1. La Dehesa
Los bosques de encinas han sido tradicionalmente explotados por el ser
humano. En ellos se realizaba clareo del arbolado y eliminación del matorral
para favorecer el desarrollo del pasto, dando lugar a lo que hoy conocemos
como dehesas.
La
dehesa
es
un
sistema
muy
equilibrado
donde
se
combina
el
aprovechamiento del pasto, las bellotas, la obtención de leña, carbón vegetal
y miel. Las dehesas tienen un gran valor ecológico, ya que albergan multitud
de especies de fauna, entre ellas una de las especies más emblemática, como
es el águila imperial ibérica.
En las dehesas se cría el cerdo ibérico que dará lugar al famoso jamón de
bellota o jamón ibérico, llamado así por la alimentación a base de este
fruto, la bellota, del cual el cerdo se alimenta.
Las bellotas son unos frutos comestibles procedentes del árbol denominado
encina que forma parte de la dehesa.
Las bellotas pueden ser dulces o
amargas, son comestibles y muy preciadas en determinadas zonas donde no
abundan. Otros árboles que dan bellotas amargas son los alcornoques. De
ellos se obtiene el corcho. De este material se obtienen numerosos objetos
de uso común; sacacorchos, paneles, mobiliario, etc.