1. Masacre de San Juan
en Bolivia
U.E. Román Parraga
24/06/2017
2. Recibe el nombre de masacre de San Juan el asalto
militar a los campamentos mineros de Siglo XX,
en Catavi (Bolivia), durante la Noche de San Juan ―el 24
de junio de 1967―, ordenado por el entonces presidente
de facto de Bolivia, general René Barrientos Ortuño.
3. Causas
El dictador René Barrientos Ortuño consideraba que en
los centros mineros se estaba gestando un nuevo
movimiento guerrillero similar al del Che Guevara y por
ello decidió cortar de raíz cualquier posibilidad de una
nueva guerrilla en Bolivia. A tal efecto decide junto a su
alto mando el tomar por sorpresa los centros mineros y
de esta manera terminar con cualquier amenaza a su
gobierno.
4. La masacre
La población de los centros mineros llevó a cabo las
tradicionales celebraciones de la Noche de San Juan, con
toda normalidad el 23 de junio por la noche, sin sospechar
que el Ejército se encontraban ya rodeándolos. Es así que
la madrugada del 24 de junio, fracciones del regimiento
Rangers y Camacho de Oruro bajaban de los vagones del
tren, empezando la ocupación los campamentos mineros.
5. A los pocos minutos, las tropas se desplazaron hacia
la plaza del Minero, el local sindical de piedra, donde
funcionaba la emisora La Voz del Minero.
Los jokaras fueron sorprendidos por un nutrido tiroteo en
la zona de Llallagua y La Salvadora, confundidos por la
fiesta, y creyeron que se trataba de dinamitazos o
cohetillos usados en fiestas similares.
6. Sin embargo, los gritos desesperados de mujeres, el llanto
de los niños y el lamento de los heridos los sacaron de su
error. Las viviendas de los mineros fueron atacadas por
soldados del ejército. Cientos de balas cruzaban por todas
partes, mataban gente, aún cuando estuviera dormida.
Entonces ese ambiente de fiesta se tornó trágico; las calles,
en esos momentos, olían a sangre y el estallido de
dinamitas y balas reemplazaban a los juegos artificiales. Las
mayores víctimas se registraron en el campamento
denominado La Salvadora, cerca de la estación ferroviaria
de Cancañiri.
Al final de la ocupación, ningún medio pudo determinar la
cantidad exacta de muertos, heridos y desaparecidos.
7. La prensa orureña, creyó su deber, dejar sentado que se
produjeron «enfrentamientos de grandes proporciones».
Muchos heridos no fueron al hospital, algunos obreros
simplemente desaparecieron, sin que se hubiesen podido
establecer con exactitud, hasta el día de hoy, las cifras de la
masacre.
El diario La Patria informó que:
A las 4:55 de ayer, las poblaciones mineras de
esta zona amanecieron con intensos disparos
de fusiles, ametralladoras y explosiones de
dinamita, cuando las fuerzas del ejército y la
policía minera ocupaban los campamentos
mineros en sangrienta acción.
8. Inicialmente se hablaba de 20 muertos y 72 heridos.
Fueron intervenidas las emisoras radiales Siglo XX y La
Voz del Minero; sin embargo, en la clandestinidad se
informaba la lista de algunos muertos, heridos y
desaparecidos.
Los primeros de la lista fueron Rosendo García,
Ponciano Mamani, Nicanor Tórrez, Maximiliano Achú,
Bernardino Condorí, un niño de 8 años, y un bebé
recién nacido (con pocas horas de vida) y otros más.