3. - Tras la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA vivió
una etapa de aislamiento político,
económico, social y cultural.
- España se vio obligada a optar por un
modelo económico autártico.
6. En los años posteriores a la guerra civil
española, la población sufría hambre,
miserias y un alto índice de mortandad.
7.
8. LA GENERACIÓN DEL 27 quedo
fragmentada, la mayoría murió o se
fueron al exilio, una pequeña minoría
Dámaso Alonso entre ellos, permaneció
en España impulsando la literatura de
posguerra.
9. Aquellos restos de la GENERACIÓN DEL
27 que permanecieron en España
cultivaron dos tipos de poesía. Una es la
arraigada, de tipo tradicional y
conformista con tintes católicos.
Otros poetas como Dámaso Alonso y
Vicente Aleixsandre dieron forma a la
poesía desarraigada, caracterizada por
su rebeldía, angustia y descontento.
11. BREVE BIOGRAFÍA (MADRID 1898).
-Poeta y crítico español, miembro de la
generación del 27.
-Fue director de la revista de filología
española y de la real academia española.
-Profesor y conferenciante en las principales
universidades de Europa y América.
-Catedrático de la universidad de Madrid y
Valencia.
-Premio Cervantes 1978.
12.
13. Sólo la producción inicial de Dámaso
Alonso “Poemas Puros. Poemillas de la
ciudad”. -1921- Queda adscrita a la
Generación del 27.
La madurez poética de Dámaso Alonso
se produce tras la GUERRA CIVIL con
obras como “Oscura noticia”-1944-.
“Hijos de la ira” -1944-.
14. Antes de la GUERRA CIVIL ESPAÑOLA,
Dámaso Alonso creaba una poesía pura,
bien construida y de sentimiento intimista.
Que recuerda en cierto modo a la poesía
de Juan Ramón Jiménez y Antonio
Machado.
Dentro de la Generación del 27, Dámaso
Alonso no destaco por su obra, sin
embargo fue un excelente critico literario.
15. La GUERRA CIVIL ESPAÑOLA produce en
Dámaso Alonso cambios significativos en
sus impulsos creativos.
Ruptura con la poesía esteticista y ajena
a la realidad historia que venia
imperando en España.
Adopta un lenguaje desgarrado e
incluye palabras antipoéticas. Pasa a lo
que se llama poesía desarraigada.
17. “HIJOS DE LA IRA” es la obra más
transcendental de la poesía de
posguerra.
La obra es un claro exponente de la
angustia del hombre, crueldad, el odio y
la injusticia.
El libro de Alonso abrirá el camino a una
poesía más dramáticamente humana.
18. Insomnio
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?
http://www.youtube.com/watch?v=jJAL_nWvLE4
19. Todos los días rezo esta oración
al levantarme:
Oh Dios,
no me atormentes más.
Dime qué significan
estos espantos que me rodean.
Cercado estoy de monstruos
que mudamente me preguntan,
igual, igual, que yo les interrogo a ellos.
Que tal vez te preguntan,
lo mismo que yo en vano perturbo
el silencio de tu invariable noche
con mi desgarradora interrogación.
Bajo la penumbra de las estrellas
y bajo la terrible tiniebla de la luz solar,
me acechan ojos enemigos,
formas grotescas que me vigilan,
colores hirientes lazos me están tendiendo:
¡son monstruos,
estoy cercado de monstruos!
20. No me devoran.
Devoran mi reposo anhelado,
me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma,
me hacen hombre,
monstruo entre monstruos.
No, ninguno tan horrible
como este Dámaso frenético,
como este amarillo ciempiés que hacia ti clama con todos sus
tentáculos enloquecidos,
como esta bestia inmediata
transfundida en una angustia fluyente;
no, ninguno tan monstruoso
como esa alimaña que brama hacia ti,
como esa desgarrada incógnita
que ahora te increpa con gemidos articulados,
que ahora te dice:
«Oh Dios,
no me atormentes más,
dime qué significan
estos monstruos que me rodean
y este espanto íntimo que hacia ti gime en la noche.»