La revolución industrial trajo consecuencias demográficas, sociales y ambientales significativas. Se produjo una gran expansión de la población, especialmente en Europa y Norteamérica, debido a la mecanización de la agricultura y la industrialización. Esto contribuyó al rápido crecimiento de las ciudades, donde las malas condiciones de vida y trabajo en las fábricas y minas se describen en detalle. Los trabajadores comenzaron a organizarse en sindicatos y adoptar ideologías como el marxismo y el anar