El documento resume la pneumatología (doctrina del Espíritu Santo) en los evangelios de Mateo y Marcos. Explica que en el bautismo de Jesús por Juan, el Espíritu Santo desciende sobre él y lo designa como el Mesías. También señala que Jesús inicia su ministerio público luego de ser tentado y fortalecido por el Espíritu Santo después de su bautismo. Finalmente, indica que el bautismo de los creyentes en Pentecostés los consagra para llevar a cabo la misión de Jesús con
1. En: El Espíritu Santo.
Yves M. J. Congar
La Pneumatología en los
Evangelios (Mateo y Marcos)
2. El Bautismo, Concepción, Vida de Jesús:
Las promesas de Salvación: se cumplen en Jesús de
Nazaret. Ello inicia con la llamada de Juan a la
conversión y con el bautismo de Jesús.
Así, en Mc 1,1ss. se percibe el comienzo de la Buena
Nueva.
En su Bautismo por Juan, Jesús es designado y
consagrado como aquel por cuya palabra, sacrificio y
acción el Espíritu entra como don mesiánico y como
don escatológico.
3. Jesús inicia su misión en el momento del Bautismo.
Con ello se inaugura un nuevo capítulo de la historia
de la Salvación.
“Un primer envío del Espíritu fue por la encarnación
del Hijo en el seno de María”. Jesús, por el bautismo
se percibe mesías, aquel sobre quien reposa el
Espíritu, aquel que obrará por el Espíritu, aquel que,
glorificado y constituido Señor, dará el Espíritu.
Para Juan evangelista, Jesús, Verbo hecho carne,
tiene ya el Espíritu; y el bautismo del Jordán es sólo
una atestación concedida al Bautista.
4. La paloma del bautismo no fue un símbolo del Espíritu
ni en el AT ni en los rabinos. “La paloma es un mensajero
de Dios”.
La paloma significaba a Israel y así, señalaría al que
estaba destinado el Espíritu por mediación del mesías. En
la trad, xtna., la paloma será el símbolo del Espíritu Santo.
Al igual que cuando tiene lugar el anuncio a María, la
Palabra y el Espíritu vienen juntos.
Las frases, Éste es mi Hijo amado, en quien me he
complacido; o Tú eres mi Hijo amado; en Ti me he
complacido son una declaración y confirmación para Jesús
como lo que realmente es.
5. Jesús mismo toma entonces plena conciencia de ser
aquel a quien el Padre ha consagrado y enviado al
mundo (Jn 10, 36).
Aquí se da hoy un consenso: por la unión hipostática, el
Verbo o Hijo de Dios es el principio de existencia de
Jesús y el sujeto metafísico de atribución a sus actos,
pero deja a su verdadera y plena humanidad el juego de
sus facultades de conocimiento y de voluntad.
En su cualidad ontológica de Hijo de Dios, ¿hasta que
punto Jesús ha tenido conciencia de ella en el nivel de su
experiencia humana?
“A través de las experiencias, encuentros, las acciones que
realizaba; comprendiendo la Ley, en los profetas, en los
salmos. Viviendo en la obediencia la voluntad de Dios sobre
6. Jesús es tentado: a partir del momento de su bautismo y
de la victoria sobre el tentador, Jesús experimenta la
presencia del Espíritu activo para hacer presente el reino
de Dios y eliminar, consecuentemente, el del demonio.
Así, Jesús curará mucho, un ministerio que Mt pone
muchas veces en relación con la vocación del Siervo (Is
53,4).
Un exceso es, y Mt lo confirma, que Jesús vino al
bautismo y vivió el acontecimiento en la disposición de
ofrecerse y de abrirse a todo el plan que Dios tenía sobre
él, plan que pasaba por el tipo del Siervo y engloba la
ofrenda suprema de la vida.
Jesús vio su muerte como un bautismo (Mc 10,38). Su
7. Conducido por el Espíritu venido a él en su bautismo,
Jesús emprende su ministerio evangélico: los 3
sinópticos lo presentan comenzando su lucha victoriosa
contra el demonio.
La bajada del Espíritu inmediatamente después de su
bautismo es presentada como una unción mesiánica.
Lucas, en Hech., muestra el Pentecostés que será el
bautismo de/para la Iglesia: don y fuerza del espíritu,
consagración para el ministerio, misión, testimonio.
Por tanto: a ejemplo de Jesús también somos llamados a
hacer el bien y a sanar a los oprimidos por el demonio,
pues Dios está con nosotros. De ello somos testigos
desde antaño.