del alimento
Para preparar el alimento,
necesitamos
disponibilidad, tiempo,
imaginación y amor al
servicio de los demás.
Detenernos a mirar,
olfatear, elegir, saborear
Conectarnos con nuestra
esencia.
4. La preparación del alimento en
nuestra realidad
En épocas del fast-food y de
distancia con nuestra esencia
ya no disponemos del tiempo
para ocuparnos de atender las
necesidades básicas, ni de los
placeres del cuerpo y del alma
Desatendemos la calidad de
nuestros afectos, nuestros
sueños, nuestras relaciones y
lo que comemos
5. La preparación del alimento hoy
En estas condiciones
anímicas preparamos la
comida, sin esmero, ni
interés y con ganas de
terminar el trámite. Que
por otro lado lo
consideramos rutinario y
aburrido.
Estamos alejados de la
naturaleza
6. Comienza la alimentación
complementaria
Es en este contexto en el
que comenzamos a
preparar la alimentación
complementaria, y una
tendencia alarmante de
ofrecer productos muy
alejados de nuestra
naturaleza
7. Comienza la alimentación
complementaria
Por otra parte, la
introducción del
alimento en el bebé
viene ceñido de
recetas pediátricas y
son más una
preocupación que un
olfato del alma
8. Conectémonos con nuestra
esencia
Preparemos alimentos sencillos, como los cereales,
legumbres, verduras y frutas que florecen en la
naturaleza.
Son de sabores simples, colores suaves, elaboración
fácil y muy barato
9. Disfrutándolo
Cocinar y dar de comer es
como dar calor y cobijo.
Es un momento ideal para
compartir la vida cotidiana,
comunicarnos y lograr el
encuentro humano.
Sentándonos sin apuros y
con nuestros niños en
“upa” aunque más no sea
de vez en cuando
10. Evitemos elegir “lo peor”
La vida moderna, apurada y
exigida; nos desconecta con
nuestra naturaleza y nos lleva a
elegir “los alimentos de peor
calidad” para nuestros hijos:
salchichas, “patitas de pollo”,
palitos, chizitos, formitas,
galletitas, postrecitos y
gaseosas
11. Las golosinas
El problema no pasa
por comprar o no la
golosina, sino por
convertir al
chocolate o
caramelo en un
elemento sustituto
de satisfacción en
lugar de la escucha
y atención
12. Las golosinas
Para el niño suele ser mas
exitoso pedir caramelos
que compañía y atención.
El adulto satisface lo que
escucha pero no lo que
realmente necesita, y al
niño la satisfacción le dura
lo mismo que dura el
caramelo en la boca, y
pedirá otro y otro, ya que
en realidad no lo satisface
13. Las golosinas
Al kiosco sí pero con
amor
“Nunca olvidaré a mi
abuelo que me
compró los
chocolates más
ricos , todos los
domingos en la
plaza, mientras me
acompañaba con mi
triciclo”
14. Costumbres occidentales
la hipervaloración de la leche
Como no vamos a dar leche?!
Recordemos que ningún mamífero la
incluye en su vida adulta después
del período de lactancia
Las góndolas de los supermercados
están repletas de productos
lácteos azucarados, acompañadas
de fuertes presiones comerciales
que te hacen creer que si no los
das sos una “mala madre”
15. La trampa
Reemplazar la conexión
profunda con dulzura
superficial
Los niños pueden comerlos,
sin atención de los
padres, sin elaboración y
creyendo que es un
alimento “completo e
irremplazable”
16. Exigencias y posibilidades a la hora
de comer
Los adultos tienen un
objetivo que es claro:
deben terminar el plato.
Así, cada comida se
convierte en una
pequeña guerra, en un
momento de tensión y
de hartazgo entre niños
y grandes
17. La exigencia
Aparece como actitud preponderante a la
hora de comer: lo que deberían comer y lo
que no se discute.
Para el adulto se convierte en una
preocupación
18. La exigencia
Luego crecen y continuamos
con la misma actitud, “no
levantarse de la mesa”,
sería mejor que esto sea
una elección del niño de
“desear estar” en la medida
que los padres hayan
construido situaciones de
armonía y encuentro, y el
niño se sume naturalmente
La comida debería estar
asociada al compartir y al
placer y no al reproche
19. Exigencia Vs. deseo
• En el deseo: uno
propone y el otro
puede aceptar o no.
• En la exigencia: no
se tiene en cuenta
el deseo del otro
20. La exigencia
Los niños más exigidos y más presionados van
perdiendo la capacidad de saber lo qué quieren.
Tan acostumbrados a responder a los deseos
del otro, se pierde su propia búsqueda y su
posibilidad de elección
21. Lo ideal como adultos
No obsesionarse por lo que comen o dejan
de comer. Es importante en este
encuentro familiar valorizar el clima de
respeto mutuo, compartir el gusto por la
comida, desde un lugar de autonomía,
libertad y placer.
Los niños necesitan comer jugando como
los adultos lo hacemos conversando, muy
diferente a insistir con la cucharita de
puré.
22. La comida es el
momento ideal
de encuentro, en
el que se detiene
el ritmo cotidiano,
donde los niños
pueden encontrar
el calor y amor
de sus padres