Baucis y Filomen eran una pareja anciana que vivía humildemente. Cuando los dioses Zeus y Hermes visitaron su pueblo buscando hospitalidad, solo Baucis y Filomen los recibieron en su casa y los atendieron con una cena. Más tarde, los dioses revelaron su identidad y transformaron la casa de la pareja en un templo de oro. Como recompensa, Baucis y Filomen pidieron morir juntos, lo que se cumplió cuando se transformaron en árboles entrelazados.