1. CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS,
PSICOLOGICAS Y SEXOLOGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA
SAN CRISTÓBAL – EDO TÁCHIRA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJERCICIO
DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDIANTES
DE EDUCACION MEDIA GENERAL
(Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductual)
AUTORA: YUSMEY M. GIL VANEGAS
TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
JUNIO 2012
2. CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUITRICAS,
PSICOLOGICAS Y SEXOLOGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA
SAN CRISTÓBAL – EDO TÁCHIRA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJERCICIO
DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDIANTES
DE EDUCACIÓN MEDIA GENERAL
(Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductual)
AUTORA: YUSMEY M. GIL VANEGAS
TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
TRABAJO DE GRADO PRESENTADO COMO PARTE DE LOS
REQUISITOS EXIGIDOS PARA OPTAR AL GRADO
MAGÍSTER SCIENTIARUM
JUNIO 2012
ii
3. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJERCICIO
DEL BINOMIO AUTORIDAD - AFECTO EN LOS HIJOS, ESTUDIANTES
DE EDUCACION MEDIA GENERAL
(Lineamientos de Orientación Cognitivo - Conductual)
iii
5. DEDICATORIA
A Dios, por todo lo que me ha dado, por la vida, por sus bendiciones y por
darme la oportunidad de alcanzar una meta más en mi vida.
A mi abuela Alejandrina, porque siempre fue ejemplo de amor y entrega, con
sus sabios consejos me enseñó a luchar y aunque físicamente no está a mi
lado, se que desde el cielo me ha guiado. Por eso le dedico con todo mi
corazón este nuevo logro.
A mis padres, Margarita y Víctor por haberme apoyado en todo momento, por
sus consejos, sus valores, pero más que nada, por su amor incondicional.
A mi esposo e hijo, fuentes inagotables de amor y apoyo emocional quienes
me han dado la fortaleza necesaria para luchar por mis metas, y aunque
algunos momentos han sido difíciles, siempre han estado ahí para apoyarme
y brindarme todo su amor, les agradezco de corazón que estén a mi lado.
A todos mis familiares, en especial a mi tía Antonia y mi tío Carlos porque
siempre ha confiado en mí como persona, y sé que su apoyo ha sido
incondicional; a mis niños consentidos: Yampier, Joivy, Yandel, Danieth y
Yendelmer, ustedes iluminan mi vida de alegría y amor.
A mis amigas, Leidy y Yaqueline por todos aquellos momentos que
compartimos juntas y por su apoyo mutuo en nuestra formación profesional.
A mis estudiantes, por ser la principal fuente de inspiración para la
realización de esta investigación y que sin esperar nada a cambio, han sido
parte de este logro en mi desarrollo profesional.
YUSMEY GIL
v
6. AGRADECIMIENTOS
A Dios, por acompañarme todos los días, por darme la sabiduría necesaria
para colocar mi vida en sus manos, porque sé que sin él nada de esto se
habría logrado.
A mis padres por darme la vida, por su ternura y todo su amor, por
contagiarme de sus mayores fortalezas, y enseñarme el amor al estudio.
A mi hijo Leyderth, por formar parte de mi vida, por enseñarme a ser mamá,
tu apoyo incondicional me ha impulsado a lograr este nuevo éxito en mi vida,
siempre serás mi fuente inagotable de alegría y amor.
A mi esposo, Adriano por su amor, su apoyo, compresión y su infinita
paciencia. Gracias por compartir mi vida y mis logros.
A mi Tutora Esperanza Colmenares, por sus palabras de aliento, sabiduría,
sus manifestaciones de afecto y su apoyo en mí desempeño profesional.
A los padres y estudiantes de la U.E Instituto Metropolitano Adventista, por
su comprensión y colaboración para permitir que se llevara con éxito este
trabajo de investigación.
Finalmente al Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y
Sexológicas de Venezuela (CIPPSV) por contar con excelentes docentes que
contribuyeron con su apoyo y motivación al desarrollo de nuestra formación.
GRACIAS
vi
7. ÍNDICE GENERAL
LISTA DE CUADROS………………………………………………………..... ix
RESUMEN……………………………………………………………………… x
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….…… 1
CAPÍTULO
I EL PROBLEMA………………….…………………………………….…….. 3
Planteamiento del problema…………..……………..…………….......…... 3
Objetivos de la investigación………….…….…………...……….……....... 9
Justificación e importancia……………………….……...……….……….... 9
II MARCO TEÓRICO…………………….……………………………….……. 12
Antecedentes de la Investigación………………....………...…………… 12
Bases teóricas……………..…………………………….………….….…... 16
III MARCO METODOLÓGICO……………….………………………….……. 35
Naturaleza y Tipo de investigación….………………..…………………. 35
Diseño de la investigación……………………………………..…….……. 36
Etapas del estudio………………………………………....……….……... 37
Etapa descriptiva…………..…………………………………...……… 37
Sistema de variables…………………………………………..…….…….. 38
Población y muestra……………………………………...……..…….…… 39
Técnicas e instrumento de recolección de datos……………..……....... 41
Validez y confiabilidad del instrumento……………………..……...…… 42
Procedimiento para la recolección de los datos……….……..….……… 44
Técnicas de análisis de datos………………………………..…………… 44
IV PRESENTACIÓN, ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE
RESULTADOS…………………………………………………..…..……….... 47
Dimensión: Competencias personales……...…………………….…..…. 46
Dimensión: Competencias sociales……………………………………..... 57
V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES………………….……..…... 65
Conclusiones………………………………………………………………… 65
vii
8. Recomendaciones………………………………………………………….. 68
VI LA PROPUESTA…………………………………………………………... 70
LINEAMIENTOS DE ORIENTACIÓN COGNITIVO CONDUCTUALES
DIRIGIDOS A LOS PADRES PARA EL MANEJO OPERATIVO DE LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL EJERCICIO DEL BINOMIO
AUTORIDAD- AFECTO EN LA FORMACIÓN DE LOS HIJOS…………... 69
Presentación……….……………………………………………………….. 69
Justificación………………….…………………..………………………….. 70
Objetivos de la Propuesta ………...………………………....................... 72
Fundamentación Teórica……………………...………………....….…….. 73
Estructura de la propuesta ………………………………………………… 82
Anexos de la propuesta ……………………………………………………. 94
Referencias de los lineamientos ………………………………………….. 101
REFERENCIAS………………………………………………………………... 103
ANEXOS………………………………………………………………………… 107
A. INSTRUMENTO APLICADO A LOS PADRES………………………. 108
B. MATRIZ DE CONFIABILIDAD………………………………………….
111
C. CONSTANCIAS DE VALIDACIÓN..…………………………………... 113
CURRICULUM VITAE…………………………………………….……........... 116
viii
9. LISTA DE CUADROS
CUADRO
1. Operacionalización de la variable……………….………………. 39
2. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencias personales en la subdimensión
Autorregulación.……………..……...…………………..………… 47
3. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia personales en la subdimensión
Autoconciencia….…………………. …………………………….. 51-52
4. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia personales en la subdimensión 55
Automotivación….…………………. ……………………………..
5. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia sociales en la subdimensión 58
Empatía….…………………. ……………………………………..
6. Distribución de frecuencias absolutas y porcentuales para la
dimensión competencia sociales en la subdimensión
Habilidades sociales……………. ……………………………….. 60-61
ix
10. CENTRO DE INVESTIGACIONES PSIQUIÁTRICAS
PSICOLÓGICAS Y SEXOLÓGICAS DE VENEZUELA
NÚCLEO TÁCHIRA
MAESTRÍA EN ORIENTACIÓN DE LA CONDUCTA
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS PADRES ANTE EL EJERCICIO
DEL BINOMIO AUTORIDAD – AFECTO EN LOS HIJOS.
(Lineamientos de Orientación Cognitivo Conductual)
AUTORA: YUSMEY GIL VANEGAS
TUTORA: ESPERANZA COLMENARES
FECHA: JUNIO, 2012
RESUMEN
Este trabajo tuvo como objetivo describir La inteligencia Emocional de los
padres ante el ejercicio del Binomio Autoridad- afecto en los hijos,
estudiantes de Educación Media General, de la U.E Metropolitano
Adventista, ubicado en San Cristóbal Estado Táchira. El estudio se desarrolló
como una investigación dentro del paradigma cuantitativo, sustentado en un
estudio de campo y de naturaleza descriptiva, bajo la modalidad de una
investigación proyectiva, con un diseño no experimental y transeccional. La
población estuvo conformada por 54 padres. Para obtener información se
aplicó un cuestionario contentivo de 36 ítemes, donde se generó como
alternativas de respuesta. Siempre (S), Algunas Veces (AV) y Nunca (N). La
validez del instrumento se efectuó a través del Juicio de tres (03) expertos,
tanto del área temática como del área metodológica, en tanto que la
confiabilidad se obtuvo a través del coeficiente Alfa Cronbach arrojando un
coeficiente de 0.95, considerada Muy Alta. Los resultados demostraron que
los sujetos de estudio para la dimensión competencias personales a veces
no regulan sus emociones frente a sus hijos cuando enfrentan situaciones
difíciles o conflictivas, sin embargo, están consientes de que deben
adaptarse a los cambios que constantemente demandan sus hijos. De la
misma manera manifestaron en las competencias sociales que pocas veces
son empáticos con ellos, pues consideran que deben castigarlos para evitar
que cometan errores, en ocasiones no cumplen operativamente con su
responsabilidad como padre pues la multiplicidad de compromisos limita su
rol. De allí, la necesidad de implementar lineamientos de orientación
cognitivo conductual en los padres para que apliquen operativamente la
inteligencia emocional en el ejercicio del binomio autoridad – afecto en la
formación de sus hijos.
Descriptores: Inteligencia emocional, autorregulación, autoconciencia,
automotivación, empatía, habilidades sociales, padres, familia.
x
11. INTRODUCCIÓN
El término Inteligencia Emocional (IE), hace referencia a la capacidad
humana de sentir, entender, controlar y modificar los estados emocionales en
uno mismo y en los demás. Por lo tanto, es importante que se aprenda a
dirigir y equilibrar de manera operativa las emociones, para así manejar
competencias personales y sociales que determinan la conducta de un
individuo y contribuyan al éxito en su vida. Tras diversos estudios se ha
comprobado que la IE, como toda conducta, es transmitida de padres a hijos,
y uno de los motivos por los que esto sucede, tiene que ver con los modelos
que estos se crean de sus progenitores. De allí, la importancia que los
padres desarrollen las competencias emocionales que le permitirán
administrar operativamente las emociones en el ejercicio del binomio
autoridad- afecto en la crianza de los hijos.
También, es imprescindible que los padres cuenten con la suficiente
información para poder desarrollarla en sí mismos y hacer que los hijos
también la aprendan y desarrollen. Además, deben tener presente que estos
aprenden poco a poco y que ellos como padres son la principal fuente de
información; es allí donde radica la importancia de formar y educar las
emociones que permitirán adquirir habilidades que no sólo les servirán para
desenvolverse en determinados contextos, sino para toda la vida. Por eso,
los padres deben regular sus emociones y tener control de ellas para
manifestarles a los hijos con el ejemplo la importancia de la inteligencia
emocional en las relaciones con nuestros semejantes.
En la medida, en que los padres adopten las competencias de la
Inteligencia Emocional lograrán también manejar operativamente el binomio
autoridad – afecto en la crianza de los hijos, lo que favorecerá la
comunicación, afianzará aun más los vínculos afectivos que le permitirán
disciplinarlos adecuadamente; ya que estos son considerados como
1
12. elementos esenciales para fortalecer las relaciones familiares donde reine la
armonía y el bienestar entre padres e hijos.
Debido a la relevancia del tema abordado, en esta investigación se
planteó como propósito fundamental describir La inteligencia emocional de
los padres ante el ejercicio del binomio autoridad afecto en los hijos,
estudiantes de Educación Media General de la U.E “Instituto Metropolitano
Adventista”, para el diseño de Lineamientos de Orientación Cognitivo-
Conductual.
Para lograr tal propósito se realizó la presente investigación, la cual se
estructuró en seis capítulos; el capítulo I, presenta el planteamiento del
problema, los objetivos y la justificación. El capítulo II, está formado por el
marco teórico, que comprende antecedentes de la investigación y bases
teóricas que sustentan el estudio. El capítulo III presenta la metodología, la
naturaleza y tipo de investigación, diseño metodológico, etapas del estudio,
sistema de variables, la población y muestra, la técnica e instrumento de
recolección de datos, validez y confiabilidad del Instrumento, así como, el
procedimiento para la recolección de datos y la técnica de análisis de los
datos. En el capítulo IV, se presentan, analizan e interpretan los resultados.
El capitulo V, contiene las conclusiones y recomendaciones. El Capítulo VI
presenta los lineamientos de orientación cognitivos conductual dirigidos a los
padres para el manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio
del binomio autoridad afecto en la formación de los hijos. Finalmente, se
incluyen las referencias, los anexos que sirven de soporte a la investigación y
el curriculum vitae de la autora.
2
13. CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
La familia es el primer contexto de aprendizaje humano; dentro de ella se
aprende a existir como persona, además se satisfacen necesidades
económicas, de identidad, afecto, disciplina, entre otras. Así mismo, se
adquieren una vasta gama de pautas en el comportamiento para manejar
diferentes conductas. En definitiva, es en la familia donde se inicia y
consolida el proceso de desarrollo integral del individuo, ya que ésta
constituye la institución más importante de la sociedad.
En consecuencia, los padres se presentan como sujetos activos de la
familia que se organizan en torno a propósitos comunes o inducidos, centran
la atención en la enseñanza de valores, pensamientos, costumbres e
ideologías para educar a los hijos lo mejor posible, creando así un espacio
de armonía familiar. Dada la importancia de los padres dentro de la familia y
en la formación de los hijos, Bianco (1998) concibe la relevancia de la misma
como:
La aceptación de la criatura al nacer (y aún antes) sea la
paternidad consanguínea o no. Esta aceptación obliga a dar: asistencia
afectiva o estimulación de afecto, es decir, el aprender a dar y a recibir
amor, ya que es de singular importancia para el crecimiento y
desarrollo del niño. (p. 51)
En efecto, ser padre conlleva al ser humano a enfrentar un cúmulo de
responsabilidades ante una serie de luchas y desafíos pero también ofrece
grandes satisfacciones que pueden durar toda la vida. En esta línea de
pensamiento, el Binomio Autoridad/Afecto es relevante en la enseñanza del
3
14. niño, pues éste necesita amor pero también supervisión por parte de sus
padres, lo más importante es orientarles a que asuman las consecuencias de
sus acciones, que le permita así ser responsables por lo que hace, de vivir un
ambiente de libertad donde aprendan a hacer, sentir y pensar con justicia y
equidad, tomando en cuenta su propio Yo y a los demás.
Dentro de esta misma idea Bianco (obc. cit), considera que: “…el Binomio
Autoridad/Afecto constituye la base del funcionamiento operativo de la familia”
(p. 32). En tal sentido, la relación que existe entre padres e hijos no debe ser
vista como un vínculo de igualdad sino jerarquizada; pues los padres son
adultos a los que se les supone una sabiduría e inteligencia emocional que los
hijos todavía no poseen, es por ello que los padres deben colocar los límites a
la libertad individual para protegerlos física y mentalmente.
Para comprender la especificidad del Binomio Autoridad/Afecto es
necesario abordar ambos componentes desde una perspectiva clara que
permita afianzar la importancia dentro del contexto de la familia puesto que es
indispensable que exista un equilibrio en el mismo. En el caso del principio de
autoridad, Bianco (ob.cit), señala que, es el fundamento sobre el cual se
consolida una idea que conlleva a que los padres se revistan de poder, por
ende este derecho lo adquieren desde el primer momento en que se
transforman en padres.
En relación al principio del afecto, refiere el autor que el ser humano
responde con sensaciones agradables o desagradables ante diversas
situaciones de la vida cotidiana e incluso ante estímulos del ambiente, por
consecuencia al quedarse estas en la memoria de la persona y al evocarlas
en determinado momento se establece un vínculo afectivo, esto conlleva a
que en las relaciones del seno familiar se formen nexos de sentimientos,
afectos e intereses que originan en el individuo un bienestar para sí mismo y
para los demás.
De acuerdo con lo expuesto anteriormente, el vínculo que existe entre los
componentes del Binomio Autoridad/Afecto juega un papel muy importante en
4
15. la formación de los hijos, pues éste a su vez se relaciona con las diferentes
funciones de la familia, como lo señala Contreras (2002):
La protección, socialización, canalización de afectos, el nivel educativo
de los padres, el lenguaje usual, los gestos, la personalidad, el
cansancio, los logros y las frustraciones personales son elementos que
se dan en un período y lugar específico y en consecuencia determinan
diversas formas de formación. (p.36).
Así, los padres que manejan operativamente el Binomio Autoridad /Afecto
de una forma equilibrada, expresan ante la formación de sus hijos un nivel de
satisfacción que le permitirá desenvolverse satisfactoriamente en determinado
contexto social. Claro está que para lograr en un individuo la socialización
esperada, debe fundamentarse un proceso donde el padre y/o la madre
cumplan un papel predominante para la formación de los hijos, es aquí donde
tiene especial relevancia la autoridad y las manifestaciones del afecto, pues al
ir madurando el niño, adquiere nuevas habilidades y destrezas, lo cual le
permite un dominio cada vez mayor de sí mismo y de su medio, permitiéndole
enfrentar nuevos retos, esto se debe a que los padres proporcionan seguridad
y confianza para lograr un desarrollo emocional.
En otras palabras, la autoridad sana que puedan ejercer los adultos
progenitores les permite a los menores que al no tener ellos todavía control
interno de sus emociones, el control provenga de sus padres, esto le
proporciona un ambiente seguro, regulado por un sistema de límites y normas
de comportamiento, así como de sus posibles sanciones y estímulos, los
cuales deben ser muy claros y consecuentes. De hecho, en el sistema de
formación, el afecto que los progenitores demuestren a los hijos, y que estos
perciban, es básico para que sientan la seguridad psicológica de saberse
queridos e importantes. Todo ello, contribuye a una buena conformación de la
autoestima, la confianza y seguridad para que desarrollen el potencial con el
cual han nacido.
Dentro de estas líneas de pensamiento, surge la inteligencia emocional
como un elemento importante que los padres deben desarrollar para la
5
16. formación de los hijos, entendiéndose ésta como el uso inteligente de las
emociones, es hacer que, intencionalmente las propias emociones trabajen
para sí mismos, utilizándolas de manera que ayuden a guiar la conducta y
procesos de pensamientos a fin de alcanzar mejores resultados. En este
orden de ideas, Goleman (2004), refiere que las personas emocionalmente
desarrolladas son capaces de controlar operativamente sus sentimientos,
saben interpretar y relacionarse con los sentimientos de las demás personas,
suelen disfrutar las diferentes situaciones que se le presentan en su día a día.
Sintiéndose así, más satisfechos, eficaces y con la capacidad de dominar los
hábitos mentales que determinen el bienestar en su vida.
En efecto, es importante que los padres experimenten frente a los hijos
una autorregulación de las emociones, esto les va a permitir mantener una
relación de amor, disciplina, enseñanza y orientación, para ello es necesario
que los padres estén dotados de grandes dosis de amor, paciencia, sentido
común, la habilidad de aprender y adaptarse, así como a estar dispuestos a
ofrecer orientación y disciplina incluso en los momentos difíciles del
crecimiento de los hijos. Por tal motivo ser buen padre no es algo que se
pueda hacer de forma aislada, sino ocurre dentro de las familias en las que
hay cariño, confianza, seguridad y respeto.
No obstante, la crisis de la familia venezolana actual se acrecienta, por una
serie de carencias que van desde la falta de atención, seguridad y amor
hasta aspectos problemáticos que implican efectos como la ausencia de uno
de los progenitores, problemas económicos, sociales, culturales, laborales,
entre otros. Debido a esto, los padres por estar ocupados y no tener tiempo
suficiente para dedicar a sus hijos, aumenta la separación entre unos y otros,
lo que trae consigo el manejo no operativo del Binomio Autoridad - Afecto.
Interpretando a Contreras (ob.cit), los padres ya no tienen tiempo para
reunirse en la intimidad del hogar para descansar de las faenas diarias o para
aprovechar el tiempo libre para compartir, oír, hablar, exigir, y tolerar los
hechos y comportamientos realizados por los hijos, esto trae consigo dejar de
6
17. cumplir con las funciones inherentes a la familia y por ende descuidan
totalmente la formación de los mismos. De esta manera, se debilitan las
relaciones entre padres e hijos, la unidad emocional disminuye y el afecto
necesario para el bienestar del individuo dificultan su desarrollo
biopsicosocial.
De acuerdo con los señalamientos antes expuestos, se puede indicar que
algunos padres de los estudiantes de Educación Media General de la U.E
“Instituto Metropolitano Adventista”, ubicado en el Municipio San Cristóbal
Estado Táchira, no están empleando la inteligencia emocional para el manejo
operativo del binomio autoridad – afecto en la formación de los hijos,
presentando así dificultades en la conducción de los mismos, por cuanto
manifiestan comportamientos emocionales no operativos en las relaciones
familiares, manejan mal la presión, son propensos al malhumor y a las
manifestaciones de ira, agresividad, ansiedad, irritabilidad y hostilidad,
reaccionan de manera defensiva ante los errores y las críticas,
encubriéndolas o intentando descargar su responsabilidad sobre otras
personas, incluso en sus propios hijos, agrediéndoles física, psicológica y
verbalmente. De igual forma las pocas expresiones de afecto y comunicación
para con ellos, y la ausencia de halagos o palabras afables que deterioran las
relaciones familiares entre padres e hijos y el equilibrio del binomio autoridad
afecto.
Cada vez más padres se sienten totalmente incapaces e incompetentes
para educar a sus hijos, esto se podría estar originando por el descontrol
emocional, el estrés, la falta de autorregulación emocional, la no asertividad,
el exceso de trabajo, problemas laborales y/o económicos o simplemente
porque sienten que no tienen los recursos necesarios para manejar las
situaciones que se le presentan. Lo que ha ocasionado el descontrol
emocional de muchos padres en la formación de sus hijos.
De continuar sucediendo estos hechos, podría traer como consecuencia, la
no operatividad del binomio autoridad – afecto, y problemas de orden afectivo
7
18. en el círculo familiar, alterarse la armonía del hogar, además los padres
mostrarán incapacidad para mantener el equilibrio emocional cambiando así
su forma de pensar, actuar, y representarse ante su rol y los hijos, ante
determinadas situaciones reflejarán conductas no operativas como
agresividad, indisciplina, timidez, baja autoestima, inseguridad, haciendo del
ambiente escolar el lugar adecuado para imitar las conductas no operativas
de sus padres, y manifestar las carencias de afecto y autoridad que estos no
le brindan. También, presentarían serios problemas de identidad, poca
capacidad para expresar sus sentimientos u opiniones, falta de motivación e
incluso bajo rendimiento escolar.
Es síntesis, es necesario que los padres tengan claro la importancia de la
inteligencia emocional en el manejo operativo del Binomio Autoridad-Afecto,
pues esto es pieza fundamental en la formación de los hijos, ya que ellos
necesitan constantemente atención, seguridad, disciplina y afecto. La
seguridad emocional y su valor suelen ir ligados al tiempo y a la atención que
los padres presten a sus hijos.
De allí, que se formule el problema mediante la siguiente interrogante:
¿Cómo es la inteligencia emocional de los padres en el manejo del Binomio
Autoridad – Afecto en la formación de sus hijos, estudiantes de Educación
Media General de la U.E “Instituto Metropolitano Adventista”?, se sistematiza
a través de las siguientes interrogantes ¿Cuáles competencias personales
presentan los padres sujetos de estudio respecto a la autorregulación,
autoconciencia y automotivación, para el manejo inteligente de sus emociones
en el ejercicio del binomio autoridad afecto?, ¿Qué competencias sociales
emplean los padres del estudio a través de la empatía y habilidades sociales
para el manejo del binomio autoridad-afecto?, ¿Qué elementos son
fundamentales en el diseño de lineamientos de orientación cognitivo
conductual dirigidos a los padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano
Adventista”, para el manejo operativo de la inteligencia emocional en el
ejercicio del binomio autoridad afecto en la formación de los hijos?.
8
19. Estas interrogantes sirvieron de base para la formulación de los objetivos
del estudio.
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Describir La inteligencia emocional de los padres ante el ejercicio del
binomio autoridad afecto en los hijos, estudiantes de Educación Media
General de la U.E “Instituto Metropolitano Adventista”, para el diseño de
lineamientos de orientación.
Objetivos Específicos
Diagnosticar las competencias personales que presentan los padres
sujetos de estudio respecto a la autorregulación y autoconciencia, para el
manejo inteligente de sus emociones en el ejercicio del binomio autoridad
afecto.
Identificar las competencias sociales presentes en los sujetos de estudio a
través de la automotivación, empatía y habilidades sociales que emplean en
el manejo del binomio autoridad-afecto.
Diseñar lineamientos de orientación cognitivo conductual dirigidos a los
padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano Adventista”, para el
manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio
autoridad afecto en la formación de los hijos.
Justificación
En la actualidad, la Formación de los hijos se hace más exigente en los
padres y requiere de mayor atención por parte de estos para optimizar las
relaciones dentro del seno de la familia, es por ello, que los progenitores
deben considerar la inteligencia emocional en las manifestaciones de
autoridad y afecto, puesto que, le va a permitir regular sus propias emociones,
comprender y educar mejor a sus hijos. Claro está que, para ello deben fijar
9
20. límites y reconocer que el impacto personal y emocional que les brinden a sus
hijos formará parte de habilidades necesarias para que se desenvuelvan en la
vida.
Por ende se consideró relevante investigar la inteligencia emocional de los
padres hacia el ejercicio del Binomio Autoridad - Afecto en los hijos,
estudiantes de Educación Media General de la U.E “Instituto Metropolitano
Adventista”, ubicado en el Municipio San Cristóbal Estado Táchira, porque
esto incide en la conducta de los estudiantes, en las responsabilidades
escolares, además guía el comportamiento y pensamiento operativo en las
relaciones con las demás personas que están tanto en su entorno familiar
como en el escolar y social.
Lo planteado anteriormente permite justificar el estudio desde siete puntos
de vista: científico, social, institucional, teórico, metodológico, práctico y
académico. Bajos estos propósitos, la investigación se justifica desde el punto
de vista científico, puesto que se considera relevante porque permite crear
referentes necesarios para continuar hallando respuestas a las múltiples
interrogantes que han llevado al ser humano a realizar estudios sobre la
conducta humana, pues en los últimos años, la inteligencia emocional ha
adquirido una base sólida que empieza a madurar como marco de estudio.
En el aspecto social, el tema objeto de estudio toma una gran importancia,
ya que la inteligencia emocional también hace énfasis en las habilidades
interpersonales. Puesto que, las personas emocionalmente inteligente no sólo
serán más hábiles para percibir, comprender y manejar sus propias
emociones, sino también serán más capaces de tener una mejor
comunicación con otras personas, tal es el caso de los padres hacia los hijos.
A nivel institucional la investigación se justifica desde el contexto tanto
familiar como escolar, debido a que el niño copia conductas que observa en el
hogar y esto lo va a manifestar en el aula de clases, ya que la principal fuente
de enseñanza radica desde el seno de su familia, es por esto que los padres
tienen gran influencia sobre el aprendizaje y conductas de sus hijos.
10
21. Adicionalmente, el valor teórico de la investigación, generará reflexión y
discusión tanto sobre el conocimiento existente del área investigada, como en
ampliar el conocimiento que se tiene sobre la Inteligencia Emocional de los
padres en el ejercicio del Binomio Autoridad – Afecto en los hijos, debido a
que los mismos se encuentran en una etapa donde requieren de más
atención, seguridad, autoridad y afecto.
Desde el punto de vista metodológico, se justifica debido a la aplicación de
los pasos del método científico y la utilización de instrumentos para medir la
variable de estudio que permita contextualizar la realidad de la temática
expuesta, además contribuirá a la orientación de otros investigadores que se
interesen en abordar el tema objeto de estudio.
Por otra parte, en cuanto a su alcance práctico, esta investigación
propone al problema planteado la creación de lineamientos de orientación
dirigidos a los padres con el propósito de mejorar la relación intima y
verdadera con sus hijos, para sí abrir nuevos caminos para las familias que
presenten situaciones similares a la que aquí se plantea, sirviendo como
marco referencial a éstas y contribuir a resolverlo.
En último lugar, se ajusta desde el punto de vista académico por cuanto se
inserta en las líneas de investigación del Centro de Investigaciones
Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela (C.I.P.P.S.V),
específicamente en el área de Orientación de la Conducta humana, en la
subárea Aprendizaje Familiar, dentro de la línea Inteligencia Emocional,
específicamente de los padres en el ejercicio del binomio autoridad afecto
hacia los hijos.
11
22. CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la investigación
Para dar continuidad al desarrollo de la investigación, se hace necesario
revisar diferentes fuentes de información que sirvan de sustento al presente
objeto de estudio. Por lo que se presentan a continuación algunas
investigaciones analizadas en el ámbito Internacional, nacional y local.
A nivel internacional, Sánchez (2008), en España realizó una investigación
descriptiva, de campo, correlacional, con un diseño experimental, bajo el
paradigma cuantitativo, cuyo objetivo fue relacionar la Inteligencia Emocional
Autoinformada (IEA) y su relación con el parentesco padres e hijos, así como
la influencia sobre otras variables de importancia como el género, el clima
familiar y la salud mental de los integrantes de la familia. Los sujetos fueron
seleccionados de entre el grupo de estudiantes de la Universidad de Castilla-
La Mancha en la E.U. de Magisterio de Toledo. Junto a los estudiantes se
incluían, obligatoriamente, el padre y la madre. En total 73 familias que
contestaron a todas las pruebas contenidas en el estudio. Para el estudio de
la investigación se emplearon pruebas psicométricas donde se seleccionaron
variables socio-demográficas que se recogieron en dos cuestionarios
elaborados tanto para padres (padre-madre) e hijos (hijos/as) distintamente y
la aplicación de cuatro escalas (escala de Inteligencia Emocional
Autoinformada, escala de IE percibida, escala de salud mental y escala de
clima familiar). Además se consideraron criterios de inclusión de la muestra de
tal manera que los miembros de las familias participantes estuvieran
capacitados para poder contestar a las preguntas de las escalas y
cuestionarios. De acuerdo con los hallazgos obtenidos en la investigación se
12
23. determinó que existe una clara relación entre la Inteligencia Emocional
autoinformada de los padres y la de sus hijos/as, ya que a mayor control
emocional por parte de los padres mayor control emocional tendrán sus
hijos/as. Además una alta Inteligencia Emocional Autoinformada por parte de
la familia contribuye a establecer un mejor clima familiar favoreciendo un
ambiente óptimo para el desarrollo de las competencias emocionales de los
integrantes de la misma.
Así mismo, Carrasco (2008), en Perú realizó un trabajo de investigación
para determinar la relación que existe entre la labor educativa de los padres y
el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. La investigación se
asumió bajo un estudio de tipo básica o pura, de carácter descriptivo –
correlacional. Para la población se consideraron todos los alumnos del 6to
grado del Colegio Champagnat de Tacna. que suman 120, tomando como
muestra a 40 alumnos de una sección que representan el 33% del total de la
población total. Para la recolección de datos se aplicaron encuestas, test de
inteligencia emocional y cuestionarios tanto para los padres como para los
hijos. Donde los resultados demostraron que una buena labor educativa de
los padres basada en fomentar y cultivar capacidades y habilidades tanto
cognitivas como emocionales, conduce a una formación adecuada y sana de
inteligencia emocional de sus hijos, además contribuyen para poder afrontar
diferentes situaciones de su entorno de manera autónoma y eficaz, por lo que
se fortalece la Inteligencia emocional como necesaria para que exista una
relación favorable entre padres e hijos ya que es indispensable el apoyo
afectivo de la familia para el bien del niño.
Por su parte, Vílchez (2007) en España llevo a cabo un trabajo de
investigación en el cual se describe la incidencia de elementos
específicamente emocionales en la educación familiar como aspectos
socioemocionales importantes en las relaciones entre padres e hijos. Dicha
investigación se asumió bajo un estudio de campo de tipo explicativo, con
base al paradigma organicista, buscando cualitativamente significados
13
24. individuales. Para ello se aplicaron 20 entrevistas a la población formada por
padres y madres pertenecientes a familias biparentales y mono parentales
españoles, con el complemento de un segmento representativo de
inmigrantes latinoamericanos. De tal manera que la muestra se distribuyo en
12 grupos de discusión con padres, madres e hijos, en etapas infantiles y/o de
adolescencia. De acuerdo con lo antes señalado el autor de dicha
investigación llegó a la conclusión de que efectivamente existe la presencia
de elementos como la autoridad y el afecto en la educación familiar, que
recorren transversalmente todos sus procesos y cuyo manejo resulta difícil a
los padres, ya que va asociada a un conjunto de preocupaciones emocionales
producto de la ansiedad de las cuales muchos padres son conscientes de que
afectan considerablemente el equilibrio emocional de sus hijos.
En el ámbito nacional, López (2006), en Lara, propone en su trabajo de
investigación realizar un programa dirigido a padres para el manejo operativo
de las emociones con sus hijos estudiantes de 6to grado en la U.E “Padre
Oreni” de Duaca, Estado Lara. Considerando el propósito anterior, la
investigación se presenta bajo la modalidad de proyecto factible sustentado
en un estudio de campo de carácter descriptivo. Para la muestra se tomó el
30 % del total general, es decir, 75 padres de los estudiantes del de la U.E
“Padre Oreni”. De acuerdo con los hallazgos obtenidos en la investigación el
autor refiere que el manejo de las emociones de los hijos por parte de los
padres no es operativo debido a que el miedo, la rabia y la tristeza no son
abordados por la falta de comunicación asertiva entre padres e hijo, el
contacto físico, caricias, besos y juegos casi nunca se realizan. Así mismo la
falta de operatividad en relación a los padres e hijos es evidente debido a que
no saben relacionarse y comunicarse de manera afectuosa, y tampoco
enseñan a sus hijos a defender sus derechos, sin ser ofensivos y agresivos.
En el ámbito regional, Romero (2008), realizó un trabajo con el objetivo de
describir el desarrollo de la inteligencia emocional en los padres como modelo
de sus hijos. El estudio se realizó por medio de un enfoque cuantitativo, de
14
25. carácter descriptivo, de campo, con un diseño no experimental, el cual tuvo
lugar en el Centro de Educación inicial “Sánchez Carrero”, ubicado en
pregonero Municipio Uribante, Estado Táchira. La importancia del mismo
radicó en tomar elementos de estudio que permitieran un acercamiento a la
realidad familiar de los estudiantes en torno a la habilidad emocional que
empleen en dicho contexto. Los sujetos de estudio lo conformaron 81 padres
y/o representantes de la mencionada institución, a los cuales se les aplicó un
instrumento tipo cuestionario. El investigador llegó a la conclusión de que los
padres desarrollan la autoconciencia emocional de los hijos; en el mismo
sentido, la motivación como factor determinante para el desarrollo de la
inteligencia emocional en los hijos, de una manera significativa, sin embargo,
los padres y representantes no advierten la necesidad de identificar el
autocontrol como capacidad para que los hijos obtengan un mayor dominio de
las emociones o bien muestren empatía como modo para desarrollar la
capacidad emocional. Este resultado condujo al investigador a diseñar
lineamientos cognitivo conductuales para el manejo de la IE en padres para
contribuir al buen desarrollo de las habilidades sociales que le permitan estar
equilibrados emocionalmente.
A partir de los resultados obtenidos en las investigaciones referidas
anteriormente, se evidencia una clara relación con el presente estudio, puesto
que, es indiscutible la importancia de la inteligencia emocional dentro del
contexto familiar, ya que ésta permitirá que los padres manejen
operativamente el binomio autoridad afecto en la Formación de sus hijos,
además el manejo adecuado de las emociones contribuirá a fomentar y
cultivar capacidades y habilidades tanto cognitivas como emocionales, que
conducirán a una formación adecuada y sana para reconocer sentimientos
propios y ajenos, y la habilidad para saber manejarlos. Por lo tanto, es
indudable que para el fortalecimiento de la Inteligencia emocional es
necesario que exista una relación favorable entre padre e hijos, ya que es
indispensable el apoyo afectivo de la familia para el bien del niño, por cuanto
15
26. la Inteligencia Emocional es un factor determinante para poder afrontar
diferentes situaciones del entorno de manera autónoma y eficaz.
Bases Teóricas
La inteligencia emocional de los padres ante el ejercicio del binomio
autoridad afecto en los hijos.
La inteligencia emocional (IE) ha surgido en las últimas décadas como un
concepto relevante en el aspecto emocional, el bienestar personal, el éxito en
la vida y las relaciones interpersonales en distintos contextos de la vida
cotidiana. En muchos estudios efectuados en diferentes contextos han puesto
de manifiesto la importancia que tiene la Inteligencia Emocional en el
comportamiento humano y en la consecución del éxito en la vida. Debido a
que ayuda a las personas a contener sus impulsos, resolver los conflictos de
manera pacífica con el diálogo, interpretar correctamente los
comportamientos propios y de los demás, dado que implica la habilidad que
se posee para comprender sentimientos propios y ajenos, de tal manera que
se puedan utilizar operativamente para los pensamientos y acciones tanto en
el componente personal como social.
Cabe reiterar que la Inteligencia Emocional también cumple un papel muy
importante dentro del funcionamiento familiar, su conocimiento y ejercicio
constante por parte de los padres permiten el desarrollo operativo del Binomio
Autoridad/Afecto, en la Formación de los hijos. Por ello, es importante que en
el seno familiar funcione el Binomio autoridad- afecto, ya que el primero es el
control paternal, es decir el grado en que el niño es disciplinado; el segundo,
es el afecto por parte de los padres, es decir, la cantidad y calidad del apoyo,
afecto y comprensión que estos le proporcionen. La combinación adecuada
de estos dos elementos, constituirá una familia estructuralmente operativa.
Por el contrario, un desequilibrio en cualquiera de ambos componentes del
binomio daría lugar a familia disfuncionales y desadaptativas.
16
27. De acuerdo con lo expuesto, Smeke (2006), señala que: “…la inteligencia
emocional es el conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias
que determinan la conducta del individuo, sus relaciones y estados mentales.”
(p.206). En efecto la Inteligencia Emocional, contribuyen a mejorar la calidad
de vida de las personas. De allí, que se centre su importancia hacia la familia,
ya que los padres deben recurrir a un conjunto de conocimientos para tomar
decisiones que le permitirán afianzar el binomio autoridad afecto en los hijos,
por lo tanto no deben descuidar aspectos significativos como el afecto,
disciplina, enseñanza y orientación.
Es importante destacar que estos aspectos influyen directamente sobre las
conductas del individuo porque a partir de los modelos que el niño se forme
de sus padres, dependerán las manifestaciones que serán transmitidas hacia
las otras personas. De allí, que los padres tienen el rol de orientar al niño a un
adecuado desarrollo emocional, fortaleciendo su autoestima, brindándole así
los instrumentos necesarios para alcanzar un nivel óptimo, para ello los
padres han de amar, sustentar y educar a sus hijos, cuidando de sus
necesidades de disciplina y afecto.
Diversos estudios demuestran que la forma en que los padres tratan a sus
hijos, ya sea la disciplina autoritaria, la comprensión más empática o la
indiferencia hacia el afecto por los mismos, tiene consecuencias muy
profundas y duraderas sobre la vida emocional del niño y sin duda alguna
juegan un papel importante en el conocimiento afectivo, la madurez general,
autonomía y la competencia social del individuo. Por tal razón Goleman
(citado por Maurice, Tobías y Friedlander, 2003), afirma que el aprendizaje
emocional no sólo se aplica a través de lo que los padres dicen y hacen
directamente a sus hijos, sino que también se manifiesta en los modelos que
estos le ofrecen para manejar sus propios sentimientos.
Claro está que, es necesario que la personalidad se desarrolle a raíz del
proceso de socialización, en la que el niño asimile las habilidades
interpersonales y sociales, las actitudes, valores y costumbres de su entorno
17
28. familiar, para ello, los padres deben encargarse principalmente de contribuir
en el modelo de identificación de los hijos durante su crecimiento, ya que ellos
son el ejemplo a seguir, de allí que la vida familiar es considerada la primera
escuela de aprendizaje emocional del niño.
En este orden de ideas, Severe (2002), señala que “…la vida en familia es
la primera escuela para el aprendizaje, allí se aprende el cómo sentirse con
respecto a sí mismo y como los demás reaccionarán a cada una de las
expresiones” (p.63); En otras palabras, es en la familia donde se forma el
constructo de las habilidades personales y sociales del individuo que
permitirán la conformación de la buena autoestima, el equilibrio emocional, la
confianza y la certeza de tomar decisiones responsables que le permitirán
desenvolverse satisfactoriamente en la vida cotidiana.
De allí, que autores como, Salovey, y Mayer (citados por Vivas & Gallego
2008), explican la relación que existen entre diversos elementos de la
inteligencia emocional con el aspecto personal como social del individuo.
Simultáneamente, éstas indagaciones han permitido la creación de diferentes
modelos sobre la Inteligencia Emocional, puesto que constituye un objeto de
investigación reciente que se ha visto en plena expansión en los últimos años,
por tal motivo se debe tener presentes que los elementos constitutivos que la
integran están sujetos aún a dilucidaciones permanentes; de ahí que existan
algunas discrepancias al establecer cuáles son los componentes precisos que
la conforman.
Debido a esto, se presentarán algunos elementos constitutivos de la
inteligencia emocional en relación a las dimensiones del componente personal
y social considerando diversos modelos propuestos por autores como Salovey
y Mayer (1990), Bar-On (2000), Goleman (2005), et ál. Ya que el término ha
sido utilizado frecuentemente con un sentido amplio y variable privándosele
de una clara precisión conceptual. De allí que surjan dificultades para
distinguir la definición de cada uno de los elementos establecidos en la
operacionalización de la variable.
18
29. De acuerdo con ese enfoque, Acosta (2006), señala que las
competencias personales de los padres tienen relación casi exclusiva con
sí mismos, pues tienen que ver con la percepción y regulación de las
emociones aunque éstas acaben afectando la relación con las demás
personas. De igual forma, Goleman (citado por Vivas y Gallego 2010),
presentó dentro del modelo de la inteligencia el componente personal como:
“…la percepción y regulación de las emociones en uno mismo”. (p.71). Es
decir, existe una correspondencia en las definiciones respecto a que conciben
la percepción y regulación de las propias emociones.
Así mismo, González (2010), concibe dichas competencias bajo el nombre
de competencias intrapersonales como: “…aquellas que se refieren a la
conducción de la propia vida. Además permiten regularse como persona, en
equilibrio con uno mismo con y en las relaciones interpersonales, integrando
el pensar, el sentir y el actuar”. (p. 316). En tal sentido, todas las personas
poseen las potencialidades para desarrollar competencias de percepción,
regulación y motivación de sus emociones para conducirse de manera
autónoma en la vida.
En este orden de ideas, los padres deben enseñarles a los hijos a tomar
mejores decisiones, a pensar por ellos mismos, guiarles para que sean
responsables, y hacerles saber que tienen poder de decisión sobre su
comportamiento, de allí que la autorregulación, la autoconciencia y la
motivación como elementos de competencia personal que influyen
considerablemente en el desarrollo de la inteligencia emocional y en las
relaciones entre padres e hijos. Además, hay que recordar que la operatividad
del binomio Autoridad- Afecto, es beneficioso tanto para los padres como para
los hijos. Puesto que la disciplina con el amor fomenta en los hijos una actitud
de pensar antes de hacer las cosas;
promueve el control en sí mismo y aprender a tomar responsabilidad de sus
acciones.
En lo que se refiere a la autorregulación, Vivas y Gallego (2008),
19
30. expresan que “…es el control que se hace de los propios estados
emocionales, impulsos, recursos internos” (p.72). También autores como
Peñafiel y Serrano (2010), la consideran como: “…la capacidad que tienen los
individuos para modificar su conducta en función de las demandas de
situaciones específicas”. (p.34). Esto sin duda le va a permitir a los padres
desarrollar la habilidad necesaria para percatarse y comprender sus
sentimientos y sus emociones, diferenciarlos y conocer el por qué de estos,
ya que de nada sirve reconocer las propias emociones si no se pueden
manejar de forma operativa en el ejercicio del binomio Autoridad- Afecto en la
Formación de los hijos, por lo que la autorregulación seria un sistema de
control que no permitiría que los padres se dejen llevar por los sentimientos
de determinado momento.
Dentro de la autorregulación se encuentran elementos como el autocontrol
para disciplinar, la adaptabilidad ante la adversidad y la asertividad que son
necesarios para la aplicabilidad de la inteligencia emocional, además influyen
considerablemente en las relaciones entre padres e hijos pues éstos harán
que las conductas no operativas sean modificadas lo que permitirá que los
padres apliquen disciplina con amor, para así mantener el control de la
situación, por lo tanto, enseñar a los hijos a regular sus emociones por sí
mismos les permitirá desarrollar hábitos y métodos de autocontrol.
En el sentido, Reynoso y Seligson (2005), definen el autocontrol para
disciplinar como “…un proceso en el cual el individuo, es el principal agente
en guiar, dirigir y regular el proceso de cambio de su propia conducta” (p.14).
De allí que, permite la adaptabilidad de una persona luego de enfrentar
cambios o adversidades que exigen de él una conducción adecuada de su
conducta.
De la misma manera Skinner (citado por Polaino, Cabanyes y Pozo, 2003)
define el autocontrol como “…un tipo de conducta que puede aprenderse y
que responde a las mismas influencias ambientales que otras conductas”.
(p.410). Por consiguiente, las personas que controlan su propia conducta se
20
31. encuentran en una situación privilegiada, porque tienen acceso a sus propios
estímulos privados.
A partir de lo anteriormente expuesto, el autocontrol requiere que las
padres conozcan cuales son los factores que influyen en su conducta y cómo
esos factores pueden ser modificados para producir el cambio conductual
deseado, evitando así un comportamiento no operativo y las consecuencias
negativas que estás puedan generar en la Formación de los hijos. De allí su
importancia dentro del ejercicio del binomio autoridad afecto, pues éste les
permitirá a los padres implementar normas consistentes y mantener bajo
control las emociones e impulsos al momento de corregir a los hijos o tomar el
control sobre las situaciones conflictivas que se le presenten, además le
ayudará a expresar de manera abierta sus emociones de forma equilibrada.
En este sentido, Perea (2009), expresa que los padres deben enseñar a los
hijos a controlar sus propias emociones y estados de ánimo, aunque este
proceso de aprendizaje es lento, ya que la falta del autocontrol emocional
puede generar consecuencias que pueden ir desde los problemas de relación
con los demás hasta comportamientos conflictivos que deterioran la armonía
familiar.
Con respecto a la adaptabilidad ante la adversidad, Alles (2006), la define
como: “…la capacidad de modificar la propia conducta para alcanzar
determinados objetivos cuando surgen dificultades, nuevos datos o cambios
en el entorno” (p.103). Así mismo, Goleman (2004), la describe como la
flexibilidad para adoptar los cambios necesarios que le permitirán al individuo
manejar adecuadamente sus respuestas y tácticas en determinadas
circunstancias cambiantes, por lo que reorganizará de nuevo sus prioridades
y las ajustará rápidamente a los cambios.
Considerando lo anteriormente expuesto, es importante que los padres
tengan la capacidad y disposición de adaptarse a los cambios que
constantemente demanda la sociedad, pues en determinado momento tendrá
que ser flexibles ante alguna circunstancias modificando así patrones que ya
21
32. están establecidos, de tal manera que mantengan operativo del binomio
autoridad-afecto en la Formación de los hijos, lo que le permitirá entender las
expresiones emocionales que los hijos presentan debido a los cambios que
ocurren en la etapa de la adolescencia, y sentir que las experiencias
negativas pueden motivarles a generar en ellos un cambio positivo.
En lo que se refiere a la asertividad existe cierta confusión al utilizar la
palabra dentro del componente personal, de forma que hay autores que la
consideran elemento del componente social o interpersonal, no obstante,
abordada desde el ámbito personal, el constructo asertividad según Alberti y
Emmons (citado por Peñafiel y Serrano 2010), tiene que ver con:
El comportamiento que fomenta la igualdad en las relaciones humanas,
permitiéndonos actuar en defensa de los intereses propios, defendernos
sin ansiedad justificada, expresar sincera y agradablemente nuestros
sentimientos y poner en práctica nuestros derechos personales,
respetando los derechos de los demás. (p.17).
Por consiguiente, la asertividad garantiza la defensa de los propios
derechos, a la vez que permite la sana convivencia, toda vez que implica
respetar los derechos propios sin lesionar los derechos ajenos. En el caso de
los padres, cuando éstos son asertivos en el ejercicio del binomio autoridad
afecto hacia los hijos, logran que se fortalezca la relación familiar a través del
respeto mutuo.
De la misma forma, Bar-On (citado por Vivas y Gallego 2008), estima que
la asertividad: “…es la capacidad para expresar constructivamente las propias
emociones” (p.66). Por esta razón, es indispensable que los padres al
solucionar un conflicto con los hijos, sean asertivos para no expresar
intolerancia ante ellos cuando cambian de parecer con respecto a una
situación a fin de que puedan establecer acuerdos positivos que les permita a
ambos expresar sus emociones, opiniones e inquietudes.
Por lo anteriormente expuesto, es de resaltar que si dentro del seno familiar
los padres promueven la asertividad en el ejercicio del binomio autoridad
afecto, se creará un ambiente de libertad de opinión, los hijos tomarán
22
33. responsabilidad ante situaciones cotidianas y se fortalecerá la relación entre
padres e hijos.
En lo referente a La autoconciencia, Goleman (ob.cit), expresa que es la
conciencia de los propios estados internos, recursos e intuiciones. Ésta a su
vez comprenden tres aspectos fundamentales: la conciencia emocional,
autovaloración y la confianza en uno mismo. De allí que es necesario el
abordaje de dichos aspectos pues los padres deben reconocer como sus
emociones, virtudes y/o debilidades pueden llegar a afectar la relación con los
hijos si no se manejan operativamente.
Asimismo, Vivas, Gallego y González (2006), definen el término como “…la
capacidad que tiene el individuo para reconocer las propias emociones y los
efectos que éstas tienen sobre su estado físico, comportamiento y
pensamiento”. (p.31). Por eso, importante que los padres reconozcan sus
emociones y cómo estas afectan a sus hijos, cuando no son administradas
operativamente. De hecho, la autoconciencia que los padres posean cumple
un papel muy importante para el ejercicio del binomio Autoridad- Afecto en la
Formación de los hijos, por cuanto ese reconocimiento tendrá un impacto en
la educación de los mismos.
Ciertamente, la autoconciencia no es una función tan simple y directa como
pudiera parecer a primera vista, y menos respecto a las emociones. De allí
que los modelos de la Inteligencia emocional propuestos por autores como
Mayer, Salovey, Bar-On y Goleman incluyan el principio de la autoconciencia,
como uno de los tantos pasos indispensables a seguir para lograr, crear y
mantener conductas operativas dentro de diferentes ámbitos, bien sea familiar
y/o social en el que se desenvuelve el individuo.
A partir de lo antes señalado, Bisquerra y Pérez, (2007), consideran el
constructo competencia emocional como “…el conjunto de conocimientos,
capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y
regular de forma apropiada los fenómenos emocionales”. (p.68). Al mismo
tiempo el mencionado autor, señala que es una competencia compleja que
23
34. implica la conciencia emocional para generar cambios, entendiéndose ésta
como: “…la capacidad de reconocer y ser consientes de las propias
emociones y de las de los demás, es decir, captar el clima emocional de un
contexto”. (p.69). Por ello, es importante que los padres desarrollen esta
capacidad emocional frente a sus hijos.
Este punto de vista es compartido también por Bernal y Medina (2003),
cuando definen el término conciencia emocional como “…la capacidad que les
permite a las personas conocer los propios estados emocionales para así
reconocer cuales de las emociones son propias y cuales son la de los demás,
de forma que pueda controlarlas” (p.122). En tal sentido, es necesario que los
padres reconozcan sus emociones y las consecuencias que estas pueden
ocasionar cuando ejercen la autoridad y el afecto a los hijos.
En consecuencia, si los padres no son conscientes del vínculo que existe
entre los propios sentimientos, pensamientos, palabras o acciones, pueden
alterar a los hijos psicológica y emocionalmente, lo que puede ocasionar
problemas de conducta, alterar la operatividad del binomio Autoridad- Afecto y
deteriorar las relaciones familiares. De allí la importancia de que los padres
reconozcan cómo las emociones negativas le afectan a él y a los demás.
De acuerdo al modelo de la inteligencia emocional descrito por Goleman
(2004), se puede decir que la autovaloración de logros: “…es conocer los
recursos, capacidades y limitaciones internas que se posee para estar
consientes de las fortalezas y debilidades que se poseen” (p.70). Asimismo,
autores como González y Pérez (citado por Smeke 2006), en diversos
estudios proponen la autovaloración como un componente esencial de la
autoconciencia, pues les permite a los padres evaluar sus potencialidades de
acuerdo a las exigencias del medio y en correspondencia con ello plantearse
determinados objetivos para lograr un Formación adecuada en los hijos.
Por ello, es importante que los padres tengan presente que es imposible
educar aquello que no se tiene y aquello en lo que no se cree, situación que le
obliga a realizar un análisis profundo de las propias actitudes, habilidades y
24
35. limitaciones; para superar aquellas posturas que le impiden alcanzar un
ejercicio operativo del binomio Autoridad- Afecto en la formación de los hijos.
Como se puede observar, existe una estrecha relación entre autovaloración y
el nivel de aspiración de los padres, pues esto le permitirá reconocer las
debilidades y fortalezas que tengan para manejar adecuadamente la
autoridad y el afecto, por cuanto le llevará a evaluar sus logros y aprender a
tolerar las frustraciones.
En este orden de ideas, Goleman (citado por Vivas y Gallego 2008),
concibe la confianza en si mismo, como “…la seguridad en las valoraciones
que se hacen sobre sí mismo y sobre las propias capacidades” (p.72).
Asimismo, Franken (Citado en Bethencourt 2009), señala que: “… el concepto
que se tiene de uno mismo es el que alimenta todas las posibles versiones
futuras que podemos llegar a crear” (p.96). Por tanto, se presenta como una
actitud que ejerce una influencia positiva en el desarrollo y en la relación con
los otros.
En efecto, la capacidad de los padres para confiar en sí mismos proviene
del amor incondicional a los hijos, esto le ayudará a ser positivo ante las
dificultades que se le presenten y a establecer normas claras que le permitan
mantener un ejercicio operativo del binomio Autoridad- Afecto, es decir,
cuando los padres logran desarrollar esta cualidad, se muestran ante los hijos
con determinación para generar las acciones que requiere de ellos en el
mantenimiento de la dinámica familiar.
Por su parte, Furnham (2010), considera la automotivación, desde los
componentes de la inteligencia emocional como “…la capacidad de no
abandonar frente a la adversidad” (p.61). De igual manera Goleman (citado
por Vivas y Gallego 2008), considera el constructo como: “…la tendencia
emocional que guía o facilitan el logro de los objetivos” (p.73). De allí que,
constituye el impulso emocional que requieren los padres para conducirse
hacia un ejercicio del binomio autoridad afecto de una manera operativa.
Tomando como consideración estas definiciones, se puede decir que un
25
36. padre actúa y se comporta de una determinada manera de acuerdo a sus
procesos emocionales, intelectuales, fisiológicos y psicológicos. Es decir, esta
competencia se manifiesta en la persona como el motor interior que lo
impulsa a lograr lo que quiere. De allí su relevancia en la educación de los
hijos, puesto que el grado de motivación que los padres posean, dependerá la
operatividad del Binomio Autoridad- Afecto en la formación de los mismos, por
cuanto los padres no se darán por vencidos ante las dificultades que se le
presenten.
En consecuencia, los padres mantendrán la motivación y fijarán la atención
en las metas en lugar de los obstáculos, en los objetivos propuestos y no en
los riesgos. Sin duda alguna, para ser padres operativos en el ejercicio de la
autoridad y el afecto, se necesita una gran dosis de amor, paciencia,
ecuanimidad, comprensión, disciplina, flexibilidad y automotivación para poder
proyectar todos estos aspectos en la formación de los hijos.
En el modelo de la Inteligencia Emocional propuesto por Goleman (2004)
se incluye dentro de esta competencia elementos como el compromiso y la
iniciativa que le permitirán al individuo reestructurar las conductas no
operativas que le impiden actuar con inteligencia emocional. En cuanto a la
definición de compromiso se han presentado diversidad de opiniones en torno
a la naturaleza del constructo puesto que los investigadores lo conceptualizan
desde una visión actitudinal o comportamental; y otros en relación a sus
dimensiones bien sea unidimensional o multidimensional.
En vista de lo anteriormente expuesto, Vivas, Gallego y González (2006),
sostienen que el compromiso ante la formación, “…es la capacidad de asumir
la visión y los objetivos del grupo o la organización, puesto que las personas
bien dotadas de esta competencia están dispuestas a sacrificarse en pro del
propósito superior de la misma”. (p.48). de allí que, se presenta como uno de
los elementos esenciales que debe acompañar a los padres en el ejercicio de
su rol.
Por su parte, López y González (2006), estiman que el compromiso “…es
26
37. una promesa implícita o explícita entre las personas que interactúan de cara a
mantener una buena relación” (p.85), es decir, posibilita la concentración de
esfuerzos en los padres por mantener la armonía en la convivencia con los
hijos sin desligarse de sus obligaciones.
De acuerdo con estos planteamientos y sin caer en un determinismo
absoluto, se puede decir que, dicha competencia está vinculada al estado
psicológico, a las actuaciones, emociones y/o estado de ánimo en que se
encuentren los padres. Lo cual significa que deben jerarquizar las prioridades
para adquirir la habilidad de educar operativamente a sus hijos, ya que el
compromiso de ser padres requiere esfuerzo, tiempo y dedicación. Por lo
tanto deben comprometerse a estar revisando el equilibrio entre la autoridad y
el afecto a fin de que mantengan su responsabilidad de ser padres.
En este orden de ideas, Caldas y Murias (2008), hacen referencia a la
iniciativa al cambio, como: “…cualidad personal que supone analizar las
situaciones desde una óptica distinta a la habitual y proponer soluciones
originales sin miedo al cambio” (p.8). Asimismo, Goleman (ob.cit), expresa
que la iniciativa es una actitud relacionada con la capacidad de actuar con
prontitud cuando se presenta determinada ocasión. Por tanto, la iniciativa en
los padres es relevante, por cuanto se requiere que éstos se esfuercen en
cambiar las emociones no operativas por amor o comprensión hacia los hijos.
Además les ayudará a tomar decisiones operativas que les permita mantener
en equilibrio el ejercicio que hacen de la autoridad y el afecto sin dejar que
otros afecten las relaciones y el bienestar familiar.
En lo que respecta a Las competencias sociales de los padres, Pérez
(2007), destaca que dicho constructo se ha tomado como referencia en el
ámbito de la terapia de conducta gracias al modelo desarrollado por Argyle y
Kendon en el año de 1967. Además, ha sido objeto de diversas definiciones,
por cuanto existe pluralidad de pareceres con la que los teóricos de la
psicología social lo han enfocado.
De esta manera, Mejias (citado por Peñafiel y Serrano 2010), expresa que
27
38. las competencias sociales “…son entendidas como destrezas sociales
básicas aprendidas a través del estímulo social, necesarias para interactuar,
influir, guiar y orientar a otros en diferentes escenarios” (p.58). En tal sentido,
son producto de la interacción de la persona con su contexto social y
adquirido o potenciado a través del aprendizaje y la experiencia.
Por otra parte, Ballesteros (citado por Pérez 2007) define el término
competencia social como:
Un constructo que abarca múltiples facetas relativas a la calidad de los
logros de un individuo en el desempeño de sus distintos roles
sociales... Muy sucintamente podemos decir que se considera que
individuos socialmente competentes son capaces de hacer frente con
éxito a las demandas de la vida cotidiana y asumir la responsabilidad de
su propio bienestar y, en parte, del de sus allegados. (p.36)
En tal sentido, la competencia social es única de los seres humanos por su
condición de ser social, así, se adquiere a lo largo de los años según las
experiencias vividas. De igual forma, en la familia, los padres adquieren
competencia social a partir de las experiencias que enfrentan en el diario
convivir con los hijos.
Es de destacar que en el modelo de la Inteligencia Emocional propuesto
por Goleman (2004), refiere que la competencia social es: “…La percepción y
regulación de las emociones en los demás, incluyendo a su vez la empatía y
las habilidades sociales”. (p.81). En tal sentido, puede considerarse que
mediante las competencias sociales los padres actuarán con inteligencia
emocional cuando deban disciplinar y dar afecto a sus hijos, por lo que
estarán más atentos a lo que sucede en su entorno, a través de un continuo
desarrollo de las habilidades sociales lo que le permitirá, orientar, corregir,
mejorar y conservar las relaciones familiares y mantener operativo el Binomio
Autoridad –Afecto.
Para Harré y Lamb (2003), la empatía, es: “…comprender, compartir la
experiencia emocional de la otra persona en una situación particular”
(p.139).En otras palabras, es la capacidad que desarrolla la persona de
28
39. ubicarse en el plano de la otra con la cual interactúa, a fin de comprenderla en
sus sentimientos, pensamientos y acciones.
A su vez, Vivas, Gallego y González (2006), consideran el término como
“…la capacidad de percibir el mundo interior emocional y vivencial de otras
personas, por tanto, es la raíz de la comunicación emocional, y de las
relaciones positivas con los otros” (pág.57). Así mismo, Ríos (2005), expresa
que “…es la habilidad de sentir con los demás, de experimentar las
emociones de los otros como si fuesen propias”. (p.104). Siendo así, permite
despertar la sensibilidad de la persona ante el entorno, ante lo que le sucede
a los demás.
En otras palabras, a través de la empatía, los padres pueden establecer
sintonía con lo que sienten los hijos, y así pueden comprender lo que les
sucede desde la perspectiva emocional. De igual manera favorece las
relaciones familiares y el manejo operativo del binomio Autoridad – Afecto, ya
que los padres serán capaces de percibir y comprender las necesidades,
sentimientos, circunstancias, motivos, pensamientos y emocionales de los
hijos cuando deban disciplinarlos o darles manifestaciones de afecto.
La empatía comprende a su vez elementos como la comprensión de los
hijos y la orientación hacia el servicio. De allí que, Goleman (2004), señala
que la comprensión de los hijos, consiste en “…experimentar los sentimientos
y las perspectivas de los demás e interesarse activamente por sus
preocupaciones”. (p.195). Por otra parte, autores como Vivas, Gallego y
González (2007) la definen como:
“La capacidad de captar los sentimientos y las perspectivas de los
demás e interesarse genuinamente por sus preocupaciones. Las
personas dotadas de estas competencias permanecen atentas a las
señales emocionales de los demás; son sensibles y comprenden los
puntos de vista de los demás, y los ayudan basándose en la
comprensión de sus necesidades y sentimientos” (p.75)
De acuerdo con lo antes señalado se puede inferir que los padres que son
capaces de colocarse en el lugar de los hijos, cuando éstos cometen errores,
29
40. logran comprender las emociones, las comparten y en cierta forma las viven,
situación que les permite manejar operativamente las frustraciones, lo que
conlleva a fortalecer las relación entre padres e hijos en el binomio autoridad
afecto.
Los autores antes citados establecen la orientación hacia el servicio, como
“La anticipación en reconocer y satisfacer, en la medida de lo posible, las
necesidades de los demás” (p.75). Por cuanto las personas que están
dotadas con esta competencia perciben las necesidades de los otros y tratan
de satisfacerlas a medida en que le sea posible; además brindan su ayuda
desinteresadamente y asumen el punto de vista de otros sin caer en
polémicas.
Así mismo, Catret (2003), señala que la orientación hacia el servicio tiene
que ver con “…la inclinación que tienen las personas de servir a los demás sin
esperar nada a cambio”(p.34). Así, la orientación al servicio conlleva a que los
padres reconozcan las verdaderas necesidades de sus hijos, dediquen tiempo
suficiente para participar en sus actividades, de tal manera que éstos se
sientan emocionalmente apoyados, situación que además permitirá
administrar inteligentemente las emociones para mantener en equilibrio el
binomio autoridad-afecto en la formación de los mismos.
En otro orden de ideas, Combs y Slaby (citado por Peñafiel y Serrano
2010), definen las habilidades sociales como “…la capacidad para
interactuar con las demás personas en un contexto social dado de un modo
determinado que es aceptado o valorado socialmente y, al mismo tiempo,
personalmente beneficioso para los demás”. (p. 9). En tal sentido, las
habilidades sociales permiten al individuo ser aceptado por los miembros de
un grupo social, toda vez que logre adaptar su comportamiento a las normas
establecidas socialmente.
Por su parte Pérez (2007), señala que las habilidades sociales “…son
conductas y repertorios de conductas adquiridas principalmente a través del
aprendizaje siendo una variable crucial en el proceso de aprendizaje el
30
41. entorno interpersonal en el que se desarrolla y aprende el niño/a” (p.41).
Considerando lo anteriormente expuesto, las habilidades sociales determinan
el desarrollo socioemocional de las personas y además son esenciales para
facilitar la adaptación social tanto en la infancia como en la vida adulta.
Dentro de esta competencia se abarcan elementos como la comunicación,
y resolución de conflictos, estas de forma integrada destacan en el individuo
la habilidad social para vincularse y relacionarse con sus semejantes. De allí
que Franco (2005) afirma que la comunicación “…es el arte de transmitir
información, ideas, creencias, sentimientos y pensamientos de una persona a
otra” (p.22). En tal sentido, este constructo es la vía que les permite a los
padres equilibrar y ejercer la autoridad y el afecto, disfrutar los derechos y
cumplir con los deberes en la formación de los hijos.
Por su parte Bianco (1998) afirma que la comunicación es: “…la base o
fundamento de toda relación humana y que la familia es la entidad primaria de
comunicación” (p.81). De allí la importancia de que los padres establezcan
una buena comunicación con los hijos, de ellos dependerá el éxito de ellos en
el ejercicio de su rol.
En lo que se refiere a la resolución de conflictos familiares Goleman (2004),
expresa que las personas dotadas con esta competencia tienen la capacidad
de negociar y llegar a acuerdos, pues tienen habilidades para manejar a las
personas difíciles y a las situaciones tensas con diplomacia y tacto; de igual
manera reconocen los posibles conflictos, sacan a la luz los desacuerdos y
buscan la manera de llegar a las soluciones que satisfagan plenamente a
todos los implicados. Es decir, las personas que poseen cualidades para
resolver conflictos, son en esencia mediadoras. Así mismo, Sendra (2009),
expresa que “…es el compendio de conocimientos y habilidades que posee
una persona para comprender e intervenir en la resolución pacífica y no
violenta de los conflictos sociales.”(p.270).
Es necesario destacar que los conflictos entre padres e hijos adolescentes
están presentes en numerosos contextos y sociedades, de allí la importancia
31
42. que los padres analicen las diferentes alternativas de solución a un conflicto
con los hijos, de tal manera que puedan resolverlo sin agredirles física y
verbalmente, por cuanto la operatividad en la resolución de conflictos le
permitirá clarificar y mejorar las relaciones familiares, emplear estrategias que
le permitan establecer contacto con ellos para dar, recibir, y/o expresar las
emociones, respetar a su vez las diferencias que tienen en cuanto a
opiniones, creencias, aspiraciones, y necesidades para así mantener
operativo el binomio autoridad-afecto.
Con el propósito de establecer los referentes teóricos o enfoques que
sustenta la presente investigación. La autora de la misma ha considerado
desde la perspectiva de la orientación analizar la Inteligencia emocional de los
padres ante el ejercicio del binomio autoridad afecto en los hijos, la Teoría
cognitivo - conductual puesto que se tienen los aportes de Beck y Ellis (citado
por Hernández y Sánchez, 2007), quienes sostienen que:
La Terapia Cognitiva está basada en el modelo cognitivo que postula
que las emociones y conductas de las personas están influidas por su
percepción de los eventos. No es una situación en y por sí misma la que
determina lo que una persona siente, sino más bien la forma en que ella
interpreta la situación. Por lo tanto la forma en que se sienten las
personas está asociada a la forma en que interpretan y piensan sobre
una situación. La situación por sí misma no determina directamente
cómo se sienten; su respuesta emocional está mediada por su
percepción de la situación. (p.12)
Es decir, la terapia cognitiva conductual se centra en la modificación de
cómo el ser humano piensa, siente, se comporta y se comunica con sus
semejantes en determina situación. De acuerdo con este enfoque, los padres,
pueden cambiar las interpretaciones de lo que ocurre a su alrededor,
modificando lo que piensan, sienten y cómo actúan para así aplicar la
inteligencia emocional en el manejo operativo del binomio autoridad- afecto en
los hijos.
A su vez, se considera la Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura
como otra teoría de gran relevancia para el tema objeto de estudio, por cuanto
32
43. explica la conducta humana en términos de una interacción recíproca entre
las influencias cognitivas, conductuales y ambientales, así como los procesos
que componen el aprendizaje por observación. Para Kort (2003), el énfasis de
la teoría del aprendizaje social está en observar y modelar las conductas, las
actitudes y las reacciones emocionales de los otros. (p.10).
De allí que Moles (2004), expresa que “La adquisición de respuestas
modeladas resulta primordialmente de la continuidad de fenómenos
sensoriales, mientras que las consecuencias de las respuestas para el
modelo o el observador sólo adquieren una importancia fundamental cuando
se ejecutan respuestas aprendidas o imitadas” (p. 70). Ideas que guardan
relación con la investigación por cuanto se fundamenta en la importancia que
tiene la observación y la imitación de las conductas de los padres por parte de
los hijos, puesto que las mismas llegan a representar un modelo para el
establecimiento de nuevas conductas.
Es decir, el modelo básico que imitan los hijos deriva principalmente de la
conducta que aprenden, sobre todo de los padres y las personas que lo
rodean. Vale la pena resaltar, que para conseguir que los hijos desarrollen las
competencias emocionales será, por lo tanto, imprescindible que los padres
cuenten con la suficiente información como para poder desarrollarla en sí
mismos y hacer que ellos también la aprendan y desarrollen. Ya que, si los
padres logran ser emocionalmente inteligentes les facilitará la operatividad en
el binomio autoridad – afecto en la formación de los hijos, además, lograrán
conseguir que ellos sean cada vez más capaces de adecuar sus emociones a
las diversas situaciones en las que se desenvuelven, sentirse bien consigo
mismos y relacionarse con los demás, de manera que puedan ir avanzando
en su desarrollo personal.
En síntesis, es necesario que los padres se muestren emocionalmente
inteligentes en la formación de los hijos, ya que muchos de los esquemas
cognitivos y conductuales que identificarán la vida de los mismos, dependen
de los valores, creencias y actitudes que estos le transmitan desde el seno
33
44. familiar, ya que ésta es la principal fuente de modelamiento. Además es
necesario que como padres se apoyen en el crecimiento de los hijos; estén
presenten en el desarrollo de su autonomía; tenga capacidad para entender y
adaptarse a los cambios que se producen en los hijos sobre todo cuando son
adolescentes; logren resolver e incorporar saludablemente los conflictos que
surgen en la dinámica familiar; conozca y comprenda la existencia de nuevos
roles dentro de la familia; y pueda, desde una postura empática, guiar,
aconsejar, colaborar y supervisar la operatividad del binomio autoridad -
afecto.
34
45. CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
Naturaleza y Tipo de la Investigación
La investigación se desarrolló dentro del paradigma cuantitativo,
sustentado en un estudio de campo y de naturaleza descriptiva, bajo la
modalidad de una investigación proyectiva. Con respecto al paradigma
cuantitativo, Sarantakos, (citado por Palella Stracuzzi, y Martins, 2003)
señalan que ésta “…permite examinar los datos de manera científica o más
específicamente de forma numérica generalmente con la ayuda de
herramientas del campo de la estadística” (p.22). Ciertamente en el presente
estudio los datos obtenidos se cuantificaron para comprobar la variable objeto
de estudio, es decir, se empleó la estadística descriptiva.
En cuanto al estudio de campo, Arias (2006), afirma que “…es aquella
investigación donde se recogen datos directamente de los sujetos
investigados o de la realidad donde ocurren los hechos, sin manipular variable
alguna” (p.31). En el sentido de lo anteriormente expuesto, la naturaleza de la
investigación permitió obtener datos directamente de los padres, sujetos de
estudio para así evidenciar de que manera manejan la Inteligencia Emocional
en el Binomio autoridad afecto en sus hijos.
Al mismo tiempo, la investigación en concordancia con los objetivos, se
apoya en una investigación de carácter descriptiva, por cuanto Hernández,
Fernández y Baptista (2008) precisan que “…este tipo de investigación busca
describir situaciones y eventos, cómo es y se manifiesta determinado
fenómeno de estudio” (p.31). En tal sentido, la autora de la presente
investigación se avocó a describir cómo es, y de qué manera se maneja la
inteligencia emocional por parte de los padres en el ejercicio del binomio
35
46. autoridad afecto, de tal manera que permitió detallar los fenómenos que
conforman el problema.
En cuanto al enfoque de investigación proyectiva, Hurtado de Barrera
(2008), la define como “…un plan o programa que se debe elaborar con la
finalidad de dar solución a un problema de manera práctica, además intenta
proponer soluciones a una situación determinada, implica explorar, describir,
explicar y proponer alternativas de cambio y no necesariamente ejecutar la
propuesta” (p.103), en ese sentido, se busca lograr soluciones a los
conflictos que están inmersos dentro del tema objeto de estudio para
proyectar hacia el futuro un modelo de comportamiento obtenido de la
observación de la variables con el propósito de diseñar un plan que permita
dar respuestas óptimas al fenómeno en estudio.
Diseño de la Investigación
En lo que se refiere al diseño de investigación Vergara (citado por Palella
Stracuzzi, y Martins, 2003), expresa que: “…es un conjunto de reglas a
seguir para obtener observaciones sistemáticas y no contaminadas del
fenómeno que constituye el objeto de nuestra investigación” (p.11). Por lo
tanto el diseño permitirá a la autora elaborar lineamientos de orientación que
serán adoptados para responder al problema de investigación.
En ese sentido, para el desarrollo de la presente investigación se
seleccionó el diseño no experimental, cabe decir que, Hernández, Fernández
y Baptista (Ob.Cit) establecen que este diseño de investigación, es “…el que
se lleva a cabo sin manipular deliberadamente variables por cuanto se
observan fenómenos tal y como se dan en su contexto natural para
posteriormente analizarlos” (p.189). Por tal razón, lo que se quiere lograr es
recabar la información y datos necesarios para describir de qué modo los
padres aplican la inteligencia emocional en el ejercicio del Binomio Autoridad-
Afecto con sus hijos.
De manera paralela, el estudio constituye una investigación transeccional
36
47. o transversal, ya que siguiendo a Díaz (2009), este diseño se especializa en
recolectar datos en un momento determinado, “…su propósito es describir
variables, analizar su incidencia y las posibles interrelaciones que existan
entre variables de interés”. (p.122). De acuerdo a la definición anterior, la
investigación se ubica en esta modalidad, puesto que la autora propone
aplicar un instrumento que le permita una medición única y simultanea de
todos los datos disponibles, con el propósito de analizar la información
necesaria que describa la variable dentro de los sujetos que se establecieron
como objeto de estudio.
Por último, por ser una investigación proyectiva, el Manual del Centro de
Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela
(2007) la concibe como una “Proposición de una solución desde el campo de
la orientación cognitiva conductual a los problemas prácticos encontrando
nuevas formas e instrumentos de actuación y nuevas modalidades de su
aplicación a la realidad” (p.16). Además, plantea que esta investigación se
lleva a cabo dando consecución a tres fases: descriptiva, propuesta y
validación, las cuales se explicarán posteriormente.
Visto que, la inteligencia emocional de los padres es necesaria ante el
manejo operativo del Binomio Autoridad-Afecto en los hijos, se propone
diseñar lineamientos de orientación cognitivo conductual dirigidos a los
padres de los estudiantes de la U.E “Metropolitano Adventista”, para el
manejo operativo de la inteligencia emocional en el ejercicio del binomio
autoridad afecto en la formación de los hijos.
Etapas del Estudio
Dado que la investigación proyectiva se ocupa de cómo deberían ser las
cosas, para alcanzar los objetivos propuestos y funcionar adecuadamente,
en el Manual para la Presentación de trabajos de Grado del Centro de
Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela,
CIPPSV, (2007) , se considera importante la consecución de las etapas de
37
48. estudio: (a) etapa descriptiva; (b) etapa de propuesta y (c) etapa de
validación
Etapa Descriptiva
Esta fase radica en: Caracterizar un fenómeno o situación concreta
indicando sus rasgos más peculiares o diferenciados precisando las
condiciones existentes en este momento de la conducta humana o grupo
social. (p.16), es decir, se trata de establecer características que describan la
inteligencia emocional de los padres ante el manejo operativo del Binomio
Autoridad - Afecto, como fundamento para la elaboración de lineamientos de
orientación.
Esta fase comprende aspectos como: selección de la población, definición
y Operacionalización de la variable, descripción del instrumento para recabar
datos, la validez y confiabilidad del mismo, procedimiento para la recolección
de datos y técnicas de análisis.
Sistema de Variables
Arias (2006), sostiene que una variable “…es una característica o
cualidad; magnitud o cantidad que puede sufrir cambios, y que es objeto de
análisis, medición, manipulación o control en una investigación” (p.57). En la
presente investigación la variable de estudio está representada por la
inteligencia emocional de los padres ante el manejo operativo del Binomio
Autoridad –Afecto en los hijos y es definida por la autora de la investigación
como la capacidad que deben tener los padres para reconocer sentimientos
propios y ajenos, de tal manera que puedan manejar operativamente el
binomio autoridad- afecto durante el proceso de formación de los hijos, esto
con el propósito de disciplinarlos con amor, respeto y así disfrutar
satisfactoriamente su formación, lo que le permitirá desenvolverse en las
competencias tanto personales como sociales.
Para la Operacionalización de La variable, se abordaron dos dimensiones
estructuradas de la siguiente manera: 1) Las competencias personales, que a
38
49. su vez incluye tres subdimensiones como: autorregulación con indicadores
como: el autocontrol, la adaptabilidad y la asertividad, y la subdimensión
autoconciencia con los siguientes indicadores: conciencia emocional,
autovaloración, y confianza en sí mismo. Y la tercera subdimensión
automotivación incluye indicadores como: el compromiso y la iniciativa. 2)
Las competencias sociales, determinada por dos subdimensiones: Primero la
empatía cuyos indicadores son: la compresión de los demás y la orientación
al servicio. Y tercero las habilidades sociales que circunscriben los
indicadores: la comunicación y la resolución de conflicto, tal como se
presenta en el siguiente cuadro:
Cuadro 1
Operacionalización de la Variable
Variable
Variable Dimensiones Subdimensiones Indicadores Ítems
conceptual
La Capacidad Autorregulación -Autocontrol para 1-2-3
inteligencia para la disciplina
emocional reconocer -Adaptabilidad 4-5-6
de los sentimientos ante la adversidad
padres ante propios y Competencias -Asertividad
el ejercicio ajenos, de Personales de 7-8-9
del binomio tal manera los padres
autoridad que puedan -Conciencia
afecto en los manejarse emocional para 10-11-12
hijos. operativame generar cambios
nte durante Autoconciencia -Autovaloración de
el proceso logros 13-14-15
de formación -Confianza
en los hijos, en uno mismo
con el 16-17-18
propósito de
disciplinarlos -Compromiso ante
con amor y Automotivación la formación. 19-20-21
disfrutar -Iniciativa al
satisfactoria cambio
mente su 22-23-24
formación.
-Compresión
Empatía de los hijos 25-26-27
Competencias -Orientación
Sociales de al servicio de sus
los padres hijos 28-29-30
-Comunicación
-Resolución 31-32-33
Habilidades sociales de conflictos
familiares 34-35-36
39
50. Fuente: objetivos de la Investigación
Población y Muestra
Para Balestrini (citado por Veliz, 2010), se entiende por población
“…cualquier conjunto de elementos de los que se quiere conocer o
investigar, alguna o algunas de sus características” (p.79). En el caso objeto
de estudio, la población está constituida por 130 padres de los estudiantes de
Educación Media General del Instituto Metropolitano Adventista, Ubicado en
el sector, Santa Teresa. San Cristóbal. Estado Táchira.
Respecto a la muestra, Arias (2006), la define como: “un subconjunto
representativo y finito que se extrae de la población accesible” (p.83). Para
este estudio se utilizó una muestra probabilística (si es posible conocer la
probabilidad de selección de cada unidad que compone la muestra), que es
aquella obtenida a través de la aplicación de fórmulas matemáticas y/o
estadísticas. El procedimiento utilizado es el propuesto por Hernández,
Fernández y Baptista (2006):
Donde:
= muestra
= Población
= error al cuadrado (0,0025)
= =
Luego se aplica la fórmula para optimizar la muestra:
40
51. Donde:
= muestra óptima
= muestra
N =total de población
Se aplica la doble “C”
La muestra se seleccionó incidentalmente de 54 padres de los
estudiantes de la mencionada institución, los cuales se escogieron al azar.
Técnica e Instrumento de Recolección de Datos
Las Técnicas de recolección de datos según Tamayo y Tamayo (2000)
“…es la parte operativa del diseño investigativo. Hace relación de datos”. Son
lo relativo a los instrumentos, dice que “deberán ser estructurados de
acuerdo al tipo de investigación adoptado y cumplir los requisitos
fundamentales de validez y confiabilidad”. (p.182). En el caso de la presente
investigación se aplicó como técnica la encuesta y el cuestionario como
instrumento. En lo que respecta a la Técnica, Arias (Ob.Cit), señala que
“…es el procedimiento o forma particular de obtener datos o información”
(p.67), Bajo la modalidad de la encuesta; ésta según el precitado autor, “Es
una técnica que pretende obtener información que suministra un grupo o
muestra de sujetos acerca de sí mismo, o en relación con un tema en
particular” (p.72). Ahora bien, la aplicación de la misma conlleva a buscar un
soporte o instrumento que permita conseguir y almacenar la información para
luego ser procesados, analizados e interpretados posteriormente.
Al respecto Sabino (2002) indica, que un instrumento es “…cualquier
recurso del que se vale el investigador para acercarse a los fenómenos y
extraer de ellos la información" (p. 99). Y el cuestionario, como “… una forma
41