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6. Visita a los torrentes del
Arroyo Blanco
Atravesé el Arroyo Blanco,
en su estrecho cauce
1
Cuando la Aurora recién,
hendía la mañana de estrellas
y se desembarazaba de las sombras.
2
Y vi, de paso en un instante,
desde los trillados caminos de los hombres,
Innumerables islas acordonadas
con los colores verde y oro de la Naturaleza
El cielo tendía el espejo azul de la eternidad,
sobre las aguas relucientes.
3
Las nubes se hacían a la mar.
Mis errantes pensamientos, divagaron ,
donde los monstruos de cola de plata
recorren velozmente sus arroyos nativos
Canté melodías que crecieron al mediodía,
menguaron con el atardecer
y cesaron al caer la noche.
4
Luego busqué el reflejo
de los aleros de las casas, en medio
de los campos iluminados por la Luna
7. 藍
河
EL RIO AZUL, *
( Una joven pariente de la princesa Azul ,
que no había sido llamada , para formar
parte del cortejo de la Princesa el día de su boda,
es llamada más tarde y canta con alegría
por la buena noticia recibida, comparando
a la Princesa con un río)
El río Chiang sus brazos tiene..
La princesa no me llevó a su boda,
No me llevó, pero luego se arrepintió
El río Chiang sus islotes tiene..
La princesa no me llevó a su boda,
No me llevó, pero luego lo arregló
El río Chiang tiene el afluente T uo*
La princesa al ir a su boda,
no pasó por mi casa
Pero me silbó y me cantó.
*El afluente T uo es la joven pariente
* Azul Se dice en chino Chiang
8. 貝
洛
GUAPO
Un hombre guapo me esperó en la calle.
Me arrepiento de no haberle acompañado
Un hombre gallardo me esperó en la sala.
Me arrepiento de no haber ido con él
Me pondré mi chaqueta ligera de tela
y mi falda de cáñamo, bordadas de flores
Tíos míos,
hermanos mayores y menores de mi padre,
Enganchad los caballos para llevarme
阿
帥
的
男
人
在
大
街
上
,
我
等
待
著。
我
後
悔
沒
有
陪
同
個
英
俊
男
子
在
房
間
裡
,
我
等
待
著。
我
後
悔
沒
有
去
與
他
我
把
我
的
光
羽
絨
服
面
料
我
的
麻
裙
,
刺
繡
花
朵
我
的
叔
叔
,
老
代
和
年
輕
的
兄
弟
姐
妹
,
我
的
親,
順
利
高
達
馬
9. MELOCOTONERO LOZANO (Tao Yao)
La canción celebra la excelente preparación de
las jóvenes casaderas
1
El melocotonero luce su lozana juventud.
En sus flores reverbera la luz de sus esplendores.
Estas doncellas van a celebrar sus bodas.
Perfectamente preparadas para esposas y para el hogar.
2
El melocotonero luce su lozana juventud.
Sus ramas están cuajadas de frutos.
Estas doncellas van a celebrar sus bodas.
Perfectamente preparadas para esposas y para el hogar.
El melocotonero luce su lozana juventud.
Verdea brillante su tupido follaje.
Estas doncellas van a celebrar sus bodas.
Perfectamente se adaptarán a sus nuevos parientes.
3
VIDA DELEITOSA
(k AO p AN)
1
Vive feliz en su choza, al borde del valle.
Allí se dilata su gran corazón,
Allí duerme, allí despierta solitario.
Jura nunca olvidar aquella vida.
2
Vive dichoso en su choza, de la montaña agreste.
Allí se espacia su corazón,
Allí duerme solitario, allí se despierta y canta.
Jura no dejarla jamás por otra
3
Vive contento en su choza sobre la meseta.
Allí enferma este gran hombre.
Solitario, allí duerme, allí despierta.
Jura no decir jamás a nadie su dicha
10. RÍO
NEVADO
Un centenar de colinas
y ningún pájaro;
Un millar de sendas
sin una huella;
Una barca solitaria;
una cobertura de bambú.
En el frío río nevado
un viejecito pescando
SOBRE LA TORRE DESDE LA CUAL SE DOMINA EL RÍO
Junto al río se yergue
la torre de cien pies de alto;
Por allí pasa una extensa
carretera de mil millas:
Contemplar el lejano horizonte
desde esta altura
Me basta para confortar
la mente y el corazón.
Los correos no se detienen
a todo lo largo del camino,
Los soldados se precipitan
hacia sus guarniciones.
En tiempos turbulentos
Siento de manera especial
que es bueno estar ocioso.
Ahora que he pasado los cuarenta,
En verdad no es demasiado pronto
para que me retire.
Déjame que ahora limpie
los vestidos manchados de polvo.
No es demasiado tarde
para que retorne a los cerros.
11. MAÑANA DE PRIMAVERA
Durmiendo en primavera
no se advierte el alba
Hasta que por doquier resuena
el reclamo de las aves.
Pero anoche oí el estruendo
del viento y la lluvia
Y me pregunté: ¿Cuántos capullos
se habrán dañado?
DE PASO POR EL CORTIJO DE UN VIEJO AMIGO
Un viejo amigo preparó un pollo
y un budín de mijo.
Y me invitó a comer
a su casa de campo.
Verdes árboles circundan
su cortijo.
Los cerros azules
descienden a lo lejos.
Frente a una ventana abierta
el vergel sale a mi encuentro.
Bebemos vino y charlamos
sobre las moras y el lino.
Espérame hasta el noveno día
de la novena luna.
Volveré de nuevo a saborear
tu vino de crisantemo.
VOLVER
13. BASHO
Miré y había
pan y quesillo en flor
cerca del almendro
Serenidad
Se incrustan en las rocas
chirríos de chicharra
Luna de Agosto.
Vagué junto al estanque
la noche entera
En la campiña,
sin tocar cosa alguna,
canta la alondra
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas,
la Luna y el trébol
SOGUI
Noche de escarcha:
y sin cesar los patos
dan aleteos
TEIKA
Va persiguiendo
pétalos de cerezo
la tempestad
14. BUSON
Los días lentos
se apilan, evocando
un viejo antaño
Se desenvaina
la espada Tomokiri
y canta un cuco
Sopla el poniente, y
al oriente se apilan l
as hojas secas
Se traga nubes
y vomita cerezos:
monte Ioshino
Cada mañana ¿
Dónde va pensativa
la Primavera?
No me alojaron.
Vi luces y en la nieve
casas en fila
Cae tan pronto,
y se hace esperar tanto:
corazón del cerezo.
Sufriendo estaba
y al subir una loma,
zarzas en flor.
SHIRAO
Se va el Otoño
y escondido en la yerba
un arroyuelo.
GUEKKIO
Todos los años
sufro distinto al ver
irse la primavera
15. ISSA
Flora el ciruelo
y canta el ruiseñor,
pero estoy solo
ICHIRO ANDO
Es una rosa
TAIGUI
Hay un horizonte que tiembla
en una rosa.
Hay un horrible mapa de sueños
en una rosa.
Y no hay rosa
en una rosa
La viajera
extrema su elegancia
hasta lo odioso
ETSURO SAKAMOTO
Viento de Otoño.
Un mendigo me mira,
comparativo
KITO
El ruiseñor
unos días no viene,
otro dos veces
Subway
Todos los días comparto
un ataúd con los extraños.
clavando de prisa
mi propio ataúd,
me dirijo a la ciudad
para ser enterrado vivo.
TAMIKI JARA
Esto es un ser humano
Esto es un ser humano.
Mirad en lo que la bomba atómica lo ha convertido
y cómo hombres y mujeres son reducidos
a una sola forma.
―¡Auxilio!‖ quiere decir ese grito apagado
que se escapa de los labios hinchados.
Este horrible y calcinado caos que supura
es un ser humano,
esto es el rostro de un hombre
16. FUIUJIKO KITAGAWA
Una máquina
Las paredes de mi corazón
Están hechas de acero,
No vaya a ser que la sangre
se escape como el vapor.
Cualquier mujer que rompa esta pared
será quemada como un pájaro
bañado en su propia sangre
KOÍCHI KIJARA
Hacia allá
¿De dónde vienes?
Desde una piedra ciega,
del interior del capullo de una rosa.
¿Dónde estás ahora?
Frente a un espejo
que refleja aquellos que van a morir y
aquellos que van a nacer.
¿A dónde vas?
A un sitio,
donde las alas de los pájaros no pueden llegar
dónde los peces del mar no pueden vivir.
IASO SAIYO
Junto al mar
Las estrellas son siete,
los dorados faros nueve;
innumerables las ostras blancas
tras las rocas,
pero mi solitario empeño
es solo uno
17. SHIGUEYI TAUBOI
El fruto
De muy lejos viene esta tormenta
que disipa el último calor del verano
Un azul ultra terreno
nos llega a través del firmamento
mientras el nuevo espíritu
se prepara en nosotros
Presuroso madura el fruto
y, cuando viene la noche,
zumban los insectos como si se tratara de una fiesta
o como si estuvieran orando.
Mientras el tiempo se amontona sobre el tiempo,
giran en lo alto las estrellas
y el movimiento de los cuerpos celestes
encuentra eco en mi sangre
Un fruto madura lentamente en mi corazón.
Yo no conozco su dulzura,
sólo sé cuán dura y amarga es su semilla
VOLVER
19. DESESPERANZA
Sentado medita aquí, santo abuelo,
a la vera del camino te espero;
trepidante alma de niño guerrero
ansía abrazarte, tener consuelo
Corazón profundo, pájaro en vuelo,
de pie espero al eterno compañero,
hondas huellas cuento, no desespero
incansable busco tu sombra, abuelo
Mensaje entregado ya entre las sombras
rostro pálido, en el patio sentado
preparas tu viaje final, me nombras
Entrega tu espíritu fatigado,
tu cuerpo descansará en penumbras,
tu voz bajo la tierra, ya enterrado
20. MORADA
DE
JAGUAR
Creciste siempre persiguiendo el cielo,
extensas raíces te sustentaron
– tu espíritu en el frío intenso templaron morada eterna del Señor del suelo.
Tzonte vitz del jaguar eres consuelo,
espíritus verdaderos te rodearon, viajeros
lejanos ya te admiraron,
rogando viene el del cercano suelo.
Pies sangrantes llegan a suplicarte,
anhelan hallar el rezo original,
tus hijos quieren hoy reverenciarte.
El alma entrega ya el cuerpo terrenal,
en el frío invierno quiere abrazarte,
busca en ti la luz del camino final
21. AVE COLOR DE LIBERTAD
Un instante de loca algarabía del cielo,
obsequió al hombre un trozo de su azul manto,
Prendida quedó entre sus ramas con su canto,
mezclándose en la fría niebla a buscar consuelo.
Surcan el frío aire, alas que demuestran su facultad,
profundo corazón soñador, su canto alista, del
cautiverio huye, evita la indiscreta vista, quiere
disfrutar del aire, volar en libertad.
Le acompañan las mañanas y tardes de tempestad,
entre robles y peñascos transcurre su existencia,
disfruta de la vida su gran benevolencia:
trazo de cielo azul, ave color de libertad
NEGRO . CELEBRANTE DEL CARNAVAL
Tambores y flautas llaman tu futuro,
palabras floridas llenan tu mente,
de los grandes señores el conjuro,
súplicas nombran tu cuerpo presente
El carnaval te anuncian, es seguro,
hará la fiesta el Pasión saliente,
la esencia elegida es del más maduro,
ayudará al sol, gran combatiente.
Tizna cubrirá su rostro para el mal,
ulularás cual pukuj a su farsa,
invitando a la gente muy informal;
esencia de la fiesta es tu comparsa,
Negro : alegría de aspecto fantasmal,
danza y teatro que el Carnaval engarza
VOLVER
23. « Visita del joven Shakîr Wa'el a Granada »
Con la ceguera azul
de los que vuelven de alta mar
llegué a Granada
y la vi transparente
peinada de sueños
en su jardín de noches.
Bebí sus destellos
en las fuentes
y conocí el licuado
sexo de la nieve.
Respiré sus sombras
y llené mis pulmones
para futuras alboradas.
Ahora que mi padre me reclama
con lágrimas de arena
me duele alejarme de su aroma.
Un jardín propio
por un mar de altura,
una jaula cerrada
por un cielo abierto,
mis dos ojos
por una estrella lejana,
y por tu amor
¿qué puedo darte yo por tu amor?
no tengo nada que valga tanto.
24. La soledad
es oír como se apagan las estrellas
sobre el firmamento en desorden de tu pelo.
Y la tristeza
un ventarrón vacío
que al amanecer se vuelve caricia.
Eres un libro expuesto a la ventisca,
ave trémula en el paraíso,
manojo de plumas que oprime mi corazón.
Mis sueños vuelan
por tus verdes silencios,
y mis labios de vino se humedecen
en las dulces sombras
que tu cuerpo deja.
Solitaria banderola de aire
traspasada y libre
así es mi pasión
flameada por tu mirada ciega.
En mi corazón
los deseos se elevan
hacia un cielo de hierba
y bajo mis pies
se deshacen los senderos
como si fueran de nieve
La temperatura del alma
llega aquí a igualar la de las
flores.(Pero no pretendo soñar)
Para los ojos es bueno seguir el
rastro bicolor de las mariposas.
Pétalos sin destino, jeroglíficos al
sol. Se posan en la quietud del
mundo, y turban mi espíritu.
25. L
as claras noches de tu piel
oscurecen mis ojos extranjeros
los echaré al agua
como dos peces
para sentir
el aleteo de tus párpados.
Te esperé, te esperé
y sólo llegó hasta mí
el brazo desnudo del amanecer.
Buscando la libertad
he terminado a las puertas de tu prisión
y ya no conozco otra llave que tu amor.
¿Cómo será el mar sin ti?
¿Se convertirán en arena mis recuerdos?
Me estremezco bajo la lluvia fina del olvido
pero mi embriaguez de ti no la he perdido.
26. Yalal ad-Din Muhammad Baljí
1 Muestra ti rostro, que anhelo
campos y jardines floridos;
abre los labios, que azúcar
en abundancia yo anhelo
3 En tu vecindad, oí
el tambor del halconero; he
vuelto porque es el brazo
del Sultán lo que yo anhelo.
5 Tu rechazo en el umbral ―
2 ¡ Sol de hermosura ! ¡ Oh, tú, sal
un momento entre las nubes
porque ese rostro radiante y
luminoso yo anhelo.
4 Dijiste con gracia picara:
―No me molestes más, ¡vete!‖
Tu decir: ―
No me molestes más, vete‖,
es lo que yo anhelo
Vete, el Señor no está en casa‖
Tu gracia y aún tu rudeza
en el umbral, son mi anhelo
6 El pan y el agua del cielo son
un torrente traidor:
7 Como Yacob me lamento
Yo soy un pez, un Leviatán,
y lanzo gritos de pena;
el mar de Omán es mi anhelo.
la dulce faz de Yusuf
es aquello que yo anhelo
8 Por Dios, que sin ti este pueblo
9 En las manos, una copa
es la cárcel para mí
y del amado unos rizos:
Salgo afuera y vago;
así, danzar en la plaza
pues montaña y desierto anhelo
del mercado es lo que anhelo
11 Mi alma está fatigada
del tirano faraón.
La luz de Moisés, el hijo de
Imran, es lo que anhelo
10 Mi corazón ahíto
de estos débiles amigos;
el León de Dios y Rustam,
hijo de Zal, son mi anhelo
27. Sa'id al- Bistamí
C
uenta lo que le ocurrió a una pareja de
amantes cuando ella enloqueció y empezó a
delirar e insultar a su enamorado.
Los amigos de él, le requerían:
"¿Cómo puedes amar a una mujer
que ha perdido el juicio y te maltrata?"
Pero él les respondía:
"Antes no la quería por su cordura,
ahora tampoco la voy a dejar de querer por su locura.
La quiero simplemente porque es ella.
Y loco también es el que ama."
Ayer subí por las cuestas empedradas de tu atalaya,
cuando el velo del atardecer dejó de arder y Granada se
ensombrecía en los ojos de una gacela preñada de brasas.
Te rondé a medianoche por veredas
y terrazas polvorientas de luna,
trasegando mis sueños a cielo abierto, c
on el vértigo de estar tan cerca y tan distante.
Hallé tu casa encendida,
las ventanas de tus aposentos abiertas
y las de tu alma entornadas.
Adiviné cómo ordenabas tus utensilios domésticos,
tus libros y tus deseos antes de dormir
y en un silencio imantado de estrellas
llegué a oír tu voz entre los muros como fina alfaguara.
28. CARICIAS
Caricia es también tu mirada
la brisa de tus pensamientos
el jardín de tu pelo
tu manera de retirar el cuello
tus hombros de luna en sombra
tus pezones en la tormenta de tus vestidos
el oasis en reposo de tu ombligo
las riberas mayores y menores de tus labios
tus muslos fluviales
la pulpa frutal de tus rodillas
tus pies tus dedos tus uñas de colores
y tu sonrisa también que rompe el cielo.
Abu Ahmad Ibn Sa'id : Al - Andalus
Es una idea antigua
mantenida por los sabios de Persépolis,
que la tierra es un animal que se alimenta
con la boca en Bagdad, los ojos en Damasco
y el ano en el país de los frany.
No te sorprendas pues de la dulzura del paisaje
porque Granada cae a la altura del corazón.
(1)
Aún me corta tu frío aliento transparente,
la brisa de tus besos sin labios,
tu oscuro pelo lloviéndome en la boca.
Tus manos viajeras, tu cuerpo tibio y vegetal,
la fronda de tu alma en esa tarde de árboles y viento.
El cielo deja un brusco brillo,
un temblor cercano de hoja suelta
en los estanques manchados de noche,
ahora que ya no tienen peces,
rompiéndose el agua en mi interior.
29. La tierra es habitable
hasta donde alcanza tu mirada
como el mar silencioso de tus ojos.
Más allá las tinieblas,
los pueblos sin nombre,
las ciudades que sólo brillan
en la imaginación de las piedras.
Y cuando tú te muevas
toda la bóveda celeste
Ahora que he crecido
girará conmigo.
como duna frente al mar
ahora que tengo los años de la arena
hubiera podido darte todo el viento
de mi amor.
Entré en tu jardín oscuro
con la pálida luna
por el sendero del viento
Cuando haya acabado
desde entonces ruedo
como lluvia sobre pétalos de beberme una a una las estrellas
descubriré tu estela fugaz
de la inquietud al deseo
como un ave que anidó un día
en mis costillas.
Oigo tus cabellos
cuando caen como lluvia
y me pregunto si tú lo sabes.
Un amor que se va
es como desandar un camino
se reconoce el paisaje
pero se siente uno perdido.
Bajo mis pies la hojarasca
crepita
en el silencio de las veredas.
La escarcha de mi alma
resguarda
el amor helado en mis venas.
Después de las tormentas
las palmeras se dejan acariciar
por la brisa.
Sobre nuestros lagos interiores
el viento no se detiene.
Escucho el corazón de tu sombra
siento tu pulso de paloma huída
sólo la luna ilumina la neblina
de mis sueños donde una vez
te quedaste muy cerca de mí.
30. En los desiertos azules
resplandecen las estrellas
del mar que los cubrió.
De mi amor que era
como un río que se ensancha
ahora sólo queda
un hilo de agua entre las rocas.
Durante muchas noches, no verte,
fue como estar ciego.
El olor oscuro de los árboles
en mis sábanas
susurros de alborada
en las ventanas
la estrella polar helándose, en tu pubis
y la vida remota
como una cascada de hierro
porque tu silencio, llenaba mi silencio
ruidosamente entre la gente.
OMAR KHEYYAM :
“RUBAIYYAT”
( Poeta persa siglo XI )
¿ Por qué debe inquietarme lo que oculta el futuro ?
La desgracia persigue al hombre temeroso.
Alégrate y no tomes la vida muy en serio:
las zozobras no alteran el curso del destino.
Aprendí y olvidé. Llevaba en mi cerebro
en orden mis ideas, cada una en su sitio.
Viví inquieto hasta el día que vi lo imposible
de afirmar o negar la más pequeña cosa.
M e dieron la existencia sin consultar conmigo.
Luego aumentó la vida día a día mi asombro.
Me iré sin desearlo y sin saber la causa.
VOLVER
31. POESÍA HEBREA *
* No existe una palabra en hebreo para «poesía».
Con el vocablo “shir” se designa un cantar o una melodía o un poema.
La poesía semítica no consiste en versos rimados, sino en la
correspondencia del pensamiento de sus miembros,
o sea, un ritmo lógico que se llama paralelismo.
32. Joel 1,2-7
LA LANGOSTA ( siglo VI a.C.)
Oídlo, jefes, escuchad, campesinos:
¿Sucedió cosa tal en vuestros días
o en los días de vuestros
antepasados.
Contádselo a vuestros hijos,
vuestros hijos a sus hijos,
sus hijos a la siguiente
generación.
Despertad, borrachos, a llorar,
gemid, bebedores de vino,
que os quitan de la boca el licor
Porque un pueblo invade mi país,
apretados, sin número;
sus dientes son dientes de león,
tiene quijadas de leona
Dela mis viñedo desolado
y reduce las higueras a astillas,
pela y descorteza hasta dejar
blanquecinas las ramas
33. Eclesiástico 13,21 - 23
RICO Y POBRE ( 180 a.C.)
Tropieza el rico: lo sostiene el vecino;
tropieza el pobre: lo empuja su vecino.
Habla el rico: todos a alabarlo;
y encuentran elegante sus sandeces. El
pobre se equivoca: le dicen: ¡Vaya, vaya!
Habla con acierto: nadie le hace caso.
Habla el rico: lo escuchan en silencio
y ponen por las nubes su talento.
Habla el pobre: preguntan ¿quién es?
Y si tropieza, encima lo empujan.
LA SEQUÍA( Siglo VI a.C.)
Jeremías 14,2 - 6
Se enluta Judá, sus puertas desfallecen,
sombrías en el suelo; lanza gritos Jerusalén.
Sus nobles envían por agua a sus criados:
van a las cisternas, no encuentran agua,
vuelven con los cántaros vacíos,
desencantados se cubren la cabeza.
Porque el campo se horroriza
al faltar la lluvia en el país,
los labradores defraudados se cubren la cabeza.
Hasta la cierva pare y abandona en descampado
porque no hay hierba
Los asnos salvajes se paran en las dunas,
venteando el aire como chacales,
con ojos apagados porque no hay agua
34. EL ENIGMA DEL AMOR
Proverbios 30,18 -19
( El poeta confiesa su estupor ante lo incomprensible del amor )
Tres cosas hay que me rebasan y una cuarta que
no comprendo:
el camino del águila por el aire,
el camino de la serpiente por la peña,
el camino de la nave por el mar,
el camino del varón por la doncella
AMOR DE JUVENTUD
Proverbios 5,15 - 18
( La presencia del agua, del pozo como símbolo en la poesía amorosa del A.T .)
Bebe agua de tu aljibe,
bebe a chorros de tu pozo;
no derrames por la calle
tu manantial generoso;
no se pierdan por las plazas
los caudales de tu pozo.
Sean sólo para ti
sin compartirlos con otros.
Sea tu fuente bendita
y sea siempre tu gozo
la esposa de juventud,
mujer de tus años mozos
35. Miqueas 2,1 - 5
PORQUE TIENEN PODER ( Siglo VII a.C.)
¡Ay de los que planean maldades
y traman iniquidades en sus camas!
Al amanecer las ejecutan,
porque tienen poder.
Codician campos y los roban,
casas y las ocupan,
oprimen al varón con su casa,
al hombre con su heredad
Por eso así dice el Señor:
Mirad, yo planeo una desgracia contra esa
gente, de la que no podréis apartar el cuello,
ni podréis caminar erguidos,
porque es una hora funesta.
Aquel día entonarán contra vosotros una
sátira, cantarán una elegía:
¡Ay que me roba y vende la finca familiar!
Nos apresa y reparte nuestras tierras,
¡estamos perdidos!
Así no tendrás quien sortee los lotes
a la asamblea del Señor
36. Eclesiástico 41,1 – 4.10 - 13
SENTENCIA DE MUERTE( 180 a.C.)
¡ Oh muerte, que amargo es tu recuerdo
para el que vive tranquilo con sus posesiones,
para el hombre contento que prospera en todo
y tiene salud para gozar de los placeres !
¡ Oh muerte, qué dulce es tu sentencia
para el hombre derrotado y sin fuerzas,
para el hombre que tropieza y fracasa,
que se queja y ha perdido la esperanza !
No temas tu sentencia de muerte,
recuerda a los que te precedieron y te seguirán;
es el destino que Dios asigna a todo viviente,
y ¿vas a rechazar la ley del Altísimo?
En la tumba nadie discutirá
por mil años, cien o diez.
Lo que viene de la nada vuelve a la nada,
y el impío del ser al no ser.
El hombre es un soplo en un cuerpo,
pero el nombre del compasivo no perece
Respeta tu nombre, porque él te acompañará
más que mil tesoros preciosos
Los bienes de la vida duran años contados,
la buena fama, años sin cuenta.
37. Eclesiastés 3,1 -8
TIEMPO Y SAZÓN
Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas
bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir;
tiempo de plantar, tiempo de arrancar;
Tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo
de derruir, tiempo de construir;
tiempo de llorar, tiempo de reír;
Tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar;
tiempo de arrojar piedras,
tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar,
tiempo de desprenderse;
tiempo de buscar, tiempo de perder;
Tiempo de guardar, tiempo de desechar;
tiempo de rasgar, tiempo de coser;
tiempo de callar, tiempo de hablar;
tiempo de amar, tiempo de odiar;
tiempo de guerra , tiempo de paz.
38. Eclesiástico 31,12 -20
EL INVITADO
Hijo mío, invitado a la mesa de un rico,
no abras la boca diciendo: ¡Cuántas cosas!
Piensa en lo mala que es la envidia
que Dios aborrece.
Nada creó Dios más triste que el ojo:
por todo le toca a él llorar
Por tu experiencia comprende al vecino
y observa lo que a ti te desagrada.
Adónde él mire, no eches tú la mano, no
tropieces con él en la fuente.
Sírvete lo que te pongan delante;
no seas glotón y no quedarás mal.
Termina el primero, como bien educado y
no rebañes, para que no te desprecien.
Si estás entre muchos invitados, no eches
la mano antes que el vecino.
Al hombre sensato le basta con poco,
y en la cama no se sofoca.
Mientras que el necio sufre dolores,
insomnio, tortura y retortijones.
A estómago ligero, sueño saludable; a la
mañana se levanta bien despierto.
39. Proverbios
10,26-Vinagre a los dientes, humo a los ojos:
el holgazán al que le dan un encargo.
21,25- Los deseos dan muerte al perezoso,
pues su mano se niega a trabajar
22,13 - ¡Fuera hay un león- dice el holgazánen plena calle me matará
24,30 – Por el campo pasé, del perezoso,
junto a la viña, del hombre sin juicio: todo
eran espinas que crecían
y los cardos cubrían su extensión,
vi la tapia de piedras derruida y al
mirarlo me puse a meditar:
Un rato duermes, un rato descansas,
cruzas un rato los brazos, te tumbas,
y te llega la pobreza del mendigo,
la indigencia del vagabundo.
26,14 La puerta da vueltas en el quicio,
el perezoso en la cama.
El holgazán mete la mano en el plato
y le cuesta llevársela a la boca.
El perezoso se cree más sabio
que siete que responden con acierto.
40. Yehudah Ben Samuel Halevi
Nace en Tudela (Navarra) en 1070
y muere en Jerusalén en 1141.
Filósofo y médico judío español y,
sobre todo, uno de los poetas judíos
más excelsos de la literatura
hispano-hebrea
41. Yehudah es el creador del género
sionida, poesía generalmente de
forma qasida, en la que se
manifiesta un ardiente deseo de
encontrarse en Jerusalén
Está considerado como el mejor
poeta medieval en lengua hebrea.
Su obra poética es muy extensa,
inspirándose en los temas más
variados: el amor, la amistad y el
mar. Del Diwan escrito en Toledo
se conservan panegíricos, cantos
de boda, elegías y composiciones
autobiográficas.
Poeta culto, autor de una poesía
lírica rica en metáforas y
descripciones, donde abundan las
reflexiones filosóficas y religiosas.
Utiliza diversas métricas y
estrofas.
Son famosas algunas de sus jarchas
profanas escritas en el naciente
romance, al final de las moaxajas
y de gueulot y ahavot de temática
religiosa, entre las que destaca El
Quesudá o Himno de la creación
42. La cierva lava sus vestidos en las aguas de mis lágrimas
y las tiende al sol de su esplendor.
No precisa agua de manantiales, pues tiene mis ojos,
ni sol, con la belleza de su figura.
Graciosa gacela, con tu hermosura me cautivaste,
cruelmente me esclavizaste en tu prisión.
Saboreo una roja manzana cuyo aroma es
como la fragancia de tu rostro y tu atavío;
tiene la misma forma de tus pechos
y el color de ese rubí que asoma a tus mejillas.
La noche en que la joven gacela me descubrió
el sol de sus mejillas y el velo de su pelo, rojizo cual rubí,
cubriendo, sobre sien de húmedo bedelio, su bella
imagen, se parecía al sol, que cuando despunta
enrojece las nubes del alba con su brillante llama.
Contra la víctima de tu amor arrecia el combate,
inflama el querer con el fuego de la distancia.
Me desdeñas, ¡por eso blandes contra mí la lanza!;
También siento yo hastío de mi alma, ¡desenvaina!
¡Hermosa doncella!, no conviene que tu amado
Esté cautivo, acércate y aleja el carruaje de la ausencia.
¡El lecho de mis penas troca en gozoso tálamo,
y da a gustar a tu amante leche y miel!
La paloma, cual sol, recorre la Esfera;
domina con firmeza todo lo creado.
Sus ojos son dardos que no yerran el corazón del hombre;
ella con inquina derrama su sangre.
Confía la protección de las flores de su Edén
a la flama de la espada llameante.
43. Víboras son tus mejillas, mas de ellas fluye bálsamo;
al ausente torturan, al que está cerca sanan.
De tu boca y del panal de tus mejillas, da a gustar
al que te ama un poco de bálsamo y de miel.
Amargura y dulzor cercan mi corazón:
la ponzoña de la ausencia y la miel de tus besos.
¿Qué te pasa, gacela, que no envías tus mensajeros
al amado cuyo pecho rebosa de dolor por ti?
Si después de mi muerte llegara a mis oídos
el tañer de campanillas doradas del borde de tu manto,
o preguntaras cómo le va a tu amigo,
desde el sol me interesaría por tu amor y bienestar.
Veo imagen de rubí sobre zafiros
al contemplar tus labios y tus dientes.
Seda bordada es el vestido de tu cuerpo,
pero la gracia y la hermosura recubren tus ojos;
las joyas de las doncellas son obras de artesano,
mas esplendor y encanto son tus adornos.
Tu fuego lame las gotas de las lágrimas, y hasta
corazones de piedra desgastarían tus sollozos;
yo he caído en el fuego de tu amor
y las aguas de mi llanto,
¡ay de mi corazón por mis lágrimas y tus brasas!
La ausencia amarga mi corazón al recordar
el panal de miel de tus besos en mis labios.
¡Ojalá pudiera yo vivir para recoger aromas
y mirra de entre tus pasos!
En el campo de las amadas, las gavillas del amor
se postran ante las tuyas.
44. La cierva, los preceptos divinos con sus ojos profana
me da alevosa muerte, sin que nadie me vengue.
El corazón me roba con los pechos que sobre su
corazón reposan; un corazón como de piedra,
que hace brotar dos manzanas erguidas
a la izquierda y la derecha, como si fueran lanzas
Cierva graciosa, ten piedad del corazón
en el que siempre moraste;
Bien sabes que el día de tu marcha
me hará morir tu ausencia.
Un día que mis manos pacían en su jardín
apretando sus pechos, dijo:
―detén tus manos, todavía les falta costumbre‖,
Y me ablandó con palabras que mi corazón
derritieron:
―¡Non me tankes ya habíbi!, fa-encara
dan`osu al-hilala rahsa; ¡bastante fermosu!‖ (Sic)
Cómo imaginarte cual ángel en la tierra
si consumes mi zarza?
Si el Destino pretende retenerte y te guarda cual maná,
en mi corazón tienes un lugar firme y seguro.
¡Aquí me tienes si deseas mi muerte!
¡llámame y responderé!
No hay en mi boca engaño,
¡te lo juro! Pídeme lo más arduo.
Pocos son mis días y tuya es mi vida,
¡ojalá la alargaras!
Te revistas o no de brocados como las señoras,
te basta tu figura, pues te adornas de encanto
y no de joyas. Estás colmada de hermosura,
¿qué te añaden collares y lunetas?
¡sólo impiden abrazar tu garganta, besar tu cuello!
45. ¿He de tener cuitas, si la luz de tu rostro
es mi sol y mi luna?
Hubiera podido recoger de entre tus dientes
la miel y el bálsamo,
si no fueran armas de tus ojos la ira y la cólera.
¿Por qué, ¡oh doncella!, seré por tu amor muerto
sin armas? Ve mi rosa en tu mejilla que anhela liberarme.
La cierva que surgiera como el sol,
aflige a su amante con su ausencia.
¡Saludos a la joven gacela
aunque el fuego de su amor me abrase!
La vida de su voluntad depende,
junto a ella los muertos resucitan.
Sus cabellos son dorados, perfecta su hermosura,
¿cómo puedes, ¡oh gacela!, devorar cual león?
Recuerdo el día en que me prometió
devolverme a la vida, y lo cumplió:
con dos manzanas confortó mi alma,
que volvió a mi cuerpo,
no sin antes haberme con ellas traspasado.
Se abrazó a mi costado durante todo el día,
y al ponerse el sol se retiró
para marcharse a casa, gritando amargamente.
No te alejes, gacela,
que mucho te he querido desde siempre.
Eres mi amor y mi deleite,
me basta tu favor, ¡me basta!
Me acosa mi amado en el palacio
al delatarme la lengua de mi aroma,
pero yo le seduzco y le derroto.
Siente el amado que es mi presa,
mas el corazón en mi costado es su prisión,
entre mis ropas y bajo mis collares
46. Para subir a apacentar en los jardines
baja, ¡oh ciervo!, para coger lirios;
toma de la palmera palmas,
racimos de alheñas de ‗En-Gedi,
bañados por mi belleza.
¡Qué hermosas brotan mis aguas y riegan mis campos!
Te abrazaré de noche, al anhelado crepúsculo,
y mi dulzura será el fruto de tus labios.
a ti que eres todo mío he de decirte:
―Muy hermoso te veo, amado mío,
Dios te entregó en mis manos;
sólo a ti te daré mis amores,
y dormirás entre mis pechos.‖
Si le pido la miel de sus labios,
enrojece como el sol que despunta.
Su canción atraviesa mis entrañas
cuando canta para avivar mi hoguera:
―besa mi boca y ya es bastante, amigo mío,
besa, besa, besa mi boca,
y olvida tu mala estrella, amado mío‖.
¡Ojalá tenga piedad del corazón de sus amigos
el corazón que produce dos manzanas,
a izquierda y derecha como lanzas,
encaramadas en un tallo
sobre rama hermosa del árbol de la vida.
Desde que al partir soltó mis amarras,
suplico sin que nadie me atienda.
¿Qué ocultaré? Mi morada me delata,
mis lágrimas no disimulan mi mal,
tan pesado que no puedo resistirlo.
Un día da la vida, otro la muerte.
47. Te conjuro, ¡príncipe de la belleza!,
¡mi preciosa gacela!: aleja los pesares
esta noche mía, con tu compañía reúne
un tropel de delicias para el pobre corazón doliente
Labios de rubí con hileras de perlas,
ojos como flechas aguzadas,
bellas mejillas cual rosas encarnadas,
rostro sembrado de jardines del Edén
moldeado sobre gentil tallo de bedelio,
en tálamo fiel criado,
bien guardado; así son los males de su amor
en el corazón del amante, enfermedad sin cura.
Sobre las alas del viento pongo mis saludos
cuando hacia mi amado sopla con el calor del día;
sólo pido que recuerde el día de su partida,
cuando hicimos un pacto de amor junto al manzano.
Chuparé tus labios rojos, ardientes como
brasas, y mis mandíbulas serán como tenazas.
Fuego tomaré de tus mejillas
para apagar llama con llama;
cuando esté sediento,
allí encontraré agua.
¡Por la Alianza!, amado mío, ¡por tu vida!
¡por vida del amor que me lanzó una flecha!
¡Juro que soy siervo del amor que ha perforado mi oreja
y ha partido en dos mi corazón!
Irritado estoy con la gacela
por haberme puesto en cautiverio.
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48.
49. Casidas de amor
Ibn Ali ibn Muhammad al-Arabi
(Murcia 1165- Damasco 1240)
Miró el rayo oriental y amó el Oriente
de fulgurar en Occidente, el occidente hubiera amado,
pues mis ansias de amor son por el rayo y sus fulgores
no decidieron mi amor ni los lugares ni la tierra.
La brisa me ha narrado de ella un decir aprendido
del dolor y de mi pasión, de la tristeza y de mi sufrimiento,
del éxtasis y de mi razón, de la nostalgia y del amor
de las lágrimas y de mis ojos, del fuego y de mi corazón.
Aquella a quien amas sólo está en tu pecho
y la brizan tus suspiros
Yo le dije: Hazle saber que ella es
quien causa el fuego de mi corazón.
Sólo puede apagarlo la unión eterna
y si arde más no es culpa del amante.
50. Ibn Ali ibn Muhammad al-Arabi
¡Qué dolor en mi corazón!
¡Qué dolor!
¡Qué gozo en mi alma!
¡Qué gozo!
En mi corazón arde la pasión, como un fuego,
En mi alma se ha puesto una luna de tiniebla.
¡Oh almizcle!
¡Oh luna!
¡Oh ramos sobre la duna!
¡Qué verde!
¡Qué esplendor!
¡Cuánto aroma!
¡Oh boca sonriente, cuya humedad adoro!
¡Saliva cuya miel he probado!
¡Luna revelada, con las mejillas cubiertas
del rojo del atardecer!.
Desnuda de sus velos,
sería tormento y por ello es esquiva.
Sol mañanero que escala los cielos,
ramo de duna en un jardín plantado,
lo contemplo sin pausa, con temor reverente,
y riego el ramo con suave lluvia celestial.
Cuando se levanta es maravilla en la mirada,
cuando se pone es causa de mi muerte.
Desde que la belleza puso sobre su frente
corona de oro virgen, amo el oro.
Si Satán hubiera contemplado en Adán
el fulgor de su rostro, no se hubiera revuelto.
Si Hermes hubiera interpretado las líneas
que la belleza escribió sobre su rostro, no
hubiera escrito nada.
51. Ibn Ali ibn Muhammad al-Arabi
Si la reina de Saba la hubiera visto sobre el trono,
no pensara en el suyo, ni en palacios.
¡Oh el sarh en el valle, el ban en la espesura!,
enviadme con la brisa vuestro perfume,
cargado del aroma dulce
de las flores entre tus valles y colinas.
¡Oh ban del valle!, muéstrame tus ramas
y brotes suaves como las líneas de su cuerpo.
Narra la brisa la juventud pasada
en Hájir, en Miná y Qubá,
y en las dunas donde el valle se tuerce, junto al vedado,
y en La'la', donde pacen las gacelas.
No es extraño, no es raro
que un hombre se enamore de las bellas
y, cuando arrulla la paloma,
con el nombre de su amada se extasíe.
Y ¡qué gozo!
¿Cuánto tiempo murmurarás amoroso
en las dunas de Hájir a las hermosas, oh galán árabe?
¿Qué soy yo sino árabe, y por ello enamorado de mujeres
de tez blanca, apasionado de las bellas?
Nada importa si es un amanecer mi amor,
o es ocaso, mientras ella esté en él.
Siempre que dije: "¿Sí?", pensaron: "Se negó",
y cuando subieron a la altura
o bajaron a la ribera
yo atravesé desiertos,
incitando su búsqueda.
Mi corazón es el Samirí del tiempo;
siempre que ve huellas,
busca la que se hizo de oro.
Y cuando llega el día o el ocaso
es el gran Alejandro buscando el camino.
52. Ibn Ali ibn Muhammad al-Arabi
¡Cuántas veces clamé ansiando la unión!
¡Cuántas veces, clamé por temor a su marcha!
"¡Oh, hijos de Zaura! Ella es una luna
nacida entre vosotros, que en mí se pone."
¡Ay de mí! ¡Mi Dios! A causa de ella, ¡ay de mí!
Cuántas veces he gritado tras ella: ¡Ay de mí!
¡Pobre de mí!, pobre de mí por este mancebo
al que, cuantas veces la paloma canta, se le
desvanece.
¡Daría mi vida por las doncellas tan blancas y ruborosas
que jugaban conmigo al besar el Pilar y la Piedra!
Cuando te pierdes tras ellas,
sólo te guía su perfume, huella exquisita.
Nunca me sorprendió la oscuridad de una noche sin luna,
sin que su recuerdo me hiciera viajar bajo la luna.
Cuando entre sus cabalgaduras se me hace de noche,
la noche se hace como sol al romper el día.
Cortejo por mi amor a una de ellas,
la más bella, sin par en la humanidad.
Cuando desvela el rostro
descubre un esplendor
como sol que apunta
en oriente sin fin.
Su blanco rostro
Pertenece al sol y son de la
noche sus rizos tan negros,
sol y noche juntándose,
forma maravillosa.
Por ella estoy de noche
en luz de día,
y al mediodía,
por su pelo, en noche.
53. Abu Nuwas
Estos versos directos,
rebeldes y libertinos,
aunque no los más atrevidos,
representan en cierta medida
la expresión, estilo y temática
de la obra de Abu Nuwas,
el gran poeta árabe del vino
y el erotismo homosexual.
54. Abu Nuwas
Hombres, ¡a mí qué me importan
las espadas o los combates!
Yo sólo sigo a una estrella:
la del placer y la música.
En mí no confiéis,
pues soy de aquellos que rehúyen
encontronazos y embates.
Cuando veo el enemigo
salto sobre mi potrillo
con las riendas colocadas
por el lado de la cola.
No sé cómo es un arnés,
ni un broquel, ni un alfanje.
Todo mi afán es saber,
cuando sus guerras estallan,
por qué camino escapar.
Si de juergas se tratara,
de beber vino sin mácula
o de pasarme la noche
junto a vírgenes luciendo
sus vestidos de luto negro
me veríais con razón
como héroe de los árabes.
¡Cántame, oh Sulaimán,
y llena de vino mi copa!
¿No ves que apareció al alba
bajo sus tenues velos?
Cuando te llegue la jarra
agárrala y sírveme:
quiero que ella te distraiga
de la llamada del almuédano.
Sírveme el vino sin tregua,
a la vista de todo el mundo,
y hagamos como los de Sodoma.
55. BADR SHAKIR AL SAYYAB
(Irak 1926-1964)
A GARCÍA LORCA
En su corazón hay una hoguera,
su fuego alimenta a los hambrientos,
el agua, por su calor, hierve.
Su diluvio purifica la tierra de maldades,
sus pupilas tejen una vela de llamas
uniendo con los husos de la lluvia
sus hilos, con unos ojos que chispean,
con los pechos de las madres al amamantar,
con cuchillos donde se derrama el sabor del fruto,
con los cuchillos de las matronas al cortar el
cordón umbilical,
con los cuchillos de los invasores que muerden los
rayos,
su vela húmeda como la luna,
su vela fuerte como las piedras,
su vela rápida cual mirada furtiva,
su vela verde cual primavera,
roja teñida de sangre,
se asemeja al barquito de un niño que al hacer
pedazos el libro
llena con barquitos de papel el río.
Se diría que fuese la vela de Colón entre las olas.
Se diría que fuese el Hado.
56. YSÂ AL – YASIRI
(vive actualmente en Canadá)
Los niños de mi patria
¡Oh! niños de mi patria
donde el sol no sale
y la primavera
no la da visitas.
Vosotros que vendéis vuestra niñez
por hogazas de pan
y por latas vacías y oxidadas
dejadme abrazaros entre mis manos y lloro.
Habéis olvidado
los nombres de vuestras escuelas,
los momentos de la inocencia,
y ante todo
habéis olvidado que
aún sois niños.
Vuestras alegrías
se han apagado
como playas en las barcas
las han abandonado,
y sobre sus arenas
no se han paseado
las blancas gaviotas
¡Oh! buenos pajaritos
estoy arrodillado ante vosotros
como un santo delante de Dios.
57. SALAH HASSAN (1960)
HUIR DE LA FAMILIA
No era mala idea.
Soñé con una casa y la habité.
No era mala idea.
Soñé con una mujer y me casé con ella.
No era mala idea.
Dibujé cuatro niños y los tuve.
Tampoco era mala idea
cuando dibujé una puerta trasera de la casa
por ella me escapé.
Bagdad
¿Eres una patria o un campo de tiro?
¿Eres un paisaje que hay que destruir
o una escalera de víctimas
que no se sacia de su muerte?
Bagdad
¿Eres una cesta que se hunde
y no se llena sino de vida?
¿Acaso es ésta tu fiesta
o tu muerte?
¿Estos caramelos de fuego
son para tus niños muertos
o para la última fiesta de tu degollación?
Entonces, muérete.
Volvámonos de donde hemos venido
a los desiertos y al infinito
esperando un nuevo profeta.
58. IBRAHIM NASRAHLLAH ( 1948 )
LA MUERTE
En tiempos de mi abuelo la llamaban: Turquía
En tiempos de mi padre: Gran Bretaña
Nosotros la llamamos: Estados Unidos de América
hemos hecho mucho entonces
Al menos sabemos lo que es,
para que nuestros niños no malgasten sus vidas
¡buscando su nombre!
DÍAS
El primer día
sostuve mi mano mientras dibujaba un ataúd
Entonces me enviaron una corona
Al segundo día
sostuve mi mano al dibujar una flor
Entonces me enviaron un ataúd
Al tercer día grité a plena voz
Quiero vivir
Entonces me enviaron un asesino
FE
Cada vez que oigo hablar acerca de un tigre
que devora a su entrenador en el circo
o a su guarda en el zoológico
me elevo en alegría, dentro de mi jaula
59. ABBÁS BEYDÚN (1945)
EL SOLDADO
Ahora voy a ser el soldado de mi vida.
La sirvo como sirvo a mi bandera.
El soldadito de mi vida soy, mi sola tarea es
desfilar.
Yo con mis zapatos lo haré.
El viento en la cara.
En mi pecho canta, avanzo.
Se enciende mi sangre, me chorrea la
existencia por la camisa, avanzo.
Firmes las rodillas, llenas de secretos y de
fuerza, avanzo.
Pasos rotundos y prietos, imprimo mi
corazón,
Imprimo mi alma, le doy un puntapié,
avanzo.
A cada paso encierro y libero una vida bajo
mi pie,
levanto y aplasto mi destino.
Ahí está, el soldadito de mi vida, mi sola
tarea es desfilar
60. WADIH SAADEH (1948)
LOS NOMBRES DE LOS MUERTOS
Abrió la mano y contó con los dedos
Los nombres de los muertos,
Luego usó los dedos de la otra mano.
Añadió a la lista los colores que le
rodeaban,
Las ramas del árbol que estaba frente
a su casa,
Las plantas del camino y las hojas del
bosque.
Y antes de dormirse,
Añadió su propio nombre.
EXTRANJEROS
¡ Qué oscuros son!
¡Qué tontos son!
¡Qué cabreo tienen
sus pequeños y las mujeres!
¡Éstos han venido extranjeros!
Y han vuelto a sus casas extranjeros.
Así se han sentado a pensar tranquilamente.
Los asientos, al atardecer
61. Muin Basisu
nació en 1927 en Gaza.
En 1948, tras la implantación del Estado de Israel,
se vio obligado a marcharse de Palestina, eligiendo
primero El Cairo como lugar de residencia y luego
Bagdad
TRES MUROS PARA LA SALA DE
TORTURA
Al alba
Yo resistiré...
Mientras haya en el muro una página en blanco
y no se derritan los dedos de mi mano.
Aquí, alguien pulsa
un mensaje a través del muro.
Nuestros hilos se han convertido en nuestras venas,
las venas de estos muros.
Toda nuestra sangre se derrama
en las venas de estos muros...
Un mensaje a través del muro:
Ellos han cerrado una celda,
han matado a un prisionero,
han abierto otra celda
y han llevado a un prisionero...
62. Muin Basisu
A mediodía
Ellos me han puesto delante el papel,
me han puesto delante el lápiz,
me han puesto en la mano la llave de mi casa.
El papel que han querido manchar
ha dicho: ¡Resiste!
El lápiz cuya frente han querido mancillar en el barro
ha dicho: ¡Resiste!
La llave de la casa ha dicho:
En nombre de cada piedra
de tu humilde casa ¡Resiste!
Un golpe en el muro
es el mensaje de una mano rota
que dice: ¡Resiste!
Y la lluvia cae
golpeando el techo de la sala de tortura.
Cada gota grita: ¡Resiste!
Al ponerse el sol
Nadie está conmigo,
nadie oye la voz de este hombre,
nadie lo ve.
Cada noche, cuando los muros
y las puertas se cierran...
él sale de mis heridas sangrantes
y camina por mi celda.
Soy yo.
Es como yo.
Le veo de niño
y con veinte años.
Es mi único consuelo,
mi único amor.
Es la carta que escribo cada noche
y el sello para el amplio mundo
y el pequeño país.
Esta noche lo he visto
saliendo de mis heridas
sombrío, torturado, triste,
caminando en silencio, sin decir
nada, como si dijera:
No me volverás a ver si confiesas,
si escribes...
63. Muin Basisu
A UNA TURISTA
Perdón, señora. Ha venido cuando
Las manos de los poetas han sido cortadas.
¿Qué hay para vender en el Este?
Nosotros hemos vendido a una turista vieja
que ha llegado antes
la tumba de Saladino
y la ciudad de Hittin.
Hemos vendido los jardines de Babel,
las flores y capullos en los mercados del mundo,
hemos vendido los dedos y los anillos.
No nos queda más que las pirámides,
¡y qué pesadas son sus piedras!
La esfinge está herida,
morirá si no abandona esta tierra,
si no se quita de su frente el cuchillo.
Perdón, señora. Hemos vendido el último ataúd,
hemos arrojado al río el último tintero
y hemos degollado al último gallo que cantaba.
No nos queda más que Dios,
que corre cual gacela verde perseguida por
todos los perros de caza
y galopantes mentiras.
Le perseguiremos. Cazaremos a Dios para usted.
Los que vendieron al poeta, señora,
venderán también a Dios
64. Abü L Abbäs
(Padre de Abbäs)
Ahmad ben Abd Alläh
(Ahmad, hijo del Siervo de Alá)
Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
Nace en Tudela 1092 d.C.
Muere en ¿Sevilla? 1130 d.C.
Elogios de sus antólogos medievales:
<De inteligencia desbordante, captadora de hondas reconditeces;
perspicacia lúcida para los secretos; pensamiento capaz de extraer de las
minas del saber, perlas inigualables; ciego, pero alcanzando
exhaustivamente los secretos de los donaires con la “mirada” de su
ingenio y la vista de su espíritu burlón;…>
<< Si cantaba a la noche, no amanecía y si admiraba la aurora en el
oriente, no huía; qué luna en plenilunio refulgente; qué torrente
despeñado al que ningún obstáculo detenía; qué aparición alegre en las
ensoñaciones; qué corcel ganador en las repentizaciones poéticas…>
El crítico y conocedor de la moaxaja; Ibn al Hatïb dice de él:
<<Qué maravilla, qué fluidez, qué genialidad y capacidad de síntesis,
qué expresiones tan suaves como la brisa las de este Maestro
de la armonía en la estrofa y en su invención estilística…
hasta el punto de que su hacer en el campo de la
moaxaja se ha convertido en prototipo para todos
los poetas árabes de oriente y occidente.
Su poesía va a la cabeza de todos, sin que nadie
le dé alcance…>>
65. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
Especialmente conocida es la elegía que escribió a la muerte
de su esposa, a quien invoca con el nombre de Amina
Extractos de la elegía a la muerte de su esposa Amina
…a ese rostro (hasta hace poco afable y abierto)
lo ha demudado la muerte.
Lo lloré con copiosas lágrimas y cuando ya no me
quedaban, intentando en vano resignarme y tener
paciencia.
¡Ojalá le hubiesen enterrado en mis entrañas
pese a mis lágrimas y al lacerante dolor de mi corazón!
…¡Qué hacen bajo la tierra tus hermosas cualidades!....
…Aminora mi pena el que tu rostro se transparente en
hermosas flores y el que a la tierra donde arraigan le
abone y la riegue el recuerdo de mis lágrimas…
…Al enterrarte, los luceros de tus ojos lucen y
parpadean en el cielo…
…AMINA, angustiado estoy por ti: al perderte me he
visto privado de lo más dulce y valioso de mi vida…
Jamás AMINA dejaré de guardarte la ausencia y te
veré siempre en el vacío de tu cuerpo, donde te
buscaré…
…Todos se han ido consolando con tu pérdida, a los diez
o veinte días de tu ausencia.
El afán por heredar les obcecó; ya han dejado de
suspirar de vez en cuando y de soltar alguna lagrimilla.
Ya solo les queda un recuerdo en el que a veces fluye
una añoranza vertida en copas de falsía.
Si todas las mujeres fuesen
como la que yo he perdido,
habría que anteponerlas a los hombres.
Rueguen por ti los ángeles, los santos, y los puros…
…No te alejes de mí: que, aún en la frialdad
del sepulcro, el amor de tu corazón siga siendo
función de tu persona en el mío.
66. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
No permita Dios que yo pueda consolarme con tu pérdida.
Te añoro como el que se necesita así mismo…
…¿Pasará tiempo y más tiempo sin que yo pueda verte?
¿Me impedirán las adversidades buscarte el día del Juicio?
Aunque los tema, resuelto estoy a superarlas para ir hacia
ti, incluso entre los astros del Cielo…
…Si tu cuello esbelto carece de joyas, toma mis lágrimas
como perlas, tómalas y engárzalas; en ellas arde como en
ascuas el mal que me aqueja.
Sí, coge esas perlas marinas tan ansiadas: mis ojos son su
ostra y mi pecho su mar…
Pero no se lo cuentes a las huríes del Paraíso: no te las
fueran a quitar arteramente…
…¡Consuelo mío, mi tesoro y mi dolor! ¡Despierta! Pues
nunca supiste mostrarte insensible!
Pero, si bien a mi pesar, sigues con el cuerpo ceñido por la
tierra: no despreciaré el polvo que cae sobre oro fino.
¡Dichoso el sepulcro que abraza tu cuerpo! Sede es la
noticia y halo de la luna llena.
Siempre serás tú, aun cuando la consunción se agite,
cimbreante rama de sauce en floresta lozana…
…Cuando llegues al Edén reclámame pues nunca me has
precedido sin que yo te siguiese (¿Cómo ciego?) tras la
estela perfumada que difundías al andar, siempre sin
merma ni mácula de tu modestia y tu honor.
Y, si me demoro, no me censures; pues tal vez, como
siempre, me retrae el esfuerzo y me abrume la carga (¿la
ceguera?)
…¡Qué tus restos sean regados por el Cielo
Con nubes cargadas de lluvia!*
•Esta frase es equivalente entre los árabes
• a la nuestra:
¡Qué descanse en paz!
67. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
La jarcha que inspira en esta ocasión al ciego de Tudela
es el amor de una mocita cristiana por su frívolo galán.
El preludio y las dos primeras estrofas expresan la afición al vino del
Poeta (pese a la prohibición coránica) y la simpática locuacidad de la
tabernera mozárabe.
Las estrofas 3ª y 4ª cantan el amor por Ahmad de la “mocita”, que por
efectos de los tragos de vino a los que ha sido invitada, da suelta a su
lengua y revela su intimidad.
La 5ª expresa claramente el amor de la joven por el “guapo” Ahmad.
- 0–
Con los nocherniegos y los guardianes
en la tasca cristiana vine a pararme
-1 –
Rápida una moza nos trajo el vino
cortés saludando <<¡Sed bienvenidos!>>
Por el evangelio juró y nos dijo:
<<No lo he bautizado,
tiene aún su lacre
y del fuego nunca
sufrió embate>>
-2 -
Tabernera amable, dije a la hermosa
¿Entra en vuestros usos, beber en copa?
Mal no veo en ello – me dijo – es cosa
Que por tradiciones muy venerables
hicieron Prelados
y Ulemas graves
68. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
-3 -
Quiero confesaros gente del lugar
que he perdido el juicio por el guapo Ahmad
quien en su despego me puede matar.
Guardo este secreto
con mil afanes
pues si me descuido
al rostro sale.
-4Que al secreto faltan llantos de quienes amos
a esa ―cara de luna‖ tienen
cuyos ojos matan, cuando no hieren
¡Cuánto león fiero
mato implacable
sin que en su amor haya
deuda de sangre
-5
Por él, como loca, la muchachilla
que sufre desdenes y pesadillas,
le canta con pena su cancioncilla:
¡Amanü, Amanü
(¡Por favor, Por favor!)
Ya l- maîh gäre
(Dime galán:)
¿Borkë tu me qeres
(Por qué vos me queréis)
Y Allâh, matäre?
(, ay, Dios, matarme?)
69. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
MOAXAJA EN ELOGIO DEL VISIR ABU-L-HA^YAYÂ Y
Si el Visir, en buena hora,
un instante saliera
mi regocijo fuera
radiante como aurora.
De gozo y a su vera
temblaríamos todas
Y el céfiro al soplar
¡qué aroma esparciría
como flor de azahar
cuando amanece el día!
¿Conseguirá la niña el
amor que desea?
Su rostro bello, al alba, fiel
se lo representa
y sólo esta <<apariencia>>
podrá aliviar su pena.
Yä matre mïa räjma
A räyo da manyäna
Bëu Abü-l-Haÿyäÿ
la face de matrana
(Oh madre mía amada
al rayar la mañana
veo a mi Abul Hayay
―faz de luna‖ galana
70. Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
MOAXAJA A LA FUENT E DEL LEÓN (TUDELA)
Es un león, afinando, yo diría que
es una roca manado agua resplandeciente.
Parece el león, de la constelación del cielo
arrojando por sus fauces la Vía Láctea
MOAXAJA A UN BAÑO PÚBLICO (HAMMÁN)
¡Cuánto fulgor y cuánto esplendor
tiene nuestro hammán!
Se diría que es cosa de magia
Es un singular refugio voluptuoso
que tiene las cualidades del agua y del fuego
Como el corazón humano que encierra
alegría, pasión y tristeza.
Al mismo tiempo:
frescor y fuego
abrasador; como
una tarde
tormentosa y
lluviosa de verano.
En el suelo y
paredes, el mármol
blanco parece la
nieve al comenzar
a fundirse.
71. POEMA D E AUSENCIAS
Al Acmä l Tutïlï
(El ciego de Tudela)
Al sonreír, perla
y al desvelarse, luna.
Incapaz el tiempo de rodearla
mi corazón la cobija
Se agita (en mi recuerdo)
como rama de sauce;
Se cimbrea tiernamente
la acarician dos manos:
La brisa y la lluvia…
Sin ti nada puede remediar mi daño.
Guarda mi corazón que fue tuyo.
Me has quitado aguante
y sin embargo, espetodo ro
¡Ay de mí; me hiere lo que encuentro!
Impaciente y triste me dejó
pero la busco en el vacío vivo de su cuerpo con afán
Cada vez que digo ¿ahora?
Oigo ¿dónde está ese ahora?
¡(Que lejos está de la faz del tiempo
y del bullir del vino!
Ojalá mi pasión contenida,
Pudiera, con esfuerzo, alcanzarla
pues sólo su presencia me sanaría
VOLVER
73. David Diop
Nació en Burdeos en 1927, de padre senegalés y madre
cameruniana.
Murió en 1960 en un accidente aéreo en Dakar.
África
África, mi África
África de orgullosos guerreros en las sabanas ancestrales
África de los cuales mi abuela canta
en las orillas del río distante
Nunca os he conocido
sin embargo, la sangre fluye en mis venas
Su sangre preciosa negra que irriga los campos
La sangre de tu sudor, el sudor de su trabajo
El trabajo de su esclavitud
África, dime África
¿Es esto, este nuevo que se dobla, que se rompe
bajo el peso de la humillación?
Este nuevo temblor de cicatrices rojas
y decir sí a la fusta, bajo el sol del mediodía
Pero una voz grave me responde:
Niño impetuoso ese árbol, joven y fuerte,
ese árbol de allá,
magníficamente solo en medio de las flores blancas
Eso es el África surgiendo de nuevo.
Surgiendo pacientemente, obstinadamente
cuyo fruto poco a poco,
adquiere el sabor amargo de la libertad.
74. Antjie Krog ( Kroonstad),
Suráfrica, 1952. Poeta, filósofa, periodista, profesora,
conferenciante y editora
PATERNÓSTER
Estoy parada sobre una roca enorme en Paternoster,
el mar golpea franjas de espuma verde clara
en el aire valiente
Miro fijamente cada puñetera ola
en las tripas, al romper
la roca, tiembla bajo las plantas de mis pies,
los músculos de mis muslos se abultan,
mi pelvis abandona su resignada y adquirida inclinación,
¡qué diablos! yo soy roca, soy piedra, soy duna.
Mis tetas hacen un claro silbido de tetera de cobre,
mis manos agarran Moordbaai y Bekbaai,
mis brazos se lanzan estáticos más allá de mi cabeza
yo soy
yo soy
Dios me oye
¡una jodida mujer libre!
75. Breyten Breytenbach
Suráfrica, 1939. Poeta, pintor, novelista y ensayista.
FLORES PARA BUDA
Respiro hacia dentro
Expiro hacia fuera
Respiro en abundancia
y aspiro lunas de mimosa en racimos,
amarillas, como el verano
y el sosegado silencio,
en tu frente,
como en un mediodía de verano
Respiro un verano, un silencio,
y el aroma de pequeños racimos de lunas de mimosa,
una abundancia:
adentro
y
afuera
y
adentro
KWABENYA
Vivir en Kwabenya
y estar sin un burro europeo
es realmente retornar a la gente del pueblo
Ser uno con el grillo
Atukwei Okai
Ser uno con el conejo
Nació en Accra, Ghana, en 1941.
Ser uno con la mantis religiosa
La rana, la liebre y el tronchador
Y en ese contexto,
movilidad es igual a tu destino (mientras el cuervo vuela).
Dividido por la posibilidad de conseguir un levantamiento
Multiplicado por la posición corriente del sol
Multiplicado por la filosofía de la tortuga
Dividido por la geometría territorial del caracol
Más el ‗ser o no ser‘
Protocolo político del camaleón.
76. Abdourahman A. Waberi
Nació en Djibuti, en 1965. Reside en Caen, Francia,
desde 1985. Nómada por tradición y por temperamento.
CUADRO DESNUDO
El país de los otros
el otro país
el país otro que se burla de mí
otro yo mismo me susurra
tomar por país-en-sí la página
blanca
y rueda la vida
somos ese carnero de Panurga que
se apoya
sobre el lado-bajo de la no-patria
la bala: flor de un nuevo género
que prohíbe
todo transporte
toda lágrima derramada al
activo del amor
qué sacar de la leche agridulce de
la paz
Adamou Ide
EL VIENTO CALÍGRAFO
Nació en Niamey, Níger,
el 22 de noviembre de 1951.
Poeta y novelista.
Pincel en mano el viento dibuja CUADRO DE OCRE Y DE ESPUMA
Una entrada en sí
paisajes de palabras
canal invisible
montañas esculpidas
una salida hacia los otros
llanuras de sombras
la naturaleza se jacta de ser
enclaves de horizontes
corrosiva
el calígrafo cosquillea
los surcos inflamados del desierto a nuestros pies el cactus deposita
las violetas de su demencia
con un bastoncillo de tinta
delicada
77. María Conceiçao Lima
Nació en la ciudad de São Tomé, São Tomé y Príncipe,
en diciembre de 1962
LA HERENCIA
(Visión de mi padre de regreso a la casa
de su madre, la señora Novi, en Budo-Budo)
Sé que buscas aún
el secreto fulgor de los días
anunciados.
Nada de lo que te niegan
devora en ti
la memoria de los pasos calcinados.
Es tu casa este exilio
este asombro esta ira.
Tuyas las horas disipadas
el hostil presagio
la herencia saqueada.
Casi nada.
Pero cuando recto y lúgubre
marchas a lo largo de la bahía
un clamor antiguo
un rumor de promesa
atormenta la Ciudad.
La misma playa te aguarda
con su vientre de fruta y de caricia
su silencio de espanto y de carencia.
Comenzarás de nuevo, insomne
con manos de humus y basalto
como quien reescribe una larga profecía.
78. Jack Mapanje
nació en Malawi en 1944. Poeta, lingüista, editor
y activista de los Derechos Humanos.
CUANDO ESTE CARNAVAL TERMINE FINALMENTE
Cuando este espumoso carnaval termine finalmente, hermano
cuando tus venas tamborileras se sequen, estos mismos funcionarios
quemarán los textos de las plegarias que te cantamos
y astillarán las calabazas en las cuales bebiste.
¡Tus Hechizos, estos tambores, y las efigies ardientes serán
los cómplices de tu mundo armado con mentiras!
Debajo de tu choza de bambú sobre la playa, ellos harán una hoguera,
bajo el pretexto de darle a su héroe un verdadero funeral tradicional,
aunque en verdad es para librarse ellos mismos de otro
espíritu mortal que podría de otra manera haberlos embrujado,
Y al despertar nuevos danzantes enmascarados saltarán rápidamente
en la arena danzando al son de pieles más templadas, jactándose de
otros clanes de calabazas, mientras los embalsamadores bromean:
¿En qué creyó él que iba a convertirse, en un Dios?
¡Al Diablo!
ESTA CABEZA QUE AÚN SE RESQUEBRAJA
La cabeza
que realmente duele es
la esposa, los niños,
parientes y amigos
no admitidos,
la escasez
de espacio para respirar
y la materia legible.
El ruido del papel crepitante
y la pluma Impugnada.
79. Koulsy Lamko Dadouar
Chad, 1959. Poeta, dramaturgo, novelista,
guionista, actor, y gestor cultural.
¡LIBERTAD!
Una mañana se nos anunció,
entre dos ráfagas, dos metrallas tu casta,
tu nacimiento milagroso como jamás habías sido concebida.
¡Mas no quedó por eso!
Esa mañana se nos dijo Libertad
que eras en fin parte del jaque
donde todos los peones son pintados de bermejo
y degradados escarlata, violeta, negro sangre coagulada.
En fin, parte del juego de cartas
donde reyes reinas y lacayos,
nadan en una piscina
en que flotan cabezas, brazos, cerebelos,
testículos y pedazos de senos.
En una sopa de cebolla
sagradamente condimentada con especias
de la Fábrica ―dios es glorioso‖
El almuédano gritó sus borborigmos,
la campana agitó frenéticamente su glande
80. Esa mañana se nos dijo: ¡Libertad!
Que no eras ni oro, ni plata, ni petróleo, ni uranio,
ni cacería de hombres ni laberinto de prisiones subterráneas,
donde se emascula las vergas de los hombres, con la espina de cactus
donde se masturba a las mujeres, con la ascua de cigarrillo
donde se ata el dedo del pie al dedo de la mano, en indescriptible
postura de Kama-Sutra o de pescado ahumado.
Aquella mañana, se nos anunció,
que nos eras ofrecida
como si fueras un platillo de saltamontes salados
para embriagarnos en el Bar Charbon,
para acompañar nuestras cervezas espumosas.
El almuédano había gritado sus borborigmos,
la campana, su glande agitado frenéticamente.
Aquella misma mañana
Y después forzosamente no estabas en la cita de los ingenuos
ya que nunca habías sido
―lo que se ofrece o que no se ofrece‖
porque conquista de los pueblos siempre has sido.
la iguana de cola azotadora.
Y muy pretencioso el que cree haberte encerrado en su alforja
para generosamente ofrecerte a los demás hombres
¡Libertad!
Ya nadie sabe deletrear tu alfabeto
Ya nadie sabe donde comienzas tus primeros pasos
Ya nadie sabe más donde mueres.
¿Podías ser sólo ... :Libertad ?
81. Hamid Skif
nació en Orán, Argelia, en 1951. Poeta, dramaturgo y
narrador.
ESPOSADO
A la memoria de Saïd Mekbel
Esposado
Me llevaron
Ese compadre que abofetean
y lo golpean
con una pistola
en la sien
soy yo.
Este poema que lees llorando
Eres tú
y que relees de nuevo
con el rostro adornado de escupitajos.
Soy yo
Siempre eres tú el que rechazas
y soy yo el que lee
estos versos incandescentes
maniatados en su furor.
Basura, canalla, hijo de puta.
Así aprenderás a componer poemas malos
para hacer reír a las multitudes.
No es justo,
pues toma este golpe
y otro más
y ve a decir a los piojosos de tu calaña
que a los polis les gusta la poesía
armada hasta los dientes
82. Kofi Nyidevu Awoonor
Nació en Wheta, Ghana, en 1935.
VOLVIENDO A CASA
Muy marcado
en el margen de nuestra vida
así está, el alado y desesperado anhelo
que quema y sostiene siempre.
El eterno dolor se resuelve
en el ojo inflamado, en el corte del codo.
Dios nos observa.
No buscamos más que la belleza singular
de la victoria y la muerte.
La muerte extermina
los rojos rubores de la rosa
la curvatura del cuello del cardo
los anillos en el árbol del desierto.
Por eso ahora rechazo la muerte
contraproducente, terminal y mortífera
escojo más bien las colinas y el mar cercano.
83. Mahmoudan Hawad
Nació en 1950 y es originario del Macizo del
Aire en el Sahara Central.
BEBEDORES DE BRASAS
Nosotros somos el espejo del futuro
¿Dónde está el relámpago
que quiere conocer
la faz del crepúsculo
fundido entre su alba?
(Fragmentos)
En 1917 Francia nos castró,
luego Nigeria nos lanzó
Nosotros somos la memoria
a una ciénaga de sarna,
y el sueño y sabemos combinar
Malí nos curtió con piojos,
las tinieblas y el día
Libia nos volvió pastosa la lengua,
Y en la danza de la luna
Argelia nos puso el cabezal
hemos bebido insomnio.
para inmovilizarnos sobre el
Nosotros somos la rama y la raíz excremento y la carroña
y nuestros fantasmas de hermanas
del tiempo
jadeando y abortando y ululando y
porque sabemos
gimiendo y arrodillándose
volver amnésico
y arqueando el lomo y levantando
a tu reloj.
la mano suplican al cielo Temujar a,
que nosotros hemos deslustrado
Nosotros somos la glotis
solamente por una cucharada
pero también el eco
porque sabemos enterrar los días de sorgo con gorgojo
con el rumor de los astros
que unimos
fusionando la congoja y el arco iris.
Hola Tuareg
¡De pie!
Yo iré por ti sobre la corva del tiempo.
¡Oh Tuaregs de R‘adames hasta Tanout
de Bilma hasta Tombuctú!
hombres: el sendero es recto
la resistencia es su astro.
84. Amina Saïd
Nació en Túnez, en 1953
AZALAÏ
Hacia ti vengo con el corazón vacío y pleno
de lo que en mi tanto espera
de los infinitos rostros de nuestra tierra
su sol vertical, la mañana sobre el mar.
Sus hombres sus mujeres sus pesadas piedras
sus islas negras sus fuentes sus jardines vivientes desiertos
sus pistas ocre que no se terminan
sus corrientes donde se miran los caballos
su palpitación de arteria sus piraguas.
Liras curvas sobre la frente de las aguas,
amigos, hacia nosotros, vinieron ustedes,
nosotros no lo olvidaremos
Taban Lo Liyong
Nació en Sudán en 1939. Es poeta, novelista
y ensayista.
UN EJERCICIO PARA CYNTHIA SCHOR
Un poema es como un regüeldo, que brota de un estómago saciado.
De alimentos ingeridos, que reúnen gas, que se encamina
hasta el gaznate y emerge ruidosamente con color azul.
Impedirlo no hace más que adentrarlo.
Un poema es como rabia, por la injusticia que nubla tu vista.
Del hombre y la mujer vienen los ingredientes
La infusión se espesa con dolores previos
La explosión llega con un bang o un fizz.
Adentrada, la navaja naufraga internamente
Un poema es un chiste:
Bien contado, la gente ríe. Repetido, se convierte en ensayo.
Un poema es un poema.
85. Timothy Wangusa
Nace en Uganda, 1940.
OBISPO DE VACAS
Obispo de Vacas, los parroquianos lo apodaban,
En perenne tributo a su gran granja mixta
Que se extiende cinco millas a la redonda de su muy adornada casa.
Siete días completos de trabajo, no seis de siete,
Se esforzó por multiplicar su camada de cerdos
Y llevó precisa cuenta de cabras vivas y muertas.
Oscilando entre moler azúcar de palma y bañar ganado,
Fanfarronearía bromeando en la visita de hermanos obispos,
¡Cuantas más vacas tengas, más obispo eres!
Luego un domingo las bancas de la catedral estuvieron vacías,
Y un anuncio en el púlpito lo explicaba todo:
―nosotros elegimos a una de tus vacas como nuestro obispo.‖
DESTINO
(El Nivel Encima del Segundo Piso)
Estando rodeado por:
Concreto encima
Concreto debajo
Concreto por aquí
Concreto por allá .Me volví un hombre concreto
Vecino concreto
Residente concreto
Peatón concreto
Goteando sonrisas concretas
Sobre la escalera del concreto.
LAS DIEZ EDADES DE ERO
Los
Los
Los
Los
Los
Los
Los
Los
Los
Los
tempestuosos quince
turbulentos veinte
sedientos treinta
torpes cuarenta
erráticos cincuenta
avanzados sesenta
serenos setenta
exhaustos ochenta
anestesiados noventa
humildes cien!
86. Wole Soyinka
Nació en Abeokuta, Nigeria, el 13 de julio de 1934.
Dramaturgo, poeta, novelista, crítico, catedrático,
conferencista, actor, traductor, editor y activista
político.
En 1986 se convirtió en el primer escritor africano y en el primer
escritor negro en recibir el Premio Nobel de Literatura.
VIAJE
Aunque llegué al final del viaje,
Jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
que sube despacio la cuesta de las preguntas,
y que me lleva incluso a descender a la tierra que lleva a casa.
Yo sé que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida,
para el perturbado pez, entre las vainas susurrantesYo los dejé atrás en mi ruta y así también con el pan y el vino
Necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta, jamás sentí que hubiera llegado,
aunque amor y bienvenida me atrapan en casa
Los usurpadores pasan mi copa en cada
banquete como en una última cena
87. TANELLA BONI
(1954, Abiyán, Costa de Marfil)
Había entre tanto dos granos de arena
como dos pirámides sublimes separadas por
la inmensidad del desierto rodaban sobre
las rutas del Tiempo, el corazón en bandolera
como un bolso de viaje en la misma espalda.
Desplazan el Tiempo con las manos cribadas de poemas,
fuera de estación, habían recorrido los meandros
de la tierra húmeda de los faraones
y ellos escribían el Egipto de arena en clave de sol
Sobre sus pieles de sueños tatuados
Los granos de arena rodaban del desierto al mar
en jeroglíficos infinitos, en el intervalo magnífico,
que separa a una mujer y a un hombre,
como una grieta relámpago,
punto de ruptura insondable.
Habían aprendido a codiciarse,
a maldecirse, a devorarse el uno consumiendo al otro,
con placer él marchando sobre los pies,
pulverizando su piel de mujer,
al gran día bajo el ojo inquisidor del Sol
en el cenit habían aprendido la lección
de lo Prohibido en la Ley de la vida inhumana
Entonces comprendieron que a la sombra del Sol,
no hay nada de nuevo sobre la tierra.
88. Ella atravesaba el mar para ir al país,
con un bebé en los brazos y otro sobre el corazón,
en aquel tiempo atravesaba el mar azul,
lleno de olas furiosas que danzan y danzan
Sobre el golpe de trece horas.
-Él estaba siempre allí, colgado en alguna parte,
en un rincón de su corazón en bandolera,
que llevaba como un bolso de mano.
Ella regresaba al país pasando
por la grieta del Tiempo.
La isla fumaba palabras de incienso cerca de su
memoria en vigilia palabras azules palabras,
las más bellas susurrando de silencio a los huecos
de la noche cómplice de sus confidencias en espigas ligadas.
La emoción llegaba entonces al encuentro
con un cuarto de hora de retraso y ella hacía
la fiesta tocando el tambor liberada de la tutela del tiempo.
El día iba a levantarse a izarse en el cenit del mar
como un sol de los grandes días,
el día iba a levantarse como de costumbre,
pero tuvo la audacia de tomar la diagonal,
que liga la noche y el día como un eclipse a mediodía.
Ella no tiene más nada qué decir cuando se dejen
las palabras le faltarán sus manos vuelan hacia Neptuno,
hasta el día próximo que estallará en su memoria de mujer,
como un balazo trueno de un corazón en pleno sol,
Ella ha venido así, sin aire de nada,
Es, sin embargo todo una nervadura sobre fondo verde,
con sus manos, sí, sus manos abiertas como un árbol viajero
partió así, como había venido una corriente de Harmatán.
Las manos desligadas era un fuego,
un río, una mujer, un sol en libertad.
Entonces ella comprendió que una mujer es como la lluvia .
89. Syl Cheney Coker
Es un poeta y novelista de expresión inglesa,
nacido en junio de 1945, en Freetown,
Sierra Leona.
CUANDO LOS MUERTOS HABLAN
Las lápidas erguidas son expuestas como mujeres desnudas
en medio del cementerio, bajo vigilancia de falsos sacerdotes
que rompen la paz de los muertos,
flores ceremoniales que no perfuman ya sus tumbas.
El memorial de hoy no será las ruinas del mañana
mientras las espadas de los profanadores de tumban
se precipitan para enriquecerlos ante esta avalancha,
que amenaza con arruinar los restos.
Es posible que esta calamidad, sea un acto de Dios,
el filo cortante de su venganza, luego de la cual
estas piedras que acogen los secretos de nuestros muertos
permanecerán invioladas al levantarse sedientas
con el trémulo sonido de la omnipresencia.
Corsarios de la noche, sus corazones desnudos ante los
muertos su hora ha concluido, así que vigilen sus pasos,
antes de abrir sus tumbas en busca de tesoros;
y hagas lo que hagas, no mires los dientes de los muertos,
ni toques el fuego oculto de sus dedos.
Existe ya suficiente lujuria encendiendo nuestros rostros
como para obligarles a que nos digan,
en medio de una fumarola de furia
por cuánto tiempo ha de sobrevivir nuestra nación
a nuestro roce de pimienta roja.
90. Dorian Haarhoff
Namibia, 1944. Poeta, narrador y tallerista de escritura
creativa en África
CANCIÓN DE AMOR A UN GUEPARDO
Los muslos se levanta, el espinazo se encorva,
tu corazón grande traga el aire,
en un arroyo de velocidad de guepardo.
te clavas a través de la acumulación de polvo
para remover la tierra con almohadillas de tracción.
Si yo fuera un shaman de los tiempos psíquicos
abrazaría tu forma de criatura.
Viviría una larga cautividad
acercándome furtivamente a Mogol y Sultán
envolviendo la caza en una línea de brisa,
una cabeza fina que resbala ante el viento,
la línea del ojo acerrojada en una pulsación,
tumbando a tierra al ciervo.
Mientras los continentes desplazaron
su gravedad de gran volumen,
yo rastreé tus marcas,
uñas rociadas en una huella de cuatro garras,
la tierra tiende un puente a África.
Aquí te observo marcando profundamente
bosques de espinos de árboles juguetones,
dejar caer un cuerpo de muñeca de trapo en un tenedor,
y luego dejar volar tu oscura mancha de desierto amarillo
con su aroma a través de la planicie interminable.
En un tiempo de cercas y depredadores
tu esperma se marchita en las cuevas del felino
que raramente hacen eco al chillido de los cachorros.
Tímido, huidizo como la nube Namibia,
¿Hacia dónde correrás, mi amor?
¿Cómo cojearás hacia la vida en la extensa pradera?
91. Odia Ofeimun
nació en Iruekpen-Ekuma, Nigeria, en 1950.
CANCIÓN A LA MADRE
Madre tú eres más que oro
sin miedo al vuelo
hacia lunas y arboledas
o a través de muros de piedra
para trenzar nuestra risa.
Danzamos para ti
Madre tu amor es intrépido
una compañía que traza su vida
deseo floreciendo interminable
en el coraje de los sueños
para curar la sangre ciega
con los ojos de la aurora.
Danzamos para ti
Danzamos para tus ojos
ojos que colorean
las lilas montañosas
ojos de ternura desesperada
nombrando nombres que atan
nuestros cordones de plata
al dedo índice de Dios.
Danzamos para ti
Tu pecho enfundas, es nuestro refugio
tú que diste a tus hijas
las antinomias de llamas
para domesticar la salvaje virilidad
que incluso el sol recela.
Danzamos para ti
Danzamos para todas las madres
siempre más fuertes que la fábula
ustedes son cantos que nunca se marchitan
así nuestros labios estén llenos de llagas
tú forjas nuestra voluntad para vivir
cuando no hayan más arco iris
que nos hagan danzar gozosos.
Danzamos para ti
92. Paul Dakeyó
Nació en Camerún en 1948.
Dime
Qué triste desierto nos sitia
Ruido de pasos, ruido de armas.
A lo largo de los días, a lo largo de las noches,
qué lágrimas nos arrullan, qué sangre, qué gritos.
Detrás de las alambradas, a cada paso, las botas sobre mi tierra.
Dime: ¿ Cuántos niños muertos en Soweto ?
Cuántos para enfrentar Johannesburgo y sus morgues,
para enfrentar la tierra profunda,
buscar la palabra, buscar los rostros
y sólo encontrar pálidas sombras, encontrar sólo la muerte.
Porque esos niños eran negros, como en Sharperville.
El hombre salió de la noche, con sus innumerables manos,
con cien mil ladrillos.
Justo en la precisa alba, que martillea el tiempo, como un tañido
fúnebre, con la sangre, con las lágrimas de muchos niños del país.
El llanto, el llanto, el llanto,
en la noche del silencio, la noche amarga
y el instante nominal del holocausto
El fuego, la sangre, por todas partes, en las calles de Soweto
Donde el horizonte se viste de duelo, siembra el odio y la rabia.
Porque esos niños eran negros
Porque esos niños eran negros
Quiero que me den un fusil, para armar mi dolor
Quiero que me den la palabra, la flor del amor infinito
y sobretodo, haz que no escuche más, el llanto de los niños de Soweto
Haz que mi queja brote, de todas las alturas del mundo
Lejos del inmenso río, del silencio, lejos de la noche y de la sangre.
Volveremos con la palabra sola, erguida como un trueno,
Tenue como el pan, sólo modelado con lágrimas.
Y sangre derramada con una simetría de sol puro
93. Hassan Teleb
Nació en Sohag, Egipto, en 1944.
AFINANDO EL CAOS ESPACIOTEMPORAL
Mi pluma es apta para la circunvolución,
casando palabras en conexión
Mi pluma es una maga capaz de cavar hondo,
para rastrear la perla del presente, en la ostra del pasado
Sin embargo, mi pluma es incapaz de volver al mundo en sí.
Antes de elevarse el sol hacia el Occidente
antes de llegar el charlatán tuerto,
desde donde todo retrocede a las concavidades de la tierra
y toda semilla regresa a su origen, enroscándose y amasándose
como una pulpa, alojándose bajo el suave y suculento útero
Para convertirse en grano y de allí el grano se convierte en espuma,
rebosando de fervor masculino y de éxtasis femenino.
Excitada por el calor que brota en sus entrañas
el latido de la germinación
El temblor que se siente al injertar el arcano
en el cual la fracción se aloja en el todo,
el contenido se encierra en la forma
Lo que fue ... lo que será
Se condensa en un fluido espeso, reflejando la creación primordial.
En el receptáculo de la eternidad, esencia y sustancia
Juntas se reúnen, revirtiendo materia en líquido,
Con un fluir arrojando los restos de tiempos pasados.
Cada embrión retrocede en espuma, en arcilla, en una pizca de polvo
flotando sobre la nebulosa espuma azul a lo largo de las partículas
de polvo cieno de fangal, para entrar en la órbita del devenir,
en el remolino del divino fervor del amor.
Entonces se esparcirán los elementos de la tierra difundiendo
los siete colores del arco iris.
Esta hambrienta y seca pluma mía, intenta sin cesar resolver
turbulentas conjeturas, medra por un susurro de amor
que se desvaneció como un espectro
Un amor que en otro tiempo estuvo allí.
94. Abdellatif Laâbi
nació en Fez, Marruecos, en 1942. Poeta, novelista,
dramaturgo, ensayista, antologista y traductor del
árabe al francés
11 de marzo (Atocha 11M.)
Gentes de Madrid
Ya que nadie ha pensado, en pedirles perdón
Soy yo quien lo hará
¡Yo! ¿Quién soy yo? Mi nombre no les dirá nada
¿Por qué lo hago yo? Poco importa
El grito precede a la palabra que a veces precede el pensamiento
y entonces el corazón tiene razones que el espíritu a veces ignora.
Entonces perdón, gentes de Madrid.
perdón por estas noches futuras, blancas o grises,
donde el ser querido, regresará en fantasma amenazante
a reprocharles el haberlo sobrevivido.
Perdón por la mano que no ha sido hallada de nuevo,
por el anillo de matrimonio calcinado,
el estuche de maquillaje abierto, utilizado en el último instante.
Perdón por los zapatos intactos
y el sostén oliendo exquisitamente todavía a vainilla o a rosa
Perdón por los amantes en el corazón del andrógino partido en dos,
por la risa electrocutada de los niños.
Perdón por las madres de la futura plaza del 11 - Marzo
Perdón por el silencio de mis hermanos, por no decirles su indiferencia
Perdón por lo que algunos de ellos, piensan en voz baja
Perdón por no haber hecho más y mejor,
contra el lobo que diezma, mi propia majada
Perdón por no haber aprendido suficientemente su lengua
para dirigirme a ustedes en el mejor castellano
Perdón a Lorca, Machado, Hernández,
por no habérselos hecho leer a mis hijos
Perdón por las lagunas y las encantaciones,
por los ojos secos de la compasión.
Perdón por lo poco que las palabras pueden
y dicen a medias y que a menudo no saben
Pero por favor : Perdón
95. Léopold Sédar Senghor,
Nació en Joal, Senegal, 9 de octubre de 1906
Murió en Verson (Francia), 20 de diciembre de 2001
Poeta senegalés que llegó a la Jefatura del Estado de
Senegal
HOMBRE DE COLOR
Querido hermano blanco:
Cuando nací, era negro,
Cuando crecía, era negro,
Cuando estoy al sol, soy negro,
Cuando estoy enfermo, soy negro,
Cuando moriré, seré negro.
Mientras que tu, hombre blanco,
Cuando naciste, eras rosa,
Mientras crecías, eras blanco,
Cuando estas al sol, estas rojo,
Cuando tienes frio, estas azul,
Cuando tienes miedo, estas verde,
Cuando estás enfermo, estas amarillo,
Cuando mueras, serás gris.
Entonces, de nosotros dos:
¿Quien es el hombre de color?
96. Noche de Siné
Mujer, pon sobre mi frente tus manos balsámicas,
tus manos más suaves que armiño,
allá arriba las palmas balanceadas,
que susurran en la alta brisa nocturna apenas.
Ni la canción de nodriza, que nos meza el silencio ritmado.
Escuchemos su canto, escuchemos latir nuestra sangre oscura,
escuchemos latir el pulso profundo de África,
en la bruma de los pueblos perdidos.
Mira como declina la luna cansada sobre su lecho de marea muerta.
Mira como se adormecen las carcajadas, que los propios
cuentacuentos, cabecean como el niño en la espalda de su madre.
Mira como se aploman los pies de los danzantes,
como se aploma la lengua de los coros que se alternan.
Es la hora de las estrellas y de la noche que sueña
acodándose en esta colina de nubes, envuelta en su largo taparrabo.
Los tejados de las chozas lucen tiernamente.
¿Qué les dicen, confiden-cialmente, a las estrellas?
Adentro, el fuego se extingue en la intimidad de olores acres y suaves.
Mujer, enciende la lámpara de mantequilla clara, para que los
ancestros charlen a su alrededor como los padres, los niños a la cama.
Escuchemos la voz de los Patriarcas de Elissa, exiliados como nosotros
No han querido morir, que se ha perdido,
por las arenas, su torrente seminal.
Que escuche, en la choza ahumada,
la visita de un reflejo de almas propicias
Mi cabeza en tu cálido seno
como un dang saliendo humeante del fuego
Que respire el olor de nuestros muertos, que recoja
y repita su voz viviente, que aprenda a vivir antes de descender,
más allá del buceador, en las altas profundidades del sueño.
97. Lenrie Leopold Wilfred Peters
Nace el 1 de septiembre de 1932,en Banjul, Gambia
Muere el 28 de mayo de 2009, en Dakar, Senegal
Cirujano, novelista y poeta gambiano
HEMOS LLEGADO AL HOGAR
Hemos llegado al hogar, desde la guerra sin sangre, con el corazón
abatido,
Nuestras botas llenas de orgullo, de la verdadera matanza del alma,
Y nos hemos preguntado:
―¿Cuánto cuesta ser querido y después abandonado?‖
Hemos llegado al hogar y traído la promesa, escrita en colores de arco
iris, a través del cielo, para enterrar,
pero no es el momento de colocar coronas, por los crímenes de ayer.
La noche amenaza, el tiempo se disuelve,
nada conocemos del mañana.
Los tambores borboteantes, a la estrella hacen eco.
El bosque aúlla y entre los árboles, el oscuro sol aparece.
Hemos llegado al hogar, cuando vacila la aurora,
cantando canciones de otras tierras,
La Marcha Fúnebre, que nos viola los oídos, sabiendo que toda
nuestra tradición y nuestras lágrimas,
se juegan al cara o cruz de una moneda.
Hemos llegado al hogar, al pie de las verdes colinas,
a beber el grito cálido y suave del canto de los pájaros.
A las playas ardientes, donde los botes salen al mar,
a desgranar la cosecha del océano y las tenaces gaviotas
se hunden y deslizan volcando besos sobre las olas.
Hemos llegado al hogar, donde a través del relámpago
y la lluvia atronadora,
La peste, la sequía, el espíritu empapado,
se demora en el camino arenoso,
sosteniendo los torturados restos de la carne.
Ese espíritu no pide al mundo favor alguno:
Sino dignidad.
98. Chenjerai Hove
Nace en Zimbabue. Su escritura surgió como una
manifestación del rechazo al colonialismo.
MBIRA EN EL EXILIO
Canciones hormiguean en mi corazón
con el sudor que mordisquea bajo el sol
mientras los ritmos seguían mis venas.
Así fue y encontré una senda abierta
hacia las cavidades de mi corazón
hacia sus engranajes internos
como el sobrio día de la virtud,
al pedirme mi esposa un corte de cabello
(mas ella obtuvo un corte en el corazón)
que al ser efectuado, lo incendió todo:
Caminé desnudo por la aldea,
inclinado como la puesta del sol.
Conozco la diferencia,
la diferencia entre una senda explorada
y el grito de una virgen en el mbira.
Incluso mi músculo sombrío lo dice,
Aún bostezo en medio de cadenas oxidadas
como si el mundo fuese nuevo y sin embargo enjaulado.
Mas recuerdo el llamado de la canción,
sí, la recuerdo, ella siega mi hombría
cambiándola por un taparrabo transparente.
99. POEMA BANTÚ
Este poema "amante ausente" de los Bantú, conjunto de
pueblos del África central es de una gran simplicidad, pero
tiene una elaboración bastante compleja de las metáforas:
Las lejanas montañas te ocultan de mí,
Mientras se me enciman las cercanas
Si yo tuviera un pesado martillo
Para aplastar las montañas cercanas.
Si yo tuviera alas como un pájaro
Para volar sobre aquellas más lejanas.
100. POEMA ZULÚ
El cuerpo muere, el alma sigue joven.
El alimento servido desgasta la vasija
Ningún leño conserva su corteza cuando envejece.
Ningún amante está tranquilo mientras llora su rival.
101. Poema Bambara (Mali)
En un largo poema "Monzón y el rey de Koré", que narra la epopeya
de Segú, perteneciente a los Bambara de Malí, hay un fragmento
hermoso de amor femenino:
¿Cuántas mujeres enamoradas,
han desafiado las tinieblas de la noche,
y marchando contra sus deberes,
arrastrando su honor por el barro,
han ido a buscar al hombre de su alma,
el que ellas hubieran querido desposar?
No soy sino una más.
Vengo sin vergüenza
a golpear en la puerta de tu corazón.
Ábrela para que yo entre, o hazme apuñalar ,
para al menos morir entre tus brazos.
102. Poema Kuba (Congo Central)
No hay aguja sin punta penetrante,
no hay navaja sin hoja afilada,
la muerte llega a nosotros de distintas maneras.
Con nuestros pies andamos por la tierra del chivo,
con nuestras manos tocamos el cielo de Dios.
Algún día futuro, en el calor del mediodía,
seré llevado en hombros,
por el pueblo de los muertos.
Cuando muera,
no me entierren bajo los árboles del bosque,
le temo a sus espinas.
Cuando muera,
no me entierren bajo los árboles del bosque,
le temo al agua que gotea.
Entiérrenme
ajo los grandes árboles umbrosos del mercado:
Quiero escuchar los tambores tocando,
quiero sentir los pies de los que bailan.
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104. Emily Dickinson
Emily Dickinson ( 1830 – 1886)pasó
gran parte de su vida recluida en una
habitación de la casa de su padre en
Amherst, y excepto cinco poemas (tres de ellos
publicados sin su firma y otro sin que la autora lo
supiera), su ingente obra permaneció inédita y oculta
hasta después de su muerte.
Ningún cepo puede torturar mi alma en libertad
Ningún cepo puede torturar
mi alma en libertad,
pues detrás de este esqueleto mortal
se teje uno de más valor.
No puedes horadar con un serrucho
ni traspasar con una cimitarra
dos cuerpos, por lo tanto perdura,
amarra uno y el otro vuela libre.
El águila no se despoja
de su nido y, sin embargo,
gana el cielo
más fácilmente que tú.
Excepto tú mismo tal vez nadie pueda ser
tu enemigo,
cautividad es conciencia
y también es libertad.
105. Él era Débil y Yo era Fuerte
Él era débil y yo era fuerte,
después él dejó que yo le hiciera pasar
y entonces yo era débil y él era fuerte,
y dejé que él me guiara a casa.
no era lejos, la puerta estaba cerca,
tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,
no había ruido, él no dijo nada,
y eso era lo que yo más deseaba saber.
el día irrumpió, tuvimos que separarnos,
ahora ninguno de los dos era más fuerte,
el luchó, yo también luché,
¡Pero no luchamos a pesar de todo!
Que yo siempre amé
De que yo siempre amé
te traigo la prueba,
que hasta que amé
yo nunca viví bastante.
Que yo amaré siempre
te lo discutiré,
que amor es vida
y vida inmortalidad;
Esto, si lo dudas, querido,
entonces yo ya no tengo nada que mostrar,
salvo el calvario.
106. Walt Whitman
1819 – 1892)
Su trabajo se inscribe en la
transición entre el trascendentalismo
y el realismo filosófico, incorporando
ambos movimientos a su obra.
Considerado como el padre de la moderna poesía
estadounidense, su influencia ha sido amplia
también fuera de ese país.
Mira el mar infinito.
Sobre su pecho sale a navegar un navío,
que despliega sus velas,
incluidas las de gavia.
Su pendón ondea en lo alto
mientras aumenta su velocidad
de manera majestuosa.
Debajo, las olas rivalizan,
rodean al barco, apiñándose,
con brillantes movimientos circulares
y espuma.
En 1865 escribió el famoso poema O Captain! My
Captain! en homenaje a Abraham Lincoln después de
su asesinato.
107. Oh Capitán! ¡Mi Capitán!
¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán!
Nuestro viaje ha terminado;
el buque tuvo que sobrevivir a cada tormenta,
ganamos el premio que buscamos;
el puerto está cerca, escucho las campanas,
todo el mundo está exultante,
mientras siguen con sus ojos la firme quilla,
el barco severo y desafiante:
Pero ¡Oh corazón!¡Corazón!¡Corazón!
oh, las lágrimas se tiñen de rojo,
mi Capitán está sobre la cubierta,
caído muerto y frío.
¡Oh capitán! ¡Mi capitán!
Levántate y escucha las campanas;
levántate, izan la bandera por ti,
por ti suenan las cornetas;
por ti ramos y cintas de coronas,
por ti se amontonan en las orillas;
por ti te llama la influyente masa,
giran sus rostros impacientes;
¡Aquí Capitán!¡Querido padre!
este brazo bajo tu cabeza;
es como un sueño sobre la cubierta,
Has caído muerto y frío.
108. Mi capitán no responde,
sus labios están pálidos e inmóviles;
Mi padre no siente mi brazo,
no tiene pulso ni voluntad;
El barco está anclado sano y salvo,
el viaje ha terminado y se ha hecho;
de un viaje temeroso,
el barco triunfador,
entra con su objetivo realizado;
Exultamos, ¡oh costas y sonidos, oh campanas!
pero yo, con triste pisada
camino en cubierta donde está mi Capitán
Caído muerto y frío.
Lleno de vida, ahora.
(FULL OF LIFE NOW)
Cuando leas esto, yo que ahora soy visible,
me habré vuelto invisible.
Entonces tú serás compacto, visible,
y realizarás mis poemas,
volviéndote hacia mí,
imaginando cuán dichoso sería yo
si pudiese estar contigo
y ser tu camarada...
109. TÚ, LECTOR
(Thou reader)
Tú, lector, tú te estremeces de vida
y orgullo lo mismo que yo;
En consecuencia, para ti son los cantos
que siguen.
Mujeres hermosas
―Las mujeres se sientan o se mueven
de un lado para otro,
jóvenes algunas, algunas viejas;
las jóvenes son hermosas,
pero las viejas son más hermosas
que las jóvenes.‖
Madre y niño
―Ve el niño que duerme,
anidado en el regazo de su madre.
La madre que duerme, y el niño;
¡silencio!
110. Edgar Lee Masters
( 1868 - 1950),
poeta, biógrafo y dramaturgo
EL SILENCIO
He conocido el silencio de las estrellas y del mar,
Y el silencio de la ciudad cuando calla,
Y el silencio de un hombre y una mujer,
Y el silencio por el que la música sólo encuentra su
palabra,
Y el silencio de los bosques antes de los vientos de la
primavera,
Y el silencio de los enfermos
Cuando sus ojos vagan por la habitación.
Y pregunto: ¿Para qué cosas profundas sirve el
lenguaje?
Una bestia del campo se queja unas pocas veces
Cuando la muerte se lleva a su cría.
Y nosotros nos quedamos mudos ante realidades de las
que no podemos hablar.
111. Un chico curioso le pregunta a un soldado viejo
sentado frente a un almacén
--¿Cómo perdiste la pierna?
Y el viejo soldado se queda sin palabras
o desvía el pensamiento
porque no puede concentrarlo en Gettysburg.
Y vuelve jocoso
Y le dice: Un oso me la comió.
Y el chico se maravilla, mientras el viejo soldado,
mudo, débil, sobrevive a los fogonazos
de los revólveres, al trueno del cañón,
a los gritos de los asesinados,
y a él mismo tendido en el suelo,
y a los cirujanos del hospital, los cuchillos,
y a los largos días en cama.
Pero si pudiera describir todo esto sería un artista.
Pero si fuera un artista debería haber palabras
más hondas que él no podría describir.
112. Está el silencio de un gran odio,
y el silencio de un gran amor,
y el silencio de una profunda paz interior,
y el silencio de una amistad traicionada,
está el silencio de una crisis espiritual,
a través del cual, el alma, exquisitamente torturada,
llega a visiones que no pueden pronunciarse
en un reino de vida superior.
Y el silencio de los dioses que se entienden sin hablar,
está el silencio de la derrota.
Está el silencio de los injustamente castigados;
y el silencio de los agonizantes cuya mano
de pronto toca la nuestra.
Está el silencio entre el padre y el hijo,
cuando el padre es incapaz de explicar su vida,
y por eso mismo resulta incomprendido.
Hay el silencio que crece entre el marido y la mujer.
Hay el silencio de aquellos que fracasaron;
y el vasto silencio que cubre
a las naciones quebradas y a los líderes vencidos
Y hay el silencio de la vejez,
tan lleno de sabiduría que la lengua no pronuncia
las palabras inteligibles para aquellos que no han
vivido la gran extensión de la vida.
Y está el silencio de los muertos.
Si nosotros, vivos,
no podemos hablar de profundas experiencias,
¿Por qué asombrarse de que los muertos
no nos hablen de la muerte?
Su silencio será interpretado
cuando nos acerquemos a ellos
113. IRWIN ALLEN GINSBERG
1926 – 1997)
Poeta Beat
Fue enlace entre el movimiento beat
de los años cincuenta y los hippies
de los años sesenta
Mente mariposa
La mente es como una mariposa
que se posa sobre una rosa
o revolotea en un montón de heces hediondas
baja en picado a un autobús exhausto
o descansa en el porche, en una silla, una flor
respirando
-abierta y cerrada balanceando brisa de
TennesseeVuela a Texas a un congreso
salta por la maleza en campos petrolíferos
Algunos dicen que estas alas de arco iris
tienen alma
otros dicen que son cerebro vacío
alas diminutas automáticas con grandes ojos
que se fijan sobre la página.
114. Palabras celestes
El alba encandila el ojo
sirenas rasgan el cielo
cláxones de los taxis retumban en la calle
bocinas rotas de coches balan, balan, balan
El cielo está cubierto de palabras
el día está cubierto de palabras
la noche está cubierta de palabras
Dios está cubierto de palabras
La conciencia cubierta de palabras
la mente está cubierta de palabras
vida y muerte son palabras
las palabras están cubiertas de palabras
Los amantes están cubiertos de palabras
los asesinos están cubiertos de palabras
los espías están cubiertos de palabras
los gobiernos cubiertos de palabras
115. Palabras celestes (continuación)
Gas mostaza cubierto de palabras
bombas de Hidrógeno cubiertas de palabras
«Noticias» del mundo son palabras
las guerras están cubiertas de palabras
policía secreta cubierta de palabras
hambre cubierto de palabras
huesos de madres cubiertos de palabras
niños esqueléticos hechos de palabras
Los ejércitos están cubiertos de palabras
dinero cubierto de palabras
altas Finanzas cubiertas de palabras
junglas de pobreza cubiertas de palabras
Sillas eléctricas cubiertas de palabras
la multitud que grita está cubiertas de palabras
radios tiranas cubiertas de palabras
el Infierno televisado, cubierto de palabras
116. AULLIDO,
(versos extraídos del poema original)
He visto las mejores mentes de mi generación
destruidas por la locura,
histéricos famélicos muertos de hambre
arrastrándose por las calles,
Negros al amanecer buscando una dosis furiosa,
quienes pobres y andrajosos
y con ojos cavernosos y altos se levantaron
fumando en la oscuridad sobrenatural
de los departamentos con agua fría
flotando a través de las alturas de las ciudades
contemplando el jazz.
Quienes expusieron sus cerebros al Cielo, bajo Él ,
vieron ángeles mahometanos tambaleándose en
los techos de apartamentos iluminados.
Quienes pasaron por las universidades
con ojos radiantes y frescos
alucinando con Arkansas
y la tragedia luminosa de Blake
entre los estudiantes de la guerra.
Quienes fueron expulsados de las academias
por locos por publicar odas obscenas
en las ventanas del cráneo.
117. Quienes haraganeaban hambrientos y solos por
Houston buscando jazz o sexo o sopa, y siguieron
al brillante español para conversar sobre
América y la eternidad, una tarea sin
esperanza, y tomaron un barco para África
Quienes desaparecieron en los volcanes de
México dejando tras suyo nada excepto la
sombra del estiércol y la lava y la ceniza de la
poesía quemada en Chicago.
Quienes reaparecieron en la Costa Oeste
investigando el F.B.I. en barbas y pantalones
cortos con grandes ojos pacifistas atractivos en
su oscura piel entregando incomprensibles
folletos.
Quienes se quemaron sus brazos con cigarros
encendidos protestando contra la bruma
narcótica del tabaco del Capitalismo.
Quienes distribuyeron panfletos supercomunistas
en Union Square sollozando y desvistiéndose
mientras las sirenas de Los Álamos los
deprimían, y se deprimía Wall, y el ferry de
Staten Island también se deprimía.
Quienes rompieron a llorar en blancos gimnasios
desnudos y temblorosos
frente a la maquinaria de otros esqueletos.
118. Quienes en protesta seria dieron vuelta
sólo a una simbólica mesa de ping pong,
descansando brevemente en catatonia,
volviendo años después verdaderamente calvos
excepto por una peluca de sangre,
y lágrimas y dedos, a la visible fatalidad
del hombre loco de los pupilos
de los pueblos locos del Este,
salas fétidas de Pilgrim State's Rockland's y
Greystone discutiendo con los ecos del alma,
pegando y rodando en la soledad-banca-dolmenreinos del amor de medianoche,
sueños de vida en una pesadilla
cuerpos convertidos en roca
tan pesados como la luna,
con la madre finalmente,
y el último libro fantástico
arrojado por las ventanas del departamento,
y la última puerta cerrada a las 4 A.M.
y el último teléfono pegado a la pared sonando
y la última pieza amueblada, un papel rosa
amarillo torcido en un colgador de alambre
en el closet, e incluso eso imaginario,
nada sino un poco de esperanzadora alucinación
ah, Carl, mientras no estés seguro
yo no estoy seguro…