El documento habla sobre el hombre como sacerdote, profeta y rey de Dios en el hogar. Explica que el hombre debe representar a Dios ante su familia como sacerdote mediante la oración y enseñanza espiritual, y como profeta al hablar la palabra de Dios a sus hijos para guiarlos. También debe extender el reino de Dios como rey gobernando con sabiduría, justicia y verdad.