4. La batalla de Trafalgar tuvo lugar el 21 de Octubre
del año 1805 a la altura de cabo de Trafalgar (Cádiz),
enfrentándose la f lota británica, comandada por el
almirante Horacio Nelson, contra una f lota
combinada franco-española bajo el mando del
almirante Villeneuve. Fue la ultima gran acción de
guerra en el mar de este periódo, perdiéndose
alrededor de 5.000 vidas y 15 buques y sus
consecuencias se prolongaron mucho más allá de las
guerras napoleónicas.
5. Los acontecimientos históricos que precedieron a esta
batalla se han de encontrar en el intento frustrado por
parte de Napoleón de invadir las islas Británicas, en el
que la escuadra franco-española debía distraer a la
flota británica y alejarla del Canal de la Mancha para
dirigirla hacia sus posesiones en las Indias
Occidentales. Este plan de distracción fracasó, y se
agravó con la consiguiente derrota de Finisterre (22 de
julio de 1805). Tras esta derrota, la flota se dirigió al
puerto de Cádiz, de donde zarparía el 19 de octubre
hacia Trafalgar.
6. La flota franco-española se vio bloqueada en Cádiz
por Nelson, y en septiembre Napoleón ordenó a
Villeneuve navegar a Nápoles para despejar el
Mediterráneo del hostigamiento de los buques
ingleses, pero no obedeció esta orden,
permaneciendo en puerto. A mediados de octubre,
conociendo las intenciones de Napoleón de sustituirle
y enviarle a París para pedirle cuentas por sus
acciones, se adelantó a la llegada de su reemplazo y
partió de Cádiz con la flota combinada el 18 de
octubre. El total de 34 buques se encontró entonces
con la flota de Nelson cerca del cabo de Trafalgar, y el
21 de octubre tuvo lugar el mayor combate naval de la
historia: la batalla de Trafalgar
7. la flota franco-española fue definitiva y
abrumadoramente derrotada por la superioridad
técnica y táctica de la Armada Real Inglesa.
Nelson fue herido de muerte durante la batalla,
convirtiéndose en uno de los más grandes héroes
de guerra de Gran Bretaña. Villeneuve y su buque
insignia, el Bucentaure, fueron capturados por los
ingleses junto con otros muchos buques
españoles y franceses. El almirante español
Federico Gravina se escapó con parte de la flota
pero sucumbió meses más tarde por las heridas
sufridas durante la batalla.
8.
9. Esta nación respondió al acuerdo entre Francia y
España interceptando navíos procedentes de América.
Contaba con barcos mejor armados y artilleros más
hábiles, que tras el viraje en redondo de la flota franco-
española, aprovecharon los huecos en la línea
enemiga.
10. la escuadra inglesa al mando del almirante Nelson estaba
compuesta por marineros profesionales, casi todos con
varios años de mar y amplia experiencia en combate.
De hecho, eran los mismos marineros y buques que
habían puesto en jaque a Francia y a España en varias
ocasiones como en la Batalla del Cabo de San Vicente,
en la Batalla del Nilo o en la ya comentada del Cabo
Finisterre. Además se encontraba comandada por un
almirante que se había convertido por méritos propios
en toda una leyenda en Inglaterra y en el resto de
Europa.
11. Nelson comandó la flota británica desde el HMS
Victory, su buque insignia desde 1803, y lanzó el
ataque contra el Bucentaure, en el que estaba
Villeneuve. Había perdido su brazo derecho en
1797 y murió cuando un tirador francés le disparó
con un mosquetón desde el navío Redoutable
12. Estos dos países firmaron un tratado en 1803 por el que
España ayudaba económicamente a Francia en su
guerra contra Gran Bretaña. Como respuesta, los
británicos apresaron cuatro naves españolas, lo que
propició la declaración de la guerra en 1804.
13. Villenueve mandaba la flota combinada, Gravina era el
responsable de los españoles y Churruca se hizo cargo
del buque San Juan Nepomuceno
14. La reciente epidemia de fiebre amarilla que había
azotado Andalucía entre 1802 y 1804 dejó a la flota
española sin la cantidad suficiente de tripulantes, por
lo que muchos de los marineros tuvieron que ser
reclutados en una apresurada y obligada leva. Estos
marineros eran de diversos orígenes: mendigos,
campesinos, soldados de infantería, incluso reclusos
liberados... Por otro lado, el estado mismo de los
buques era lamentable, tanto que algunos capitanes
españoles habían sufragado de su bolsillo las
reparaciones y la pintura de sus barcos para no quedar
deshonrados ante los capitanes franceses
15. La modernización de la Armada era una necesidad de
urgencia, que si bien se mantenía en pie como para
intentar defender el Imperio, ya no estaba en
condiciones de sostener un combate a gran escala
contra la más moderna de las flotas. el mayor general
don Antonio de Escaño, que escribió en su Informe
sobre la Escuadra del Mediterráneo lo siguiente: «Esta
escuadra hará vestir de luto a la Nación en caso de un
combate, labrando la afrenta del que tenga la
desventura de mandarla».
16. La Marine Impériale (flota francesa) era considerada
la segunda en importancia de la época. Estaba dotada
de barcos potentes y modernos, pero la Revolución
francesa había dejado el cuerpo de oficiales a marinos
inexpertos en sustitución de los antiguos mandos,
ajusticiados durante el proceso revolucionario por su
origen aristocrático. La mayor parte de los oficiales
eran inexpertos en citas bélicas de importancia,
careciendo de capacidad de lucha, mientras que las
tripulaciones carecían de experiencia profesional
naval, abusando de soldados del ejército de tierra para
los navíos.
19. La flota inglesa, al mando de Horacio Nelson, atacó en
forma de dos columnas paralelas en perpendicular a la
línea formada por Villeneuve, lo que le permitió cortar
la línea de batalla enemiga y rodear a varios de los
mayores buques enemigos con hasta cuatro o cinco de
sus barcos
20. En un día de vientos flojos, la flota combinada
navegaba a sotavento, lo que también daba la ventaja a
los ingleses y, para colmo de desdichas, Villeneuve dio
la orden de virar hacia el noreste para poner rumbo a
Cádiz en cuanto tuvo constancia de la presencia de la
flota inglesa. El cuerpo español no estaba de acuerdo
en esto. Al parecer, Churruca, mientras leía las señales
con el anteojo, manifestó: «el almirante no sabe lo que
hace, la flota está perdida». Villeneuve intentaba huir
casi sin presentar batalla, cuando la flota combinada
francoespañola era, en cuanto a navíos, superior a la
inglesa.
21. La virada se realizó desordenadamente, ya que la
virada en redondo con viento flojo tomó mucho
tiempo a determinadas unidades muy pesadas y poco
maniobreras. La línea de combate quedó deshecha y
desaprovechada su mayor potencia de fuego. El ataque
de Nelson desorganizó completamente la línea,
consiguiendo la división de ésta en tres. Esto permitió
a la escuadra de Nelson capturar a los barcos franceses
y españoles, cortar la línea y batirles con artillería por
proa y popa, los puntos más vulnerables de este tipo de
embarcaciones.
22. Casi una hora y media después de empezar el combate,
Horacio Nelson muere, alcanzado por un tirador del
Redoutable que disparó desde la jarcia. Una bala de
mosquete le entró por el hombro siguiendo una trayectoria
descendente hasta quedar alojada en la columna vertebral.
Inmediatamente, Nelson fue trasladado a la bodega para
que un cirujano se ocupara de él, aunque desde el primer
momento pudo constatarse la gravedad mortal de la
herida. A causa de ella, Nelson se fue desangrando en una
lenta agonía, rodeado de sus mas fieles oficiales. Durante la
misma tuvo momentos de delirio y otros de lucidez. Hubo
tiempo de informarle de la victoria de las armas británicas,
tras lo cual pronunció sus últimas palabras: «Gracias a Dios
he cumplido con mi deber».
23. El cadáver del honorable Nelson fue desnudado y
conservado en un barril de brandy de jerez para evitar
su deterioro en la travesía hasta Londres. A su llegada
fue enterrado con honores militares en una ceremonia
de una solemnidad nunca antes conocida en
Inglaterra. Actualmente yace en la cripta de la catedral
de San Pablo de Londres.
24.
25. En el espacio de dos horas, la mayoría de los navíos
más importantes de la flota franco-española ya se
habían rendido o ya no disparaban sus cañones. En
este tiempo, Gravina había sido herido y más tarde
encontraron la muerte Dionisio Alcalá Galiano, en el
Bahama, y Cosme Damián Churruca, en el San Juan
Nepomuceno. Los comandantes quedaban la mayoría
heridos, así como sus segundos. Casi al final del propio
combate (hacia las 6 p.m.), el navío francés Achille, del
capitán Deniéport, hizo explosión. El motivo fue que
se incendió la santabárbara.
26. A las seis y media de la tarde finalizó el combate,
quedando la flota franco-española aniquilada en todos
los sentidos. La mayoría de los barcos españoles y
franceses que habían sido apresados por la flota
británica fueron llevados a Gibraltar, Esa noche se
desató una tormenta; algunos barcos no pudieron
aguantar, como el Santísima Trinidad, que se hundió
con los heridos; otros pudieron llegar a las costas del
Golfo de Cádiz.
27. Esta derrota no solo significó el fin del intento
napoleónico de domino marítimo, sino también el
alejamiento de España como potencia colonial y
marítima, ya que tardaría varias décadas en
recuperarse de este duro golpe.