Este documento expresa preocupaciones sobre la seguridad del tren a Cartago debido al estado deficiente de los rieles y durmientes que fueron reinstalados después de 80 años. Se muestran fotografías que evidencian problemas como rieles disparejos, durmientes sueltos o faltantes, tornillos flojos y oxidación. El autor advierte que no es seguro que la presidenta viaje en el tren en estas condiciones y pide que se garantice realmente la seguridad antes de que la población lo utilice.