El poema describe a una mujer llamada "la flor de la canela" que caminaba airosa por un puente y una alameda en Lima, Perú, llevando jazmines en el pelo, rosas en la cara y derramando una fragancia mixta a su paso. El poema recuerda la belleza y gracia de esta mujer y las sensaciones que evocaba el paisaje del río, el puente y la alameda.