Este documento presenta la introducción de un libro sobre la segunda adolescencia que ocurre alrededor de los 40 años. Explica que el título incluye los términos "adolescencia" y "cuarenta" a pesar de la resistencia editorial debido a su mala fama. El autor argumenta que ambas etapas son oportunidades para convertirse en individuos completos a través de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales. El libro aborda estos cambios y ofrece información actualizada sobre salud física y mental
El documento presenta una introducción a la psicología, describiendo sus objetivos y historia. Explica que la psicología estudia la mente y la conducta, y que filósofos y científicos han tratado de definir estos conceptos por siglos. Resume las diferentes etapas en la historia de la psicología desde la antigüedad hasta la actualidad, cuando se ha establecido como una ciencia. También describe diferentes campos como la psicología clínica, de la educación y de la salud. Finalmente, presenta algunas teor
Este documento describe la historia y el desarrollo de la psicología social como disciplina científica. Explica que la psicología social surgió en el contexto del desarrollo de las ciencias sociales y la necesidad de delimitar los campos de estudio de la sociología y la psicología. También destaca las primeras corrientes de pensamiento que abordaron temas psicosociales y los trabajos pioneros de autores como Tarde, Wundt y otros que sentaron las bases para el establecimiento de la psicología social como discipl
1) La adolescencia es una etapa de cambio y adaptación entre la niñez y la adultez que comienza con la pubertad y finaliza cuando se adoptan roles de adulto, generalmente entre los 10-22 años.
2) Los cambios psicobiológicos de la pubertad como el crecimiento rápido y las características sexuales secundarias conllevan implicaciones psicológicas como la autoestima y el ajuste social.
3) Diferentes teorías como las de Hall, Freud y Erikson han estudiado la adolescencia y
Este documento describe las características clave de la adultez temprana (20-40 años). Incluye información sobre el desarrollo físico, cognitivo y psicosocial durante esta etapa. También discute temas como las relaciones íntimas, la maternidad/paternidad y los estilos de crianza de los hijos.
Este documento presenta los principales conceptos y teóricos de la psicología de la Gestalt. Explica que la Gestalt surgió como reacción al conductismo y enfatiza la percepción activa de la realidad. Describe a los fundadores Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka. También presenta los principios de la teoría Gestalt como la pregnancia, semejanza y proximidad. Finaliza nombrando las leyes de la Gestalt como la figura-fondo y la totalidad.
El documento describe las etapas de la adultez. La adultez comienza aproximadamente entre los 25 y 60 años, cuando se alcanza la madurez biológica y psicológica. Durante este período, las personas alcanzan su máximo rendimiento individual y social, se casan y crían familias. La adultez se divide en adulto maduro e inmaduro, donde el maduro controla sus emociones y se adapta socialmente, mientras que el inmaduro es contradictorio e irresponsable.
Este documento resume tres teorías sobre el control psicológico: la teoría de la reactancia psicológica, la teoría de la indefensión aprendida y la teoría del locus de control. La teoría de la reactancia psicológica propone que la amenaza o pérdida de libertad motiva al individuo a restaurar la libertad perdida. La teoría de la indefensión aprendida examina cómo la exposición a estímulos incontrolables afecta el comportamiento posterior. La teoría del locus de control se centra en
Desarrollo HistóRico De La PsicologíA DiferencialJaneth Mosso
El documento resume la historia del desarrollo de la psicología diferencial como ciencia empírica desde el siglo XIX. Se divide en dos períodos principales: pre-científico hasta 1850 y científico a partir de 1850. Dentro del período científico, se destacan cuatro etapas clave definidas por los aportes de Galton, Binet, Spearman, Cattell y otros, incluyendo el surgimiento de la disciplina, su configuración, el análisis factorial y teoría de tests, y un nuevo auge en las últimas
El documento presenta una introducción a la psicología, describiendo sus objetivos y historia. Explica que la psicología estudia la mente y la conducta, y que filósofos y científicos han tratado de definir estos conceptos por siglos. Resume las diferentes etapas en la historia de la psicología desde la antigüedad hasta la actualidad, cuando se ha establecido como una ciencia. También describe diferentes campos como la psicología clínica, de la educación y de la salud. Finalmente, presenta algunas teor
Este documento describe la historia y el desarrollo de la psicología social como disciplina científica. Explica que la psicología social surgió en el contexto del desarrollo de las ciencias sociales y la necesidad de delimitar los campos de estudio de la sociología y la psicología. También destaca las primeras corrientes de pensamiento que abordaron temas psicosociales y los trabajos pioneros de autores como Tarde, Wundt y otros que sentaron las bases para el establecimiento de la psicología social como discipl
1) La adolescencia es una etapa de cambio y adaptación entre la niñez y la adultez que comienza con la pubertad y finaliza cuando se adoptan roles de adulto, generalmente entre los 10-22 años.
2) Los cambios psicobiológicos de la pubertad como el crecimiento rápido y las características sexuales secundarias conllevan implicaciones psicológicas como la autoestima y el ajuste social.
3) Diferentes teorías como las de Hall, Freud y Erikson han estudiado la adolescencia y
Este documento describe las características clave de la adultez temprana (20-40 años). Incluye información sobre el desarrollo físico, cognitivo y psicosocial durante esta etapa. También discute temas como las relaciones íntimas, la maternidad/paternidad y los estilos de crianza de los hijos.
Este documento presenta los principales conceptos y teóricos de la psicología de la Gestalt. Explica que la Gestalt surgió como reacción al conductismo y enfatiza la percepción activa de la realidad. Describe a los fundadores Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka. También presenta los principios de la teoría Gestalt como la pregnancia, semejanza y proximidad. Finaliza nombrando las leyes de la Gestalt como la figura-fondo y la totalidad.
El documento describe las etapas de la adultez. La adultez comienza aproximadamente entre los 25 y 60 años, cuando se alcanza la madurez biológica y psicológica. Durante este período, las personas alcanzan su máximo rendimiento individual y social, se casan y crían familias. La adultez se divide en adulto maduro e inmaduro, donde el maduro controla sus emociones y se adapta socialmente, mientras que el inmaduro es contradictorio e irresponsable.
Este documento resume tres teorías sobre el control psicológico: la teoría de la reactancia psicológica, la teoría de la indefensión aprendida y la teoría del locus de control. La teoría de la reactancia psicológica propone que la amenaza o pérdida de libertad motiva al individuo a restaurar la libertad perdida. La teoría de la indefensión aprendida examina cómo la exposición a estímulos incontrolables afecta el comportamiento posterior. La teoría del locus de control se centra en
Desarrollo HistóRico De La PsicologíA DiferencialJaneth Mosso
El documento resume la historia del desarrollo de la psicología diferencial como ciencia empírica desde el siglo XIX. Se divide en dos períodos principales: pre-científico hasta 1850 y científico a partir de 1850. Dentro del período científico, se destacan cuatro etapas clave definidas por los aportes de Galton, Binet, Spearman, Cattell y otros, incluyendo el surgimiento de la disciplina, su configuración, el análisis factorial y teoría de tests, y un nuevo auge en las últimas
El comportamiento en las etapas del desarrollo humanoadsa35
El documento describe las diferentes etapas del desarrollo humano, incluyendo el periodo prenatal, la infancia, la niñez, la adolescencia y la adultez. Explica que cada etapa tiene características específicas relacionadas con el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Además, señala que aunque hay consenso general sobre las etapas, no existe acuerdo unánime sobre sus límites exactos debido a factores individuales.
Este documento describe las bases biológicas del desarrollo prenatal desde la fecundación hasta el nacimiento, incluyendo las etapas del desarrollo celular, embrionario y fetal. También discute factores como la reducción de riesgos, el bajo peso al nacer, y factores hereditarios, congénitos y genéticos que afectan el desarrollo prenatal.
Este documento presenta una lista de más de 100 pruebas psicológicas agrupadas en las categorías de inteligencia, neuropsicología, personalidad, infantiles/educativas, vocacionales, organizacionales, psicoanalíticas, clínicas y otros. Algunas de las pruebas más destacadas son el Test de Inteligencia No Verbal, la Escala de Inteligencia de Weschler, el Test de Rorschach, el TAT y el 16 PF. Finalmente, se mencionan varios instrumentos de medición psicológica.
1) El documento presenta una discusión sobre el concepto de desarrollo humano y sus etapas, considerando las teorías de biologicistas y ambientalistas. 2) Describe el desarrollo como un proceso de transformación social orientado a un objetivo y analiza factores como la globalización que generan la necesidad de mayor capacitación. 3) Presenta los objetivos de entender el concepto de desarrollo humano a través de diferentes autores, teorías y procesos psicológicos asociados a lo largo del ciclo vital.
Este documento discute la historia de la separación entre la psicología evolutiva y la psicología del envejecimiento. Explica que la psicología evolutiva se centró inicialmente en el desarrollo infantil, mientras que el estudio del desarrollo adulto y el envejecimiento tardó décadas más en institucionalizarse. Esto se debió a concepciones del desarrollo que lo veían como un proceso unidireccional de crecimiento, en oposición al envejecimiento. Aunque hubo algunos pioneros
Este documento describe la historia y situación actual de la psicología soviética. Brevemente describe que la psicología soviética tiene tradiciones antiguas, con filósofos rusos en los siglos XVI-XVII que estudiaron temas psicológicos. La Academia de Ciencias de Rusia en 1724 impulsó estudios etnopsicológicos e interculturales. En el siglo XIX, la psicología soviética se desarrolló bajo influencias de Pavlov y Vygotsky, centrándose en el refle
Actividad 2 - Comprendiendo el liderazgo.pdfErikaRosas30
El documento presenta una actividad sobre el liderazgo realizada por cuatro estudiantes de psicología como parte de una electiva sobre desarrollo de habilidades en liderazgo y trabajo en equipo. La actividad busca comprender el concepto de liderazgo y fue desarrollada bajo la guía de la docente María Alejandra Peña para los estudiantes Disnarda Triana, Lorena Beltrán, Santiago Romero y Shirley Caro de la Corporación Universitaria Iberoamericana.
Este documento describe los antecedentes históricos de la psicología fisiológica. En el siglo XIX, científicos como Charles Bell, François Magendie y Johannes Müller realizaron investigaciones pioneras sobre la fisiología del sistema nervioso, estableciendo la distinción entre nervios motores y sensitivos. Sus estudios cambiaron la concepción de las fibras nerviosas de tubos vacíos a conductores eléctricos. También se mencionan las contribuciones de Wilhelm Wundt en el estudio de la sensoperce
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez que incluye grandes cambios físicos y emocionales. Los adolescentes experimentan cambios cognitivos y de personalidad mientras buscan su identidad, y sienten ansiedad por las nuevas responsabilidades. Es importante que los padres brinden apoyo y comprensión durante esta etapa sensible.
El documento describe los procesos de crecimiento, maduración y desarrollo en los niños. El crecimiento implica el aumento cuantitativo del cuerpo a través de la hiperplasia y hipertrofia. La maduración es el proceso cualitativo por el cual un individuo alcanza su plena capacidad biológica y mental. El desarrollo trae consecuencias de mayor complejidad, diferenciación funcional y capacidad para tareas más complejas.
El documento ofrece consejos para llevar un estilo de vida saludable como comer de manera balanceada, hacer ejercicio regularmente, no fumar ni abusar del alcohol, y manejar el estrés. También discute los hábitos más saludables que siguen las personas como tomar el desayuno, dormir 7-8 horas, y no fumar o beber en exceso. Finalmente, destaca factores como la dieta, el peso, el colesterol y el ejercicio como influencias directas en la salud física y mental.
El documento presenta un experimento mental sobre la Teoría de la Referencia. Propone la existencia de una "Tierra Gemela" idéntica a la Tierra excepto porque en lugar de agua (H2O) tiene un líquido químicamente diferente llamado XYZ. Aunque los gemelos Óscar y Óscar-Gemela dicen y piensan "agua", se refieren a sustancias distintas (H2O y XYZ, respectivamente) debido a sus historias causales diferentes. Esto muestra que el contenido mental no determina por sí solo la referencia, sino
El documento describe las etapas del desarrollo cognitivo según Piaget, incluyendo características clave de cada etapa. También discute el desarrollo moral según Kohlberg, con 6 etapas que van desde la obediencia hasta principios éticos universales. Además, examina factores como la familia, cultura y hábitos de estudio que influyen en el desarrollo de los adolescentes.
Este documento describe las características clave de la etapa de la adolescencia. Explica que la pubertad marca el inicio biológico de la adolescencia mediante cambios hormonales que transforman el cuerpo infantil en uno maduro. También describe los cambios físicos típicos en niños y niñas durante la pubertad, así como las reacciones a estos cambios. Finalmente, señala que la formación de la identidad es una tarea central de la adolescencia a medida que los jóvenes transitan hacia la adultez.
El documento habla sobre el alcoholismo en los jóvenes y los factores que contribuyen a su consumo de alcohol. Explica que durante la adolescencia los jóvenes buscan identidad y aceptación entre sus pares, lo que les puede llevar a beber alcohol. También señala que ciertas partes del cerebro aún no están completamente desarrolladas en los adolescentes, afectando su capacidad de controlar impulsos y pensar en las consecuencias. El documento concluye advirtiendo que el alcoholismo se ha convertido en un problema común entre los jóven
El documento habla sobre varios temas relacionados con la adolescencia como la pubertad, la libertad, la amistad y el amor. Describe los cambios físicos y emocionales que ocurren durante la pubertad y cómo afectan la identidad de los adolescentes. También discute la importancia de que los padres den libertad a los hijos de forma gradual a medida que demuestran más responsabilidad, y la relevancia de las amistades para el desarrollo de los adolescentes.
Este documento describe las etapas del desarrollo evolutivo entre los 11 y 14 años. Explica que esta etapa se caracteriza por cambios físicos como la pubertad y cambios psicológicos como el desarrollo del pensamiento formal y la consolidación de la identidad. También analiza el desarrollo social en esta etapa, incluyendo el desarrollo moral, las relaciones con los iguales y la familia, y la búsqueda de autonomía e independencia.
El documento resume una entrevista con Pilar Sordo, una psicóloga chilena que se ha convertido en una gurú de la autoayuda. Explica las diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres, como que las mujeres tienden a retener información mientras los hombres sueltan más fácilmente. También discute cómo las mujeres necesitan sentirse necesarias y los hombres necesitan sentirse admirados.
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez caracterizada por cambios físicos, psicológicos y sociales. Es un período en el que los adolescentes comienzan a tomar sus propias decisiones, descubren su identidad y enfrentan nuevos retos que los ayudarán a madurar. Además, es crucial que los adolescentes reciban una buena orientación de sus figuras de autoridad para navegar esta etapa de forma saludable y evitar malas influencias.
Este documento resume las diferentes etapas del desarrollo humano, incluyendo la infancia, pubertad, juventud, adultez y vejez. Explica que el desarrollo humano es un proceso continuo a lo largo de la vida y depende del contexto y la historia personal. Cada etapa se caracteriza por cambios físicos, psicológicos y sociales específicos.
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez que se caracteriza por cambios físicos, emocionales y sociales debido a la pubertad. Es un período de desarrollo donde los adolescentes buscan establecer su identidad, independencia y nuevas relaciones mientras enfrentan retos como la toma de decisiones y la búsqueda de su futuro camino en la vida.
El comportamiento en las etapas del desarrollo humanoadsa35
El documento describe las diferentes etapas del desarrollo humano, incluyendo el periodo prenatal, la infancia, la niñez, la adolescencia y la adultez. Explica que cada etapa tiene características específicas relacionadas con el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Además, señala que aunque hay consenso general sobre las etapas, no existe acuerdo unánime sobre sus límites exactos debido a factores individuales.
Este documento describe las bases biológicas del desarrollo prenatal desde la fecundación hasta el nacimiento, incluyendo las etapas del desarrollo celular, embrionario y fetal. También discute factores como la reducción de riesgos, el bajo peso al nacer, y factores hereditarios, congénitos y genéticos que afectan el desarrollo prenatal.
Este documento presenta una lista de más de 100 pruebas psicológicas agrupadas en las categorías de inteligencia, neuropsicología, personalidad, infantiles/educativas, vocacionales, organizacionales, psicoanalíticas, clínicas y otros. Algunas de las pruebas más destacadas son el Test de Inteligencia No Verbal, la Escala de Inteligencia de Weschler, el Test de Rorschach, el TAT y el 16 PF. Finalmente, se mencionan varios instrumentos de medición psicológica.
1) El documento presenta una discusión sobre el concepto de desarrollo humano y sus etapas, considerando las teorías de biologicistas y ambientalistas. 2) Describe el desarrollo como un proceso de transformación social orientado a un objetivo y analiza factores como la globalización que generan la necesidad de mayor capacitación. 3) Presenta los objetivos de entender el concepto de desarrollo humano a través de diferentes autores, teorías y procesos psicológicos asociados a lo largo del ciclo vital.
Este documento discute la historia de la separación entre la psicología evolutiva y la psicología del envejecimiento. Explica que la psicología evolutiva se centró inicialmente en el desarrollo infantil, mientras que el estudio del desarrollo adulto y el envejecimiento tardó décadas más en institucionalizarse. Esto se debió a concepciones del desarrollo que lo veían como un proceso unidireccional de crecimiento, en oposición al envejecimiento. Aunque hubo algunos pioneros
Este documento describe la historia y situación actual de la psicología soviética. Brevemente describe que la psicología soviética tiene tradiciones antiguas, con filósofos rusos en los siglos XVI-XVII que estudiaron temas psicológicos. La Academia de Ciencias de Rusia en 1724 impulsó estudios etnopsicológicos e interculturales. En el siglo XIX, la psicología soviética se desarrolló bajo influencias de Pavlov y Vygotsky, centrándose en el refle
Actividad 2 - Comprendiendo el liderazgo.pdfErikaRosas30
El documento presenta una actividad sobre el liderazgo realizada por cuatro estudiantes de psicología como parte de una electiva sobre desarrollo de habilidades en liderazgo y trabajo en equipo. La actividad busca comprender el concepto de liderazgo y fue desarrollada bajo la guía de la docente María Alejandra Peña para los estudiantes Disnarda Triana, Lorena Beltrán, Santiago Romero y Shirley Caro de la Corporación Universitaria Iberoamericana.
Este documento describe los antecedentes históricos de la psicología fisiológica. En el siglo XIX, científicos como Charles Bell, François Magendie y Johannes Müller realizaron investigaciones pioneras sobre la fisiología del sistema nervioso, estableciendo la distinción entre nervios motores y sensitivos. Sus estudios cambiaron la concepción de las fibras nerviosas de tubos vacíos a conductores eléctricos. También se mencionan las contribuciones de Wilhelm Wundt en el estudio de la sensoperce
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez que incluye grandes cambios físicos y emocionales. Los adolescentes experimentan cambios cognitivos y de personalidad mientras buscan su identidad, y sienten ansiedad por las nuevas responsabilidades. Es importante que los padres brinden apoyo y comprensión durante esta etapa sensible.
El documento describe los procesos de crecimiento, maduración y desarrollo en los niños. El crecimiento implica el aumento cuantitativo del cuerpo a través de la hiperplasia y hipertrofia. La maduración es el proceso cualitativo por el cual un individuo alcanza su plena capacidad biológica y mental. El desarrollo trae consecuencias de mayor complejidad, diferenciación funcional y capacidad para tareas más complejas.
El documento ofrece consejos para llevar un estilo de vida saludable como comer de manera balanceada, hacer ejercicio regularmente, no fumar ni abusar del alcohol, y manejar el estrés. También discute los hábitos más saludables que siguen las personas como tomar el desayuno, dormir 7-8 horas, y no fumar o beber en exceso. Finalmente, destaca factores como la dieta, el peso, el colesterol y el ejercicio como influencias directas en la salud física y mental.
El documento presenta un experimento mental sobre la Teoría de la Referencia. Propone la existencia de una "Tierra Gemela" idéntica a la Tierra excepto porque en lugar de agua (H2O) tiene un líquido químicamente diferente llamado XYZ. Aunque los gemelos Óscar y Óscar-Gemela dicen y piensan "agua", se refieren a sustancias distintas (H2O y XYZ, respectivamente) debido a sus historias causales diferentes. Esto muestra que el contenido mental no determina por sí solo la referencia, sino
El documento describe las etapas del desarrollo cognitivo según Piaget, incluyendo características clave de cada etapa. También discute el desarrollo moral según Kohlberg, con 6 etapas que van desde la obediencia hasta principios éticos universales. Además, examina factores como la familia, cultura y hábitos de estudio que influyen en el desarrollo de los adolescentes.
Este documento describe las características clave de la etapa de la adolescencia. Explica que la pubertad marca el inicio biológico de la adolescencia mediante cambios hormonales que transforman el cuerpo infantil en uno maduro. También describe los cambios físicos típicos en niños y niñas durante la pubertad, así como las reacciones a estos cambios. Finalmente, señala que la formación de la identidad es una tarea central de la adolescencia a medida que los jóvenes transitan hacia la adultez.
El documento habla sobre el alcoholismo en los jóvenes y los factores que contribuyen a su consumo de alcohol. Explica que durante la adolescencia los jóvenes buscan identidad y aceptación entre sus pares, lo que les puede llevar a beber alcohol. También señala que ciertas partes del cerebro aún no están completamente desarrolladas en los adolescentes, afectando su capacidad de controlar impulsos y pensar en las consecuencias. El documento concluye advirtiendo que el alcoholismo se ha convertido en un problema común entre los jóven
El documento habla sobre varios temas relacionados con la adolescencia como la pubertad, la libertad, la amistad y el amor. Describe los cambios físicos y emocionales que ocurren durante la pubertad y cómo afectan la identidad de los adolescentes. También discute la importancia de que los padres den libertad a los hijos de forma gradual a medida que demuestran más responsabilidad, y la relevancia de las amistades para el desarrollo de los adolescentes.
Este documento describe las etapas del desarrollo evolutivo entre los 11 y 14 años. Explica que esta etapa se caracteriza por cambios físicos como la pubertad y cambios psicológicos como el desarrollo del pensamiento formal y la consolidación de la identidad. También analiza el desarrollo social en esta etapa, incluyendo el desarrollo moral, las relaciones con los iguales y la familia, y la búsqueda de autonomía e independencia.
El documento resume una entrevista con Pilar Sordo, una psicóloga chilena que se ha convertido en una gurú de la autoayuda. Explica las diferencias biológicas y psicológicas entre hombres y mujeres, como que las mujeres tienden a retener información mientras los hombres sueltan más fácilmente. También discute cómo las mujeres necesitan sentirse necesarias y los hombres necesitan sentirse admirados.
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez caracterizada por cambios físicos, psicológicos y sociales. Es un período en el que los adolescentes comienzan a tomar sus propias decisiones, descubren su identidad y enfrentan nuevos retos que los ayudarán a madurar. Además, es crucial que los adolescentes reciban una buena orientación de sus figuras de autoridad para navegar esta etapa de forma saludable y evitar malas influencias.
Este documento resume las diferentes etapas del desarrollo humano, incluyendo la infancia, pubertad, juventud, adultez y vejez. Explica que el desarrollo humano es un proceso continuo a lo largo de la vida y depende del contexto y la historia personal. Cada etapa se caracteriza por cambios físicos, psicológicos y sociales específicos.
La adolescencia es una etapa de transición entre la niñez y la adultez que se caracteriza por cambios físicos, emocionales y sociales debido a la pubertad. Es un período de desarrollo donde los adolescentes buscan establecer su identidad, independencia y nuevas relaciones mientras enfrentan retos como la toma de decisiones y la búsqueda de su futuro camino en la vida.
Este documento describe las siete etapas del desarrollo humano, incluyendo la etapa prenatal, la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la ancianidad. Explica cada etapa en detalle, señalando cambios físicos, cognitivos y emocionales. El autor aprendió a crear una página web mientras investigaba las distintas fases de la vida.
El documento discute varios temas relacionados con la juventud, incluyendo la definición de juventud, cómo ha cambiado a través de los años, y cómo los jóvenes se ven a sí mismos y son vistos por los adultos. También explora problemas comunes que enfrentan los jóvenes como el primer trabajo, embarazos adolescentes, drogas y el impacto de la tecnología.
Este documento describe las distintas etapas del desarrollo humano, incluyendo la etapa prenatal (dividida en períodos germinal, embrionario y fetal), la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la ancianidad. Explica los rangos de edad típicos de cada etapa y los cambios físicos, cognitivos y sociales que ocurren. El documento concluye que el desarrollo humano se basa en satisfacer las necesidades del ser humano de manera integral más que solo en
DESARROLLO EVOLUTIVO DE LA SEXUALIDAD.pdfAlexaFebre1
Este documento resume tres partes de un curso sobre el desarrollo evolutivo de la sexualidad. Explica cómo la sexualidad está influenciada por la sociedad y cómo las actitudes han cambiado a lo largo de los años. Antiguamente, el sexo era un tema tabú, pero en la actualidad las personas pueden hablar más abiertamente sobre ello. También discute conceptos como lo que se considera "normal" o "anormal" sexualmente y cómo esas definiciones han cambiado. El documento concluye que, gracias a un mayor conocimiento, las personas ahora pueden
El documento describe la adolescencia y cómo ha cambiado a través del tiempo y entre diferentes sociedades. Explica que en las sociedades primitivas, la adolescencia estaba marcada por rituales de paso a la adultez, mientras que en las sociedades modernas la adolescencia es un período más prolongado sin rituales específicos. También discute cómo los adolescentes buscan reconocimiento y cómo la sociedad los culpa frecuentemente de los problemas sociales, en lugar de asumir su propia responsabilidad.
Este documento discute los cambios y desarrollo que ocurren en la adultez y vejez. Explica que existen diferentes tipos de edad como la edad cronológica, biológica, psicológica y social. También describe los cambios biológicos primarios y secundarios que ocurren con la edad y cómo afectan la salud y la sexualidad. Finalmente, enfatiza la importancia de la educación sobre estos cambios para que los adultos puedan aceptarlos y adaptarse a ellos.
El documento describe las 7 etapas del desarrollo humano: la etapa prenatal, la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud, la adultez y la ancianidad. Cada etapa tiene características físicas, emocionales y psicológicas únicas que cambian y evolucionan a medida que una persona pasa de una etapa a otra desde el nacimiento hasta la muerte.
Este documento presenta un resumen de una conferencia sobre sexualidad. La conferencia abordará siete temas importantes relacionados con la sexualidad como la definición de sexualidad, la pubertad, la virginidad, las enfermedades de transmisión sexual y los anticonceptivos. El documento también incluye preguntas realizadas a los asistentes sobre temas como la edad del primer encuentro sexual, el uso del condón y actitudes hacia la virginidad.
Este documento describe la adolescencia como un período de transición entre la niñez y la edad adulta que implica grandes cambios físicos y emocionales tanto para los adolescentes como para sus familias. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social definido por la búsqueda de identidad y independencia. Los adolescentes experimentan una variedad de emociones intensas y cambios en el cuerpo, mientras que los padres deben encontrar el equilibrio entre dar libertad y establecer límites.
Este documento trata sobre la adolescencia y resume sus características principales. La adolescencia es una transición entre la niñez y la edad adulta que implica grandes cambios físicos y emocionales. Es un período en el que los jóvenes buscan independizarse de sus padres al mismo tiempo que necesitan su guía. La tarea principal de la adolescencia es desarrollar la propia identidad.
Este documento trata sobre la adolescencia y describe los cambios físicos, emocionales y de relaciones que ocurren durante este período. Explica que la adolescencia es una transición entre la niñez y la edad adulta marcada por cambios en el cuerpo y la mente del individuo, influenciados por su entorno. También señala que la adolescencia implica desafiar la estabilidad familiar y escolar para descubrir la propia identidad e independencia de a poco, lo que puede generar conflictos con los padres.
"impacto de factores ambientales en el crecimiento de plantasamairanirc22
es un proyecto o más bien llamada Fase 2 de biología en el cual se llevarán a cabo distintos tipos de factores que ayuden a la investigación de este tema
6. Introducción. ¿Adolescente yo?
“Suena muy interesante su propuesta de libro, pero por favor, no mencione en el título la palabra
adolescencia porque la gente no lo va a comprar.” Fue el comentario del profesional de la industria
editorial de cuarenta y tantos años, quien había revisado el proyecto para este libro. Mis argumentos a
favor de la inclusión de este concepto, tales como la buena reacción de un número considerable de
personas cuando había expuesto en conferencias, radio, televisión y cursos esta similitud entre las dos
etapas de cambios más evidentes en la vida: la pubertad y la década de los cuarenta, tampoco le
convencieron. Finalmente, confesó que la idea de identificarse él mismo como adolescente le parecía
terrible. Su pareja le había llamado así, con el propósito de criticar su comportamiento reciente,
aparentemente menos responsable que el anterior. Me despedí, agradeciendo su interés, y continué la
búsqueda de alguien lo suficientemente valiente como para aceptar publicar un libro cuyo título
incluyera dos conceptos tan poco populares: los cuarenta y la adolescencia. Por fortuna, encontré a esas
personas y el resultado es este texto que ahora te presentamos.
Tengo que reconocerlo: tanto la adolescencia como la llamada crisis de los cuarenta son dos etapas con
muy mala fama. Después de todo, llamar a alguien adolescente, menopáusica o, en fechas más
recientes, andropáusico, equivale a insultarle. Parecería como si estos términos significaran que quien
experimenta la transición de una etapa de “buena fama” -como la niñez- hacia otra todavía más
idealizada -como la juventud-, o bien de ésta hacia una menos popular pero al menos vista como
respetable -la madurez de los sesenta- fueran entes poco deseables aún para ellos mismos. Sin embargo,
como veremos a lo largo de este libro, los significados originales de las palabras adolescencia y crisis
fueron mucho más positivos que los actuales.
Acepto que un libro en cuya portada aparezcan términos como los cuarenta y adolescencia sólo llame la
atención de quien está dispuesto a enfrentar que está por iniciar, ya inicia o apoya a quienes viven
etapas para las cuales no hemos sido adecuadamente preparados. Pero el hecho de que tú estés leyendo
este prólogo me alienta a pensar que fue correcta la decisión de escribir este libro. Espero que al
continuar su lectura, tú también concluyas que ser adolescente de primera o segunda vuelta no es tan
terrible, ya que se trata de las dos mayores oportunidades en nuestras vidas para llegar a ser individuos
plenos.
En este libro encontrarás información actualizada y sólida relacionada con la década clave en la
transición hacia la madurez. El contenido abarca los cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que
ocurren durante esta etapa evolutiva. Para animarte y convencerte de que ya cuentas con experiencia
previa, así como para apoyar tu labor, en caso de que seas madre o padre de adolescentes, en el primer
capítulo revisaremos aquellos cambios que ya viviste y superaste con éxito durante tu propia
adolescencia.
Otro aspecto que quisiera aclarar desde ahora es que la segunda adolescencia no necesariamente se
inicia a los cuarenta. Las etapas de desarrollo humano son tan variadas y complejas como las personas
mismas. La transición hacia la madurez se presenta en la mayoría de las personas de occidente durante
la década de los cuarenta, pero es posible que alguien la inicie antes o la retrase hasta el inicio de los
7. cincuenta. También, como veremos en algunos de los ejemplos de este libro, habrá personas que nunca
lleguen a madurar a pesar de los años que carguen a cuestas.
Por otro lado, quisiera pensar que habrá personas de menor edad, más previsoras y sabias, que desearán
leer estas páginas mucho antes de llegar a los cuarenta. Te felicito si tú eres una de ellas, porque sabes
que nunca es demasiado pronto para comenzar a construir nuestro futuro y, de hecho, como leerás más
adelante, cuanto antes adoptes medidas de auto cuidado, tanto en la salud física como mental, tus
posibilidades de tener una mejor calidad de vida durante todos los años que te queden por delante
serán mayores.
Por último, quisiera explicar el tono y las características de este libro.
Estoy convencida que la ciencia y el sentido del humor no sólo no están reñidos, sino que se
complementan. El escritor Arthur Koestler calificaba a la creatividad como una broma productiva y, con
este espíritu, grandes científicos han empleado metáforas, bromas y frases humorísticas para explicar
conocimientos científicos rigurosos y trascendentes. Tal es el caso del eminente neurofisiólogo Robert
M. Sapolsky -a quien cito más adelante-, cuyo libro cumbre acerca del estrés, Por qué a las cebras no les
dan úlceras (Why Zebras Don’t Get Ulcers), nos sorprende por su claridad y comodidad al introducir
términos e ideas que podrían resultar difíciles de comprender (como la comparación de la reacción de
las cebras ante el peligro con la nuestra, que nos provoca úlceras).
En mi incipiente labor como conferenciante en reuniones científicas, así como en las charlas
divulgadoras a través de los medios de comunicación, acostumbro a usar ejemplos graciosos así como
similitudes con aspectos cotidianos para facilitar la comprensión de conceptos complicados (como
neurotransmisión, trastornos psicológicos o psiquiátricos y otros temas que se consideran difíciles).
Hasta ahora, el “humor científico” me ha funcionado, por lo que me atrevo a repetir aquí la fórmula.
Con este propósito, introduzco a lo largo del texto los conceptos tanto psicológicos como médicos de las
vivencias de los adolescentes de segunda vuelta, a través de algunos ejemplos reales pero humorísticos
basados en las experiencias de mis clientes, pacientes, amigos y, desde luego, en las mías propias.
Por otro lado, para asegurar que este libro también sirva de apoyo a los especialistas en salud física y
mental interesados en la etapa evolutiva de transición que se inicia alrededor de los cuarenta años de
edad, he puesto especial cuidado en citar con toda precisión las referencias científicas de donde
proviene la información incluida, así como los datos de las principales asociaciones e instituciones
profesionales dedicadas al estudio de la madurez. El objetivo es propiciar una investigación más
profunda de los temas que les resulten de mayor interés, así como fomentar la ampliación de las redes
de especialistas en salud dedicados al bienestar tanto de las mujeres como de los hombres durante esta
etapa.
Para la edición hispana de este libro he tenido la fortuna de contar con la valiosa colaboración y
revisión especializada de Santiago Palacios, eminente especialista en la salud de la mujer y una de las
máximas autoridades mundiales en el estudio del climaterio tanto femenino como masculino. El doctor
Palacios ha aportado con gran generosidad sus conocimientos y sugerencias para asegurar que las ideas
médicas presentadas en este libro sean válidas y actuales desde la perspectiva de esa disciplina.
10. Capítulo 1
Adolescente, menopáusica y otros insultos comunes
El verdadero significado de adolescente
La palabra adolescens, del latín, es el participio activo del verbo adolescere, que significa crecer. Por
tanto, en sus orígenes, adolescente significaba “el que está creciendo” y adulto (adultus en latín), como
participio pasivo del mismo verbo adolescere, era aplicado como calificativo para “el que ya creció”. Por
tanto, adolescente y adulto son distintos momentos del mismo proceso de crecer.
Pero entonces nos surge la pregunta acerca de cuándo dejamos de crecer y podemos llamarnos
verdaderamente adultos. En fechas recientes se ha dado por llamar a las personas mayores de sesenta
años “adultos en plenitud”. ¿Será al cumplir esa edad cuando podamos asegurar que dejamos de ser
adolescentes? Con la expectativa de vida cada día mayor, así como con los avances en la investigación
que a diario descubren más novedades acerca de las posibilidades regenerativas del cerebro y del resto
del cuerpo, es muy probable que en un futuro no tan lejano la mágica edad de los sesenta sea
considerada como apenas el inicio de la segunda mitad de la vida. El hecho es que quienes se acercan o
inician ahora la década de los cuarenta por fortuna no pueden decir que han dejado de crecer y, por
tanto, ¡deberían aceptar con gusto la idea de que son todavía adolescentes!
Después de todo, si revisamos en detalle lo que significa ser adolescente, nos sentiremos más atraídos
con la idea de serlo.
1. Adolescente es el que crece. Como veremos en la primera parte, durante las dos adolescencias es
cuando más crecemos, tanto desde el punto de vista biológico en la primera adolescencia, como desde el
punto de vista psicológico en la segunda. Daría la impresión de que la naturaleza, en su sabiduría, nos
permitiera pagar en dos partes el precio de la madurez.
2. Adolescente es el que se mueve hacia adelante. Los participios activos de los verbos son, como su
nombre lo indica, conceptos activos, no pasivos; de movimiento, no estáticos. Ser adolescente significa,
entonces, estar en movimiento hacia un estadio de desarrollo más completo, llamado ser adulto. La
segunda parte de este libro tiene como propósito prepararte para cruzar el puente movedizo de los
cuarenta hacia la verdadera plenitud madura.
3. Adolescente es el que tiene un futuro. Esta idea de movimiento hacia delante implícita en adolescere
también nos indica que en la voluntad e imaginación del adolescente existe un futuro por construir,
hacia el cual dirigirse. Mientras que en la primera adolescencia existen cambios en los procesos de
pensamiento que permiten esta nueva perspectiva mental más allá del aquí y del ahora infantil, en la
segunda adolescencia la persona que no se reconoce adolescente se enfrenta a la idea del futuro con
temor, y quisiera “meter marcha atrás” en el coche imaginario que es su vida. Pero el segundo
11. adolescente que asume serlo, revisa el mapa, cambia de rumbo y afina la dirección hacia ese futuro que
en verdad desea alcanzar, como veremos más adelante.
Crisis. Otra palabra con muy mala fama es crisis. Decir que alguien está en crisis equivale a calificarle
como en estado de descontrol, desorden y, muy probablemente, parálisis. Sin embargo, al igual que
adolescente, la palabra crisis fue en su origen griego un concepto mucho más positivo e interesante que
en su acepción actual: proviene de krino, conjugación en presente y primera persona del verbo griego
krinein, que significa “separar, juzgar y decidir”, y se empleaba en tiempos de Hipócrates (el padre de la
Medicina), para calificar el momento en el cual ocurría en el cuerpo del paciente un cambio sustancial
que decidía la mejoría o el empeoramiento de su salud. El médico tomaba la decisión del tratamiento a
seguir en ese estado crítico de la enfermedad realizando un diagnóstico mediante la separación o
distinción de los síntomas que le permitieran juzgar la gravedad y tipo de padecimiento, para.
Finalmente, decidir el tratamiento más adecuado a seguir.
El momento crítico era, pues, de importancia vital. Si retomamos este sentido original para aplicarlo a la
segunda adolescencia de los cuarenta, “estar en crisis” significaría entrar en una etapa importante
cuando yo separo, juzgo y decido, para que mi salud física y mental mejore o empeore. Al igual que
durante la primera adolescencia, la etapa crítica de los cuarenta va a estar caracterizada por esta
necesidad fisiológica y psicológica de ajustar una vez más nuestro estilo de vida para enfrentar con éxito
la siguiente etapa.
En la segunda parte de este libro revisaremos cómo llevar a cabo las dos primeras tareas críticas: la
primera consistirá en separar y revisar en detalle nuestras ideas, sentimientos, fantasías y conductas
previas, para en segundo término, ya con una idea clara del estado actual de nuestras vidas, juzgar lo
que podemos vislumbrar como verdaderamente prioritario y valioso a partir de esta etapa de vida. En la
tercera parte te sugiero cómo decidir tu futuro, comenzando con la decisión de cuidar tu salud para
asegurar que el resultado de la crisis sea una mejor calidad integral de vida traducida en bienestar
cotidiano.
Desde mi experiencia como mujer que ya se acerca a los sesenta años de edad, aunada al contacto
profesional y social con un buen número de personas que ya han rebasado los cuarenta, puedo
asegurarte que quienes se niegan la oportunidad de estar en crisis y pretenden seguir con el mismo
estilo de vida, los mismos hábitos y la misma perspectiva ante sí mismos y ante la vida, pierden la
oportunidad de sanar y de madurar plenamente. Por otro lado, quienes experimentan los cuarenta
como una etapa crítica, con este significado activo del verbo krinein, esto es, quienes voluntariamente
separan y conservan aquello que desean para su futuro pero a la vez se atreven a descartar los hábitos,
ideas, prejuicios y conductas que ya no les serán útiles y que muy posiblemente limitan su salud y
desarrollo integral como personas, continúan más ligeras y preparadas hacia la segunda mitad de su
vida. Son las personas que más adelante emanan seguridad, bienestar interior y sabiduría. Son, en dos
palabras, personas maduras.
Madurez. Es otra palabra que nos deja con sentimientos encontrados. Decirle a una mujer que es
“madurita” es casi equivalente a decirle que ya está “pasada”. Un hombre maduro puede significar al
mismo tiempo que es estable o que ya está fuera del rango de edades deseables para ser contratado por
una empresa. En este segundo sentido, “maduro” y “obsoleto” se vuelven sinónimos. Con las acciones
12. de las características de la juventud pasa algo similar que con las de algunas empresas que cotizan en las
bolsas actuales: su valor está basado más en la especulación y la apariencia que en la solidez y el
rendimiento al largo plazo. Al igual que con los dos conceptos anteriores, me gustaría revisar el
significado original de madurez para rescatar su valor en “la bolsa” de nuestra percepción colectiva y
convencerte de invertir en ella.
La palabra maturus significaba en latín aquello que estaba en su punto máximo de desarrollo. Con
respecto a los frutos, se llamaba maduro al fruto que alcanzaba su mejor sabor, y con relación a las
personas, maduro o madura era quien alcanzaba el desarrollo pleno de sus capacidades intelectuales y
de convivencia con sus semejantes. Ser maduro significa entonces, desde el punto de vista psicológico,
haber alcanzado unos niveles envidiables de capacidades de pensamiento, emocionales y de conducta
que permiten actuar con los mejores resultados. No es casual que la mayoría de las mujeres y hombres
en puestos de liderazgo sean mayores de cuarenta años. Desde el punto de vista biológico y corporal,
lejos de estar caducas o pasadas, las personas maduras están como las frutas: ¡Con el mejor sabor y en
su punto!
Pero la madurez no se presenta de manera automática. En el reino vegetal, requiere de esfuerzos para
asegurar las mejores condiciones de crecimiento y la decisión del momento más oportuno para
cosechar. Entre las personas, el momento crítico se presenta para definir si alcanzaremos la madurez
plena y requiere la decisión de soltarse de aceptar dejar el suelo fértil y conocido de la juventud para
llegar hacia ese nuevo estado maduro cuando llega el momento oportuno de cosechar. No decidirse a
hacerlo es posible, pero ocasiona que quien pretenda seguir por demasiado tiempo aferrado a la etapa
previa sea como dice mi amiga Morella que son algunos hombres que ella conoce: “No maduraron
nunca. Pasaron de verdes a podridos”.
Menopausia y Andropausia. Las dos últimas palabras con significados asignados que nos molestan o
atemorizan al acercarnos a los cuarenta son estos dos términos médicos relacionados con la disminución
de las hormonas sexuales, que desde el inicio de nuestras vidas, y en especial a partir de la pubertad,
han jugado un papel muy importante en nuestro metabolismo, conformación y características
corporales, así como sobre nuestro comportamiento masculino o femenino.
Quizá el término relacionado con los niveles hormonales al que se vinculen más atributos negativos sea
la menopausia. Menopáusica se ha convertido en sinónimo de mujer emocionalmente inestable,
deprimida, ansiosa o irritable, gorda, fea y enferma. Por otro lado, en fechas recientes se ha dado por
llamar andropáusico al hombre que manifiesta más abiertamente sus emociones, que actúa de manera
más impulsiva o rebelde, que tiene un deseo sexual disminuido y, en especial, que ya no desea seguir
compitiendo con la agresividad esperada en el trabajo.
Llegar a la edad en que alguien es calificado como menopáusica o andropáusico equivale a engrosar las
filas de los obsoletos; saldos de la generación anterior. No es entonces casual que reaccionemos con
negación o temor ante la posibilidad de incorporarnos al grupo de tan indeseables sujetos.
Sin embargo, como revisaremos en detalle en la primera parte, la menopausia es un término que sólo
puede emplearse para el cese del flujo menstrual un año después de que ya sucedió. Por tanto, si usamos
el concepto médico correcto de menopausia, una mujer puede ser calificada como pre, peri o post
13. menopáusica, ¡pero nunca como menopáusica!
Otros dos conceptos relacionados con la menopausia y que ocasionan confusiones o temor son
climaterio y perimenopausia. El primer concepto proviene del griego y está relacionado con la palabra
klimakter, que significa escalón o peldaño. Climaterio se aplicaba entonces a una época crítica, en la
cual la persona tenía que subir o bajar escalones. Al emplearla para calificar a la etapa de transición
caracterizada por los cambios hormonales que tanto preceden como siguen a la menopausia de la
mujer, el climaterio es sinónimo de la perimenopausia (que proviene del prefijo peri, “alrededor de”, de
acuerdo con los especialistas actuales).[2]
En lo referente a la andropausia, la situación es todavía más compleja. A pesar de ser ampliamente
empleado, el término mismo no cuenta aún con una definición aceptada de manera general por los
médicos especialistas y existe una gran controversia acerca de su existencia misma como un síndrome
similar al de la transición hacia la menopausia en la mujer. Después de todo, no existe en el hombre un
momento de cese total en la capacidad reproductiva equivalente a la menopausia femenina y, por tanto,
el término andropausia carecería de sentido. Algunos expertos prefieren por ello utilizar el concepto de
“climaterio masculino” ya que la idea de un descenso gradual, escalón por escalón, sería más adecuado
para calificar el proceso hormonal en el hombre a partir de los cuarenta años. En algunos otros casos,
los médicos prefieren hablar de PADAM (por sus siglas en inglés: Deficiencia Androgénica Parcial del
Adulto Mayor), otros eligen llamarlo hipogonadismo tardío, SDT (síndrome de deficiencia de
testosterona) o ADAM (por sus siglas en inglés: deficiencia Androgénica del Hombre Añoso).
En la primera parte de este libro se incluyen las posturas científicas más actuales acerca de este tema
pero, una vez más, llegamos a la conclusión de que desde el punto de vista médico calificar a un
hombre de andropáusico durante los cuarenta es, en la mayoría de los casos, incorrecto.
Sin embargo, y para concluir, de estos dos últimos conceptos con mala fama quisiera rescatar el
elemento común de pausa como la esencia psicológica de la segunda adolescencia.
Durante las fases adolescentes de crecimiento intensivo nuestra mente o psique nos pide llevar a cabo
las tareas implícitas en el verbo krinein -“separar, juzgar y decidir”- que ya mencionamos arriba. Es una
oportunidad para revisarnos, para plantear en la primera fase y recordar en la segunda los sueños, las
capacidades personales, los aspectos reprimidos y las facetas de nosotros mismos; las vetas de oro por
explotar. Pero para poder separar lo impuesto artificialmente por otros de lo auténtico y valioso para
nosotros mismos se requiere de tiempo y espacio personal. Para emitir el juicio de quienes somos, y
escucharnos al hacerlo, se necesita el silencio. Para conformar nuestra identidad individual en la
primera adolescencia y remembrarnos -en el sentido de recordar quienes somos y de rescatar todos
nuestros miembros, dejados en el camino del servicio para los demás- en la segunda, necesitamos
regalarnos ese espacio y tiempo personal con más frecuencia durante estas etapas. Alejarnos del ruido
intenso de las expectativas externas que nos aturden y que opacan la voz interna. Necesitamos, pues,
una pausa.
En esta pausa del silencio y del aislamiento propiciada durante la segunda adolescencia se presenta lo
que Mario Benedetti expresa en su haikú[3]:
15. Capítulo 2
“¡Está insoportable!” La autopercepción durante las dos
adolescencias
“No puedes decirle nada, porque se enfurece o empieza a llorar... Además, le ha dado por encerrarse en su cuarto
durante horas o por llegar a la casa muy tarde en la noche. Prefiere a sus amigos que a su familia. Nos peleamos
por cualquier detalle y me lleva en todo la contraria. ¡No entiendo que le pasa! ¡Está insoportable!”
La queja anterior podría referirse a la conducta de una adolescente de 13 años llamada Paola, al
comportamiento de su hermano gemelo Javier, o bien a la reciente actitud de cualquiera de sus padres,
Jaime y Patricia, ambos de cuarenta y tres. Lo interesante es que cada uno de estos personajes la
atribuye a cualquiera de los otros miembros de su familia -a quienes llamaremos los García- pero
difícilmente la reconoce en sí mismo.
Resulta irónico que adolescentes y cuarentones se perciban los unos a los otros como si estuvieran
viviendo etapas muy distintas cuando en realidad, como veremos ahora, son etapas muy similares.
La relación con nosotros mismos: autoimagen, autoconcepto y autoestima
Tanto en la primera como en la segunda adolescencia, los cambios en el proceso de pensamiento, en las
conductas y en los intereses son los primeros en anunciar una nueva etapa de crecimiento. Las dos
adolescencias comienzan con una especie de inquietud y sensación de ya no ser el mismo de antes; de
necesidad de cambiar en algo, sin tener una idea precisa de qué es ese algo. Paola, Javier y sus padres
comparten las siguientes modificaciones en su manera de percibirse a sí mismos y de interactuar con los
demás.
“Espejito, espejito” en casa de los García
Tanto Paola, como Patricia han experimentado en los últimos dos años los cambios hormonales y físicos que
revisaremos en detalle en el siguiente capítulo. A consecuencia de éstos, la forma y el comportamiento de su cuerpo
han ido cambiando progresivamente, muchas veces en contra de lo que ambas esperarían ver reflejado en el espejo.
Tanto Paola como Patricia tienden a aumentar de peso con facilidad y últimamente, no importa qué dieta sigan, la
báscula indica de dos a tres kilos más que los que pesaban hasta hace poco. Otras causas de descontento con su
propia imagen corporal provienen de las disonancias con lo que se considera atractivo en ese momento: Paola tiene
el cabello rizado y la moda propone el liso, mientras que Patricia tiene los labios delgados y ahora se consideran
16. atractivos gruesos o viceversa, ya que cada año cambian los estándares de “belleza”. Agreguemos que Paola se
arregla más para intentar verse mayor y que Patricia lo hace para verse más joven. Patricia califica a su hija de
tonta por no valorar su belleza joven y Paola considera a su mamá ridícula por intentar vestirse como lo hacen ella y
sus amigas.
La autoimagen corporal. Las mujeres actuales invertimos buena parte de nuestro tiempo en intentar
saber quiénes somos, cuánto valemos y qué tan atractivas somos para los demás en nuestro aspecto
físico. Si bien las mujeres de todas las épocas han invertido tiempo y esfuerzo en su arreglo, en los
últimos treinta años los estándares de belleza se han vuelto no sólo más exigentes sino que
adicionalmente no corresponden al cuerpo real de más del 90 por ciento de las mujeres de cualquier
país, edad o grupo racial. La accesibilidad de las imágenes de modelos que pesan de un 30 a un 40 por
ciento menos de lo saludable para su estatura y que de promedio tienen entre quince y veinte años de
edad tampoco ayudan a que Paola con sus primeras curvas, o Patricia con las suyas de madre de dos
hijos, se sientan contentas con el aspecto de su cuerpo. Ambas buscan alcanzar un ideal artificial que les
hace sentirse poco atractivas, menos deseables y, por ende, más inseguras.
Por fortuna, nuestras amigas no están tan descontentas o desesperadas como para recurrir a los trucos
dañinos que saben que muchas de sus amigas emplean para no subir de peso o para tener el rostro
ideal. A Paola le han aconsejado en la escuela que vomite fácilmente después de comer gelatina, helado
o crema batida al final de la comida. Esto -le han dicho- facilita el paso de los alimentos por el esófago.
Muchas de sus compañeras de la escuela secundaria siguen esta rutina casi a diario y gracias a ello están
mucho más delgadas que Paola. Por fortuna, a ella le da miedo caer en la trampa de la bulimia gracias a
la información que le ha dado Patricia acerca de los riesgos terribles de este desorden alimenticio y sabe
que los “trucos” de sus amigas pueden llevar incluso a causar la muerte. A Paola tampoco le atrae
alimentarse exclusivamente con lechugas y agua para conservar la línea. Prefiere hacer ejercicio y
limitarse en el consumo de pan, dulces y chocolates para mantenerse en su peso.
Lorena o La Negación
Sin embargo, Lorena (la hermana de Patricia) siempre se había jactado de tener una figura perfecta, pero hace un
año comenzó a subir un poco de peso, apenas el equivalente a una talla más de lo que medía cuando tenía veinte
años. Para Lorena, quien acaba de cumplir cuarenta y un años, este cambio fue insoportable y últimamente Patricia
ha notado que su hermana ha bajado de peso de manera notoria y en muy poco tiempo. También le llama la
atención que hasta hace poco su hermana comía muy bien pero ahora queda satisfecha con porciones mínimas.
Además, está ansiosa, irritable y no duerme casi nada. Ante la insistencia de su hermana, Lorena confiesa que ha
caído en la tentación de las drogas para suprimir el apetito con tal de mantener su figura juvenil a cualquier precio.
Las ha obtenido, mediante el pago de un jugoso cheque, de un “médico” que jamás le ha solicitado que se haga
algún examen de laboratorio para conocer su estado de salud, y que le proporciona mensualmente las cápsulas que
deberá ingerir en un frasco donde no aparecen los ingredientes del medicamento.
Lorena también ha acudido a todo tipo de tratamientos estéticos de moda, como son las inyecciones de diversas
sustancias para agrandarse los labios y eliminar las arrugas entre las cejas. Muchas veces ha seguido el consejo de
alguna amiga y se ha sometido a tratamientos arriesgados sin asegurarse de estar en manos de un médico
cualificado.
Con todos estos tratamientos, el rostro de Lorena pierde cada día más su expresión natural para convertirse en una
17. especie de máscara inexpresiva e hinchada. Se ha decolorado el cabello y lo ha vuelto a teñir tantas veces que
raparse totalmente y cruzar los dedos esperando que vuelva a salir sería la única opción para volver a tener un
cabello sano. Contrariamente a lo que intenta lograr con toda su inversión en drogas y tratamientos, y lejos de
sentirse mejor, Lorena se siente ahora menos atractiva, más desequilibrada emocionalmente y, sobre todo, más
infeliz.
La negación ante la edad. En lo que respecta a su autoimagen, daría la impresión de que Paola, a pesar
de sus propias insatisfacciones con su apariencia, es a sus 13 años más sabia que su tía porque al menos
aspira a crecer y ser mayor, mientras que Lorena quisiera decrecer. Como esto es imposible, la
autoimagen corporal de Lorena le resultará cada vez más insatisfactoria a menos que pregunte a su
hermana Patricia por qué ella parece estar cada día más guapa y siga su ejemplo. La clave, le dirá
Patricia, es aceptar que cada edad tiene su atractivo.
Los hombres también lloran
Pero Jaime, el esposo de Patricia, no está tan satisfecho con su imagen madura como parece estarlo su mujer. Al
igual que a Javier, su hijo, nunca le ha agradado su estatura, de apenas un metro con sesenta y tres centímetros.
Además, últimamente el vientre se le ha vuelto más prominente, sin importar los sacrificios dietéticos que haga ni el
ejercicio matutino incrementado. Patricia le dice que exagera porque está muy lejos de ser obeso, pero Jaime es
vanidoso. Además, según Jaime, el vientre de mayor tamaño hace que su pene aparente ser menos largo y eso,
acompañado de los cabellos que todas las mañanas le dicen adiós desde el piso de la ducha, le recuerdan que ya es
un cuarentón. Desde hace unos meses, a Jaime le ha dado por vestirse con camisas y corbatas de colores más
brillantes. Por primera vez en su vida, ha aceptado que Patricia le compre una crema hidratante para la cara y ha
comenzado a ir a un centro de salud capilar para intentar retener los pocos cabellos que no han desertado aún de
su cabeza. Sería incapaz de reconocerlo frente a Patricia o sus amigos, pero la realidad es que se siente menos
atractivo que antes.
Su hijo Javier tiene, desde que inició la pubertad, tendencia a engordar, acompañada de un hambre feroz a todas
horas. Él trata de contrarrestar los efectos nocivos de las cantidades industriales de carne roja, pan, refrescos y
comida chatarra que consume a diario con ejercicio intenso durante las tardes, pero sigue con el vientre abultado y
la cara redonda. Además, para su desgracia, heredó la baja estatura de su padre y es de los menos altos de su clase.
Tiene el cutis y el cabello grasos, así es que ha pedido a Patricia, su madre, que le compre una crema especial para
ayudarle a resecar las espinillas del rostro así como un tratamiento capilar especial para cabello graso. Aunque
jamás lo reconocería frente a su madre o sus amigos, la realidad es que se siente menos atractivo que cuando era
niño.
Relación entre el autoconcepto y la autoimagen en las dos adolescencias. Al inicio de la primera
adolescencia, las personas adquirimos la capacidad de pensar acerca del pensamiento mismo; esto
significa que nos volvemos conscientes de nuestros pensamientos y en consecuencia de nuestro ser
interno e individual. El desarrollo de esta capacidad cognitiva nos ofrece la posibilidad de formarnos
una identidad interior individual, conocida en psicología como autoconcepto, así como de establecer los
ideales a los que aspiramos con respecto a nuestro propio desarrollo personal, tanto externo -
manifestado por la auto imagen- como interior, integrado en el autoconcepto. En la medida en que
ambas autopercepciones se acercan a nuestros ideales, o a nuestra apreciación de que seremos capaces
18. de alcanzar dichas metas en un futuro, crecerá nuestra valoración de nosotros mismos, conocida como
autoestima.
Durante la primera adolescencia, debido a esta naciente capacidad de observarse a sí mismos, los
jóvenes de ambos sexos se sienten más expuestos a las miradas de los demás, y en especial las
adolescentes pueden pasar de percibir de una manera más detallada su cuerpo a la sensación de ser
objetos evaluados por los demás de acuerdo con su atractivo y no sujetos con múltiples dimensiones
(véase por ejemplo a Tiggemann, Marika y Lynch, Jessica E., 2001).[4] Los desórdenes alimenticios con
carácter de epidemia en los países occidentales pueden deberse a esta distorsión en el pensamiento de
la adolescente, quien experimenta el incremento natural de la masa corporal como gordura y, en
consecuencia, se siente de poco valor como objeto atractivo en una cultura obsesionada con la delgadez
femenina extrema como ideal de belleza (Archibald y otros, 1999)[5]
En lo que respecta a los jóvenes, la autoimagen corporal se define mediante la comparación con sus
compañeros de la misma edad y en función del grado de desarrollo de las características sexuales y
corporales alcanzado con respecto a los otros. Mientras que las niñas que maduran temprano pueden
sentirse más incómodas e inseguras con las nacientes curvas, las investigaciones recientes indican que
los niños que inician su pubertad antes que los demás manifiestan una auto imagen más adecuada,
además de una seguridad personal mayor que la de sus compañeros que maduran más tarde (Steinberg,
Laura, 2001)[6] Esto puede deberse, en especial en la cultura occidental, a que el desarrollo de
características masculinas tales como el cambio de voz, el bello facial convertido en barba y bigote, y en
especial el crecimiento y capacidad eyaculatoria del pene, se convierten en símbolos de un nivel
superior en la escala del poder entre los grupos masculinos. El joven que madura temprano tiene
derecho a ser parte del grupo de los “grandes” y esto alimenta su autoestima. Pero si la pubertad se
retrasa o, peor aún, si -como en el caso de Javier- deja al final de dos o tres años al joven con una
estatura, con una voz o con un pene menos acordes con el ideal de su grupo social, la autoimagen se
verá afectada y, de acuerdo con algunos estudios, disminuirá los sentimientos de adecuación, la
capacidad de socialización y aún la capacidad de desempeño futuro sexual del joven.
Al iniciar la segunda adolescencia, también experimentamos una redefinición drástica en nuestra
imagen corporal. Patricia dice: “¡Hasta ayer, yo no tenía arrugas!”; “¡Qué cansada me veo!”. Jaime
confiesa a su imagen en el espejo: “¡Estoy quedándome calvo!”; “¡Qué gordo estoy!” En esta edad
comenzamos a notar todos esos cambios. Es como si una mañana cualquiera despertáramos con un
rostro y con una persona que hasta ayer identificábamos con nosotros mismos, pero que ahora nos
resulta desconocida. En palabras del poeta uruguayo Mario Benedetti:
“Desde el espejo
mis ojos no me miran
miran al tiempo”[7]
Revisamos la imagen en el espejo y miramos el tiempo -como escribe el poeta- con la nostalgia de
aquella época reciente, cuando aún la cara no tenía escrita la historia de sus risas, de sus preocupaciones
y de sus emociones en la forma indiscreta de las arrugas. Y en esos momentos decidimos que nuestro
espejo es tan mentiroso como el de la madrastra de Blanca Nieves, pero mucho más cruel.
19. El rechazo hacia la aceptación de su nueva imagen y la incorporación de ésta a un concepto maduro de
sí mismos se relaciona, tanto en las mujeres como Lorena como en los hombres como Jaime, a la
fantasía de que no han cambiado y a la ilusión de que hasta hace muy poco se veían como cuando
tenían dieciocho o veinte años.
Como mencionamos arriba, durante la etapa de los cuarenta nos parece que una mañana despertamos
con un rostro distinto al de ayer. Pero en realidad, hemos estado cambiando durante muchos años,
tantos como los que ha durado nuestra vida.
Lo que sucede es que en esta etapa, al igual que antes, durante nuestra primera adolescencia nos
miramos y exploramos más a nosotros mismos. Nos sucede como cuando nos interesamos por primera
vez en algún tipo de objeto para coleccionar y pareciera como si por coincidencia se nos presentaran
esos objetos por todas partes. Muy probablemente habían estado ahí, donde ahora los vemos todo el
tiempo, pero simplemente no los habíamos notado. Lo mismo pasa con las arrugas, las primeras canas y
los tres o cuatro kilos de más: ya estaban antes, pero es ahora cuando los vemos. Si hasta hace muy poco
no nos preocupaban ni afectaban nuestra autoimagen, ¡no tendrían por qué hacernos sentir menos
atractivos ahora!
Por último, pensemos en lo ridículo de nuestra actitud y aprendamos a reírnos de nosotros mismos.
Tratar de vernos siempre como cuando teníamos diecisiete o dieciocho años de edad equivaldría a
escuchar a dos ranas, que se reunieran después de no verse desde hace veinte años o más, decirse la
una a la otra durante la reunión de su generación de la escuela secundaria “Del Charco”: ¡Qué bárbara,
estás guapísima! ¡No has cambiado nada!... ¡Te ves como cuando eras una renacuaja!
20. Capítulo 3
El proceso de individuación y los cambios de personalidad
El Extraño Fenómeno de la Casa Encogida
Patricia ha sido siempre muy sociable y, además, se ha dedicado a su esposo y familia por completo en el poco
tiempo libre que le deja el trabajo. Salvo para arreglarse en la peluquería o salón de belleza, rodeada de otras
mujeres y del ruido de las secadoras, no se ha regalado una hora para ella misma desde hace más de quince años.
Sin embargo, últimamente ha sentido la necesidad de encerrarse en su cuarto a leer, a escribir sus pensamientos o
simplemente a estar a solas y en silencio.
Al igual que Paola y Javier, que se encierran en sus habitaciones para escuchar música a solas o para escribir en su
ordenador, Patricia siente el impulso de aislarse de los demás para simplemente descansar o pensar en sí misma.
Pero, mientras que Paola no siente que haya nada de raro en su necesidad de aislamiento, Patricia vive la suya con
sentimiento de culpa; como si fuera una muestra de egoísmo terrible e inaceptable en una madre y esposa
responsable del cuidado y la atención de otros, como es su caso.
Por su parte, Jaime llega del trabajo muy tarde y después de saludar a su esposa quiere estar a solas en la estancia,
cambiando constantemente de canal la televisión, revisando las redes sociales, escuchando música nostálgica de
cuando tenía menos años o simplemente sentado a oscuras, pensando. Patricia y sus hijos le reclaman el poco
tiempo que pasa en casa y que no quiera convivir más con ellos. El reclamo de su familia, “¡Parece que te
estorbamos!”, preocupa a Jaime, pero en realidad siente la necesidad de estar a solas y en silencio mucho más que
hasta hace muy poco tiempo.
En resumen, últimamente los cuatro García necesitan de más tiempo a solas y se irritan cuando alguno de los otros
invade su espacio privado. Su casa, hasta hace poco espaciosa y confortable, les parece cada vez más pequeña. Ya
no caben al mismo tiempo los cuatro en ella sin estorbarse. Parecería como si la casa hubiese encogido.
Volvernos verdaderos individuos. El impulso de Patricia y de Jaime es tan natural como el de sus
hijos. Las dos adolescencias son las etapas de revisión y definición de la identidad por excelencia, por lo
que se requiere del tiempo y el espacio para escucharse a uno mismo. Desde el punto de vista
psicológico, la energía para atender los mil asuntos externos y las demandas de quienes les rodean
parece por momentos ser de menor importancia o prioridad, al enfocarse en estas fases en el gran
cambio interior que está ocurriendo en ellos. Las voces externas interrumpen el diálogo interior que
predomina en estas etapas y por ello los García sienten ahora que su casa ha encogido; que se estorban
los unos a los otros y que se invaden al compartir esos mismos espacios que antes les resultaban
amplios.
El proceso de individuación, de acuerdo con Carl Gustav Jung -uno de los pioneros de la psicología
profunda- es “un proceso de diferenciación que tiene como objetivo el desarrollo de la personalidad
individual”[8]
21. El primer cambio psicológico importante relacionado con el proceso de individuación se va a dar en ese
momento en que, durante la primera transición, el niño desarrollará la capacidad de pensar de manera
abstracta. Esta nueva capacidad cognitiva permitirá al adolescente experimentar por primera vez desde
dentro su “Yo-en-el-Mundo”, como llamara el psicólogo Ludwig Binswanger a la posibilidad de
contemplarse a sí mismo como un individuo diferente a los demás. Como ya se mencionó en el
apartado del autoconcepto y la autoimagen, la preocupación primordial del adolescente se vuelve
entonces este Yo, distinto pero a la vez inmerso en un entorno de relaciones complejas. La simplicidad
del aquí y el ahora infantil deja el lugar a la preocupación por el “Yo, aquí y ahora, pero también allá,
mañana y con otros”. La niña hasta hace poco despreocupada de su género comienza a pensarse y a
comportarse cada vez más como miembro del sexo femenino. Como Paola y sus amigas, quiere ser a la
vez absolutamente diferente a las demás... pero de acuerdo con las normas de comportamiento y
apariencia que rijan en su medio social.
Durante la primera adolescencia se inicia también el pensamiento relativo. Las tradiciones, los dogmas,
valores y reglas que los padres han transmitido a sus hijos y que eran hasta hace muy poco tiempo
aceptados por éstos como absolutamente válidos, son ahora criticados y puestos en duda. Javier
manifiesta su naciente Yo mediante nuevas aficiones musicales, filosóficas e ideas políticas que cambian
tan pronto como se vuelven aceptables para sus padres. Lo importante es sostener el NO individual
frente al SÍ colectivo, en especial si se trata de la afirmación de los valores de la generación de sus
padres. Pero, contra lo que usualmente se piensa, esta rebeldía adolescente no es del todo negativa. Es
el mecanismo mediante el cual el adolescente pone a prueba los conceptos y valores propios que regirán
su vida futura como individuo distinto de sus padres. Si durante esta primera etapa Paola y Javier se
rebelan, ponen a prueba los valores y las costumbres familiares, y reconocen que sus padres no lo saben
todo y que a veces hasta se equivocan, tendrán la oportunidad de diferenciarse de una vez por todas y
de comenzar a partir de la juventud su vida como individuos adultos. Si, por el contrario, los
adolescentes García siguieran siendo excesivamente obedientes y complacientes con sus padres,
sorprenderían a todos -incluyéndose a ellos mismos- cuando al cumplir los cuarenta años comenzaran
finalmente a rebelarse, pero lo hicieran de un modo excesivo y, sobre todo, extemporáneo.
Como me confiara un hombre de cuarenta y cinco años a punto de separarse de su esposa, enamorado
de alguien nuevo y con la firme idea de cambiar de trabajo: “Hasta ahora, hice todo lo que se esperaba
de mí. Estudié lo que mi padre quiso que estudiara. Me casé con la novia que le gustó más a mi mamá.
Tuve los hijos que quiso mi esposa que tuviéramos y viví e hice lo que la empresa decidió para mí.
Ahora quiero vivir mi propia vida” Si bien los cambios y ajustes que se realizan durante los cuarenta
pueden ser muy provechosos, no lo son tanto cuando tan sólo se trata de manifestaciones impulsivas de
una rebeldía que debería haberse experimentado durante la primera transición.
El proceso de individuación es un camino tan largo como la vida, pero tiene algunos puentes cuyo cruce
va a determinar si seguimos creciendo o si nos estancamos. Las dos adolescencias son esos puentes, por
momentos inestables, que nos permiten cruzar hacia la continuación del camino vital. Lo interesante es
que, tarde o temprano, la mente nos arrastra hacia adelante aunque nos resistamos y nos amarremos en
la orilla de la protegida niñez o de la cotizada juventud. Para quien no ha pasado voluntariamente el
primer puente de la adolescencia rebelde, el segundo se vuelve más largo, inestable y difícil.
22. Jaime y Patricia aún no lo entienden pero, después de haber sido hijos, padres y ciudadanos ejemplares
que han vivido todos estos años de acuerdo con lo que los demás esperaban de ellos, están a punto de
iniciar el cruce del segundo puente con tareas de individuación pendientes desde el primero. En los
siguientes capítulos veremos cómo logran de una vez por todas ganarse el calificativo de individuos y
maduros.
Individuación y los cambios de vida
Es inevitable que a partir de la primera adolescencia el período más libre de responsabilidades, flexible y
espontáneo que caracterizó la vida durante la niñez, cambie sustancialmente. El paso a la escuela
secundaria en la mayoría de los países occidentales inicia al niño en el ritmo de los horarios rigurosos en
los que cada hora es dedicada a una tarea o disciplina específica. Afuera, la vida se vuelve más compleja
y reglamentada mientras que adentro, el naciente Yo demanda tiempo libre y mayor flexibilidad para
poder definir sus propias prioridades. En la segunda adolescencia, la persona que ya ha vivido de
acuerdo con la estructura rígida de los horarios y las agendas demandará, una vez más, tiempo libre
para realizar los cambios de vida que le asegurarán una mayor satisfacción en la siguiente etapa.
Limpieza de armario en casa de los García
Patricia ha entrado en una etapa frenética de limpieza, cambio de mobiliario y, en especial, le ha dado por limpiar
todos los armarios de la casa. Saca, revisa, tira ropa al suelo, la mete en bolsas y la saca al pasillo para regalarla a
alguna obra de caridad. No entiende cómo han podido acumular tantas cosas en estos años y, sobre todo, llegar a
pensar que algún día resultarían útiles de nuevo.
Jaime llega del trabajo y se encuentra a una Patricia más activa que una niña de cinco años después de comer
azúcar durante todo el día. Entra a la habitación justo a tiempo para rescatar de las bolsas su camiseta favorita y el
pantalón de mezclilla descolorido que ya no usa porque es tres tallas más pequeño que su medida actual. Se
molesta con la falta de sensibilidad de su esposa. ¿Acaso no sabe que esa ropa es la que llevaba puesta cuando se
conocieron, hace veinte años? Además, no pierde las esperanzas de que algún día los tejanos le vuelvan a quedar
bien y la camiseta, con un poco de colorante vegetal, vuelva a quedar como nueva... aunque esté un poco roída en
la manga derecha.
Javier aporta a la colecta caritativa de su madre tres pantalones, dos pares de zapatos y el suéter que le regaló su
abuela hace un mes por su cumpleaños. Paola entrega, con una generosidad sólo equiparable con la de una
seguidora de la Madre Teresa de Calcuta, la falda que le compró su madre hace apenas unas cuantas semanas en
las rebajas de fin de temporada. Patricia se molesta con sus hijos: ¡Cómo pueden ser tan desconsiderados y regalar
prendas totalmente nuevas! Los adolescentes contestan que no piensan ponerse esa ropa “de viejos” y que es mejor
regalarla ahora, cuando aún está nueva, y no esperar a hacerlo cuando ya esté vieja y descolorida, como la que han
guardado sus padres todos estos años en el fondo del armario.
Definición y revisión de intereses. En la primera adolescencia se comienzan a manifestar de manera
más evidente las preferencias personales con respecto a la vocación y las áreas de interés. Al igual que la
ropa nueva que Paola y Javier descartan por no haber sido escogida por ellos mismos, los adolescentes
comienzan a emplear en primera persona y con mayor frecuencia los verbos “querer”, “preferir”,
“elegir”, y “decidir”. Hasta el adolescente más sumiso manifestará en algún momento un “yo prefiero”
24. tanto, irresponsable. Pero, en realidad, el adolescente es muy consciente de sus actos, por lo que con
frecuencia experimenta culpas, dudas y vergüenza al probar nuevas maneras de comportarse o de
decidir. En el ensayo de estos nuevos comportamientos, comete los fallos propios del novato. Esta
continua prueba de ensayo y error cansa por momentos al joven, quien desearía volver a la etapa de la
niñez, cuando todavía no asumía la responsabilidad de su propia vida y era, entonces sí, totalmente
irresponsable.
Durante la segunda adolescencia experimentamos la sensación de que las decisiones tomadas en el
pasado nos alcanzan cada vez más rápido. Es una sensación de avalancha de responsabilidades
adquiridas a lo largo de veinte años o más, que ahora nos aplasta. Es el momento del “hubiera” que,
desafortunadamente, se conjuga en pasado condicional y es del verbo “ya no”. Entonces nos acordamos
de las hadas madrinas, los genios de las lámparas, de Papá Noel, los reyes Magos, la lotería o de aquel
negocio maravilloso que nos acaban de ofrecer y que nos aseguran es de ganancias extraordinarias e
inmediatas. Lo que sea, a pesar de lo mágico o fantasioso que pueda ser, con tal de no sentir la culpa,
las dudas y la vergüenza de afrontar lo que he hecho con mi vida.
Jaime sueña con ganar la lotería pero no tiene una idea clara de lo que desearía hacer con ese dinero,
más allá de lo que se le ocurre para los próximos dos años. Patricia sueña con el ascenso laboral y lo
teme a la vez porque ya no desearía adquirir más responsabilidades de las que ahora tiene. Paola sueña
con ingresar a la universidad donde podrá estudiar algo que la convierta en “trillonaria”, y Javier
simplemente desea pasar el examen de mañana para poder obtener permiso para ir al partido de fútbol
el sábado con sus amigos.
El futuro significa en esta nueva etapa algo muy distinto para cada uno de los García. Pero, a pesar de
tomarse de vez en cuando momentos imaginarios de asueto en compañía de las hadas madrinas, todos
ellos, por ser adolescentes, son a partir de ahora aún más responsables que antes de sus vidas.
25. Capítulo 4
“Los pájaros, las abejas y los García”. Los cambios biológicos[9]
Al pensar en la primera adolescencia, lo primero que quizá nos venga a la mente son los cambios
hormonales y corporales que nos transforman, en unos cuantos años, de manera radical. En la segunda
adolescencia se presenta en la mujer una especie de versión inversa de lo que hormonalmente vivió al
inicio de la pubertad, mientras que en el hombre, si bien no existe un equivalente tan claro en lo que
respecta al equilibrio y funcionamiento hormonal, sí existen modificaciones corporales internas y
externas que nos recuerdan la primera transición.
En este capítulo revisaremos en detalle primero lo que ocurre en el cuerpo de los adolescentes de ambos
sexos durante la pubertad, para comprender después con mayor facilidad los cambios biológicos
durante la segunda adolescencia. Para quienes son además padres de niños y adolescentes, espero que
este capítulo sirva como información para dialogar acerca de lo que ambas generaciones están
experimentando.
Los pájaros, las abejas y los García
Paola García comenzó a sentir a los diez años que los pechos se le ponían duros y le dolían. Al principio pensó que
se había lastimado al golpearse contra una de sus amigas al chocar cuando corrían durante el recreo escolar.
Cuando, después de varios días, el dolor siguió y comenzó a notar que los pezones se le inflamaban, corrió asustada
a enseñarle a su madre lo que le ocurría. Patricia levantó la camiseta de su hija y sonriendo le dijo: “No te asustes,
lo que pasa es que ya comenzaste a crecer”, Poco después de cumplir los 11 años, Paola tuvo su primera
menstruación y Patricia la felicitó, le hizo un pastel al que invitó a sus compañeras del sexto grado y celebraron
juntas el inicio de su pubertad. Pero ahora, dos años después de ese pastel de celebración, Paola ya no está tan
contenta con el rito mensual del sangrado y las compresas. Le molesta en especial no saber si ese mes llegará el
sangrado cuando lo espera, 28 días después del primer día del último período, si se adelantará algunos días o, por
el contrario, se atrasará. Tampoco puede predecir si ese mes se sentirá de mal humor unos días antes de menstruar,
si tendrá cólicos o si esta vez el flujo será más abundante y durará más días de lo normal. Su madre le trata de
explicar que todas esas variaciones son normales, pero ella misma ha comenzado a tener retrasos, flujo más o
menos abundante, y piensa que algo debe estar mal en su cuerpo porque, después de todo, cree que es muy joven
para tener síntomas de menopausia. “Eso es algo que les pasa a las de cincuenta”, piensa. “Yo seguramente estoy
muy estresada o tengo algo anormal”.
Javier tuvo anoche un delicioso sueño erótico y sintió al despertar el pene erecto. Ha notado que en los últimos
meses le ha crecido bastante, lo cual le hace sentir tan como para presumir en los vestuarios con sus compañeros.
Con esa nueva seguridad corporal, decide de una vez por todas llamar a la niña de la escuela que le gusta tanto
para invitarla a salir el siguiente sábado. Ha pensado detenidamente lo que le dirá, incluyendo la inteligente broma
con la que cree que parecerá simpático y muy seguro de sí mismo. Marca el teléfono, la niña contesta y Javier
comienza a decir las líneas preparadas. Todo va bien hasta que, en el momento de invitarla, su flamante voz varonil
lo traiciona con dos palabras desafinadas y varios tonos más agudos que las anteriores. La niña suelta la carcajada
y Javier tartamudea disculpándose por colgar, aduciendo que su padre lo está llamando para algo urgente. Cuelga,
frustrado, y se promete a sí mismo no volver a hablar hasta que la voz le termine de cambiar.
Javier comenta con su padre lo que le sucedió y Jaime ríe divertido, recordando su propia experiencia en esa edad. Le
26. cuenta a su hijo alguna anécdota similar que él vivió en su adolescencia y el joven decide que, después de todo, su
problema no es para tanto.
Ese mismo viernes Jaime invita a Patricia a cenar los dos solos. Tienen una charla muy relajada y al llegar a su
habitación se sienten románticos. Comienzan a desnudarse, se acarician y se besan con gusto... pero su pene no
parece estar enterado de que le toca ponerse en posición firme y entrar en acción. Media hora después de intentos
fallidos tanto suyos como de Patricia para entusiasmarlo a que participe en el intercambio, el pene de Jaime sigue
actuando como si tuviera voluntad propia y decide descansar muy relajado esa noche. Jaime se disculpa con su
esposa diciendo: “Perdón, no sé qué me pasa, debe ser la tensión de toda la semana”. Patricia le tranquiliza
diciendo que no tiene importancia y ambos recuerdan que esa noche hay un programa buenísimo en la televisión.
Introduzcámonos en los cuerpos de Paola, Javier, Jaime y Patricia para comprender lo que les está
pasando.
La pubertad, entendida como el período en el cual un individuo se vuelve capaz de reproducirse
sexualmente, comienza con una señal de inicio de operaciones que se origina en una parte de la base
del cerebro llamada hipotálamo y que estimulará a su vecina, la glándula maestra llamada hipófisis o
pituitaria, para que envíe primero un mensaje hacia las suprarrenales (que, como su nombre indica,
están sobre los riñones) y poco tiempo después hacia las gónadas -también conocidas como testículos y
ovarios entre los que no somos médicos- indicándoles que ha llegado el momento de ponerse a trabajar
para lograr que la persona pueda, en el futuro, perpetuar la especie mediante la agradable práctica de la
reproducción sexual.
En la fase previa a la pubertad, las suprarrenales inician los cambios mediante la secreción de
andrógenos, siendo los más importantes la DHEA (dehidroepiandrostenediona para los médicos y los
amantes de los trabalenguas) y su sulfato, conocido como DHEAS, además de la androstenediona. A
este proceso se lo conoce como adrenarquia y sucede en ambos sexos antes de que ocurran el resto de
los cambios físicos y endocrinológicos que marcan de manera más evidente la pubertad.
En una segunda etapa, aproximadamente uno o dos años después del inicio de la adrenarquia, el
hipotálamo vuelve a comunicarse con su vecina hipófisis mediante el envío de la hormona GnRh,
liberadora de las gonadotrofinas, LH (hormona luteinizante) y FSH (hormona folículo estimulante), que
produce la hipófisis. Ésta, una vez más, envía por la red corporal circulatoria mensajes en “formatos” LH
y FSH a las lejanas gónadas. El mensaje de la LH indica a los testículos en el hombre y a los ovarios en
la mujer que deberán ponerse a producir testosterona y estradiol (estrógenos, en lenguaje común)
respectivamente. Es importante anotar que, al ser las gonadotrofinas las mismas para ambos sexos, en el
proceso de síntesis de las hormonas que predominan en cada sexo tanto hombres como mujeres
producimos también cantidades menores de la hormona correspondiente al otro sexo. Así, los ovarios
producirán pequeñas cantidades de testosterona mientras sintetizan el estradiol y los testículos
secretarán estradiol al metabolizar la testosterona. También es interesante saber desde ahora que estas
hormonas, complementarias a las predominantes en cada sexo, jugarán en la segunda adolescencia un
papel muy importante en relación a la calidad de vida y la salud.
Por otro lado, el mensaje FSH trae como “asunto” la liberación de los óvulos que viajan dentro de los
27. folículos (de ahí el nombre de folículo-estimulante), que son una especie de quistes microscópicos que
han estado en los ovarios desde la época de gestación. Como en el hombre no hay folículos, la FSH
estimula la producción de esperma y con ello asegura que los pequeños espermatozoides cuenten
también con un transporte adecuado en el momento de la fecundación. A esta segunda fase de la
pubertad se la conoce en medicina como gonadarquia y, de manera simultánea con la adrenarquia -
iniciada un poco antes, como ya mencionamos-, conforman el proceso general de crecimiento acelerado
que caracteriza la primera adolescencia.
¿Suena sencillo? En realidad, se trata de un mecanismo de comunicación y funcionamiento tan
complejo que le tomará al cuerpo femenino varios años de irregularidades antes de llegar a la
regularidad que, si se tratara de una industria de manufactura, le permitiría obtener un certificado de
calidad total o de la serie ISSO 9000. Por ello Paola, a sus trece años, todavía se siente con la
intranquilidad de quien no ha obtenido el “certificado de funcionamiento regular”, que seguramente le
tomará uno o dos años más obtener.
La pubertad en el varón. Los niños como Javier, aproximadamente a los diez años de edad comenzarán
con el primer turno de producción de testosterona y éste será nocturno debido a la mayor actividad de
la LH durante el sueño (¿ahora entiendes el porqué de esos sueños eróticos maravillosos?). Medio año
después, la LH comenzará a incrementarse de modo acelerado, por lo que los niveles diurnos de
testosterona comenzarán a aumentar sustancialmente. De acuerdo con los estudios citados por Christy
Miller Buchanan y su grupo (1992)[10], entre los diez y los diecisiete años los niveles de la testosterona
pueden incrementar hasta veinte veces su concentración inicial. Adicionalmente a la testosterona, la
LH, al unirse en los receptores de las células de Leydig en el testículo, estimulará la síntesis de otros dos
andrógenos con nombre de trabalenguas: La dihidrotestosterona, también producida en la próstata, y la
androstenediona, que actúa sobre el cerebro y algunos otros órganos, como veremos más adelante. Al
igual que en el cuerpo femenino, la normalización en los hombres también toma su tiempo.
Los caracteres sexuales primarios y secundarios. A la par de estos cambios hormonales y en buena
medida a consecuencia de ellos, en el niño aparecen de manera predecible los caracteres sexuales
primarios y secundarios. La testosterona se combina con las hormonas provenientes de las suprarrenales
dando como resultado lo siguiente y en este orden: primero, crecerán de manera acelerada los testículos
y el escroto, acompañados de la aparición del vello púbico. Acto seguido - para beneplácito de su
poseedor- el pene crecerá y el vello púbico se volverá más denso, grueso y oscuro. Más tarde,
comenzarán a crecerle la barba, el bigote y el vello corporal en general, de acuerdo con su herencia
genética en mayor o menor abundancia. La voz comenzará a volverse más grave de forma gradual,
ocasionando a Javier y a sus compañeros varios momentos embarazosos mientras se define. Ya
avanzada la adolescencia el joven será capaz de producir y eyacular esperma por primera vez.
La pubertad femenina no es tan regular ni tan fácil de predecir. Pero es usual que debido a la
adrenarquia los cambios corporales se inicien, como en el caso de Paola, con una pequeña elevación del
pezón o bien por la aparición de los primeros vellos púbicos. Al igual que en el niño, el vello púbico y
axilar se vuelve cada vez más denso, grueso y oscuro, mientras que los pechos crecen y las caderas se
ensanchan. La primera menstruación -llamada menarquia- aparece relativamente tarde en la pubertad.
La ovulación y capacidad para llevar a término un embarazo se retrasa todavía más.
28. Ahora, exploremos en qué se parece la segunda adolescencia a esta primera, desde el punto de vista
biológico.
La variación hormonal. Después de haber conseguido el certificado de regularidad en el ciclo de
producción, a partir de aproximadamente los cuarenta años, la producción de las hormonas sexuales,
en las mujeres como Patricia, comienzan a presentar irregularidades. Poco a poco, los folículos se van
agotando. La mayoría de los folículos que han quedado en las “bodegas” de los ovarios, como los saldos
de la temporada reproductiva anterior, se aproximan a su fecha de caducidad, por lo que ya no son tan
sensibles a la estimulación de la FSH y, por tanto, no alcanzan a madurar siempre. En consecuencia,
hay ciclos en los que la mujer no ovula y comienza a romperse el ciclo mensual que hasta entonces era
el normal para cada mujer.
La línea de producción LH también comienza a presentar fallos. El abasto de materias primas como
enzimas y otras sustancias necesarias para elaborar el estradiol no es regular; la “maquinaria” celular
comienza a mostrar cambios que afectan la sensibilidad de los folículos ante las hormonas. Como en las
fábricas y empresas, cuando hay problemas de comunicación entre varias secciones relacionadas con un
producto, hipotálamo e hipófisis envían mensajes urgentes, con el resultado de niveles hormonales
desequilibrados. La FSH aumenta cada vez más y lo único que consigue es que los folículos maduren
demasiado pronto. Los niveles de producción se vuelven irregulares al inicio de esta etapa, con
momentos donde se produce demasiado y otros en los que se produce muy poco, hasta que
gradualmente se va a producir cada vez menos estradiol[11].
¿Recuerdas cómo en la pubertad se presentaron varios años de irregularidades antes de que
hipotálamo, hipófisis y ovarios pudieran coordinar su línea de producción? Imagina que ahora sucede
exactamente lo mismo, pero a la inversa: en lugar de prepararse para producir la primera menstruación,
ahora comienzan la preparación para la última. Mientras hipotálamo e hipófisis se ponen de acuerdo en
cómo preparar la jubilación de los ovarios, la mujer dueña de la fábrica no entiende porqué las cosas no
siguen tan ordenadas y regulares como antes, y esto la inquieta. Después de todo, ¡nadie le dijo que
desde tanto tiempo antes de la menopausia la maquinaria iba a comenzar a presentar suspensiones
parciales de operaciones o huelgas activas de súper-producción como las que realizan los trabajadores
japoneses!
Este proceso no es, por tanto, de producción claramente descendente, como se pensaba antes y en la
primera etapa de la transición hacia la menopausia, la variabilidad hormonal va a ocasionar que los
periodos se vuelvan irregulares, tanto en su frecuencia, como en su duración, hasta llegar a una etapa
cuando la frecuencia comience a descender hasta cesar completamente durante un año.
La fertilidad durante la transición hacia la menopausia. Seguramente todos conocemos alguna mujer
que al iniciar esta fase de ciclos irregulares o cada vez menos frecuentes consideró que ya no era fértil y
se embarazó durante esta etapa. De hecho, lo que sabemos actualmente es que existen ciclos de
ovulación normal intercalados durante la transición previa a la menopausia por lo que la mujer que no
desee ser una Sara o Santa Ana moderna deberá continuar su esquema de anticoncepción hasta la
menopausia.[12]
¿Existe la Andropausia? En el hombre, los cambios hormonales durante los cuarenta son más sutiles
29. que en la mujer y, de acuerdo con los especialistas, requieren de un período más largo para resultar
evidentes. Sin embargo, también en este caso va a comenzar la disminución de la producción. Jaime no
sabe que la secreción de testosterona y los otros andrógenos de su cuerpo comenzó a disminuir
aproximadamente a partir de los treinta años a razón del 1 al 2 por ciento cada año. Adicionalmente,
las células de Leydig en sus testículos -que, como mencionamos arriba, son responsables de estimular la
síntesis de andrógenos- comienzan aproximadamente a los cuarenta años a disminuir en número y a
presentar fallas en su funcionamiento. Como en la mujer de más de cuarenta, en el hombre comienza a
detectarse un desequilibrio hormonal y también elevación de la FSH. Pero a pesar de estos cambios y, a
diferencia de Patricia, quien en aproximadamente ocho años dejará atrás su capacidad reproductiva,
Jaime permanecerá fértil hasta una edad avanzada, por lo cual, y a pesar de ser un término muy
empleado, como ya mencioné en la introducción de este libro, no es adecuado hablar de andropausia,
término que sería equivalente al cese de la capacidad reproductiva o menopausia, sino de una
deficiencia androgénica parcial, misma que manifestará en varios órganos el cambio del ritmo de
producción de sus hormonas a partir de la segunda adolescencia, por lo que sí podemos plantear la
existencia de un climaterio masculino.
La capacidad en frecuencia e intensidad de excitación sexual también se podrá ver afectada por estos
cambios y esto es quizá lo que preocupará más a Jaime, debido a la excesiva importancia que su
potencia sexual ha tenido en él y en la mayoría de los hombres para mantener un nivel adecuado de
autoestima. Como menciona Luis Mariano Aceves (2002)[13] en un artículo acerca de la madurez en el
varón:
“Porque hemos aprendido que en la erección del pene reside el ser hombre, entramos en escenarios de
pánico y desolación cuando ésta se resiste o se niega. Pensamos, entonces, que los remedios pueden
venir de fuera: las píldoras, las inyecciones, los parches, el gel milagroso que restablecerá los niveles
perdidos de la testosterona y, en consecuencia, el poder y la gloria”
El climaterio del hombre es entonces bastante más complejo y profundo que una simple disminución de
testosterona. Pero no podemos tampoco negar que esta sustancia primordial en el cuerpo masculino
tiene un efecto importante que debemos conocer e identificar, en especial a partir de los cuarenta.[14]
Los sitios de acción de las hormonas sexuales en los adolescentes de segunda vuelta. En los siguientes
capítulos revisaremos en detalle las manifestaciones del desequilibrio hormonal descrito arriba y que se
presenta durante algunos años de la segunda adolescencia. Baste por el momento decir que, durante
esta etapa y al igual que durante la pubertad, las hormonas harán que nuestro cuerpo y nuestra mente
nos sorprendan, una vez más, con novedades. Lo harán en capacidades y sitios tan insospechados como
el intestino grueso, el hígado, el sistema cardiovascular, la memoria o la “curva de la prosperidad”, que
se resistirá más que antes a desaparecer del vientre de Jaime, a pesar del ejercicio y de la dieta
balanceada. A continuación, te presento un cuadro que resume los sitios de acción de las hormonas en
nuestro cuerpo.
Sitios de acción de las hormonas sexuales en el cuerpo
1. Cerebro y sistema nervioso central
2. Sistema músculo-esquelético
3. Corazón
4. Hígado
32. Capítulo 5
“Pero, ¿qué me está pasando?”
El inicio de la segunda adolescencia
Los puentes
- Hasta los cuarenta años, fue como si viajara dentro de un carruaje muy cómodo y con alguien más que conducía y
me llevaba hacia donde yo debía ir. No sentía preocupación alguna, a pesar de no ser yo el conductor. Todo era
mucho más cómodo y fácil. En cambio, ahora siento como si le hubiera arrebatado las riendas al cochero para
comenzar a manejar yo mismo el carruaje de mi vida. Pero no tengo experiencia, así es que a veces me atemoriza el
no poder prever las curvas o ser incapaz de decidir correctamente en los cruces qué camino debo tomar. Sobre todo,
me siento poco capaz para poder calmar a los caballos y con ello evitar que se despeñen en los desfiladeros
estrechos.
Jaime describe con esta imagen la experiencia interna al inicio de sus cuarenta. Se siente raro, se estresa más
fácilmente que antes y se confiesa a sí mismo durante la consulta que se siente muy inseguro.
Puentes, cruces de caminos, curvas, coches manejados por alguien más y caballos nerviosos o
desbocados son imágenes frecuentes en los sueños y los pensamientos que en esta etapa de vida
manifiestan la incertidumbre de sentirnos distintos a como nos percibíamos antes. La inestabilidad del
puente de la transición evolutiva; la incertidumbre del cruce de caminos o de la curva pronunciada en
la vida personal, familiar y laboral; los instintos, emociones y pensamientos con voluntad propia que,
como los caballos del carruaje metafórico, se rebelan a su antojo y nos llevan a expresar frases como las
siguientes, al inicio de los cuarenta.
Pero, ¿te fijaste cómo ha cambiado? Los García en la reunión de ex alumnos
Patricia y Jaime asisten esta noche a la reunión de ex -alumnos de la escuela secundaria donde se conocieron y
comenzaron su noviazgo. No han visto a varios de sus antiguos compañeros desde hace más de quince años y
sienten curiosidad por saber qué ha sido de sus vidas desde entonces. Entran al salón donde está a punto de
comenzar el evento y pasean la mirada buscando rostros conocidos.
¡Patricia! ¡Vengan a sentarse acá con nosotros! Escuchan llamar a lo lejos a María, quien ahora es directora de
ventas en una empresa multinacional. Al lado de María están sentados Pedro -médico ginecólogo- y su esposa Lidia,
dedicada al trabajo de tiempo completo que implica la administración del hogar y la educación de sus cuatro hijos,
de entre 17 y 13 años de edad. Acompaña a María -quien sigue soltera y dedicada a su carrera profesional- José, un
colega suyo, recién separado después de quince años de matrimonio.
Patricia y María comienzan a charlar muy animadas acerca de lo que han hecho con sus vidas durante tantos años
sin verse. María confiesa en algún momento que, últimamente, se ha sentido rara y menos satisfecha con su trabajo.
33. También siente por momentos que ya no se concentra tan fácilmente. Ha habido ocasiones en que se le han
olvidado los nombres de sus clientes, lo que antes jamás le había sucedido. También, contra su costumbre, se le han
escapado las lágrimas en alguna junta difícil de trabajo pero, sobre todo, en el último año se ha sentido muy sola.
“¡Cómo las envidio a ustedes, que se casaron jóvenes! Yo ya me quedé soltera y sin hijos”, se lamenta esta mujer
con tanto éxito en apariencia.
“¿Tú te preocupas porque se te olvidan los nombres? ¡Eso no es nada!”, comenta Lidia. “Yo, el otro día llegué con
las bolsas del mercado, comencé como siempre a guardar la comida... ¡Y metí el bote del helado en la alacena! Sólo
me di cuenta de lo que había hecho, cuando noté un río de chocolate salir por debajo de la puerta, media hora
después... Estoy tan olvidadiza últimamente que ya he optado por llamar a mis cuatro hijos ‘Príncipe’ porque
siempre confundo sus nombres. Ya estoy como los mujeriegos, que a todas sus conquistas les dicen ‘preciosa’ o
‘reina’ para evitarse la pena de confundir sus nombres.” Todo el grupo ríe y aporta anécdotas de olvidos o
distracciones recientes similares. Por lo visto, no es la única que ha notado que está más desmemoriada y distraída
que antes.
“¡No sabes de lo que te has librado al no haberte casado ni tener aún hijos!”, comenta Patricia a María. “Yo, en
cambio, con el trabajo y la familia al mismo tiempo, me siento con demasiadas responsabilidades y daría lo que
fuera por tener la libertad que tú tienes. Mi día se inicia a las cinco de la madrugada y no termina antes de la
medianoche. Los fines de semana, mi “descanso” consiste en hacer las compras para la semana, asegurarme de que
las habitaciones de Paola y Javier no estén habitadas por frutas peludas debajo de la cama y que la pila de ropa
sucia sobre sus camas disminuya al menos a la mitad. Si todavía me quedan fuerzas y ánimo, salimos al cine o a
comer, previa discusión acalorada porque tratar de ponernos de acuerdo es cada día más difícil. ¿Qué tiene eso de
maravilloso? Con la familia y el trabajo tengo tantas tareas y preocupaciones que lo que vivo a diario ya no es-tres:
¡es-seis! Las amigas ríen con el juego de palabras de Patricia y se dan cuenta de que los hombres de la mesa están
también enfrascados en su propia conversación. Llegan a escuchar que José, el amigo de María, les comenta que a
pesar de no estar arrepentido por haberse divorciado todavía se siente raro y no sabe lo que desea para su futuro.
Pedro les confiesa que su trabajo como médico cada día lo desgasta más y que las enfermeras le han hecho notar
que ya no es tan paciente con las embarazadas primerizas como al inicio de su carrera. Confiesa que ha llegado a
pensar que quizá se equivocó al elegir esa especialidad, que le demanda estar disponible las veinticuatro horas al
día y los siete días de la semana. Por último, Jaime también se sincera con sus amigos y comenta que, debido a la
incertidumbre constante de trabajar en una empresa donde se da cada día más preferencia a los jóvenes menores de
treinta y cinco años, últimamente se ha sentido muy inseguro, caduco, y se esfuerza cada vez más por no sucumbir
ante los tangos del “Trío Miseria”. Cuando Pedro le pregunta qué grupo musical es ése, Jaime contesta que no se
refiere a un trío de músicos con bandoneón, piano y bajo, sino al trío del estrés, la ansiedad y la depresión, que le
hacen llorar más que un sentido tango.
De regreso en coche hacia su casa, Patricia pregunta a Jaime: “¿Te fijaste cómo ha cambiado María? Parece más
humana, menos fría que antes”. Jaime, a su vez comenta: “El que más ha cambiado es Pedro, ¡quién hubiera
pensado que el gran médico tuviera dudas acerca de su profesión! ¡Con lo seguro que se veía siempre!”
En los coches del resto del grupo se repiten comentarios similares. Todos piensan que alguien más en el grupo es el
o la que ha cambiado más desde su juventud... Pero, ¿creen que han cambiado ellos mismos?... ¡Por supuesto que
no!
“Yo no era así antes.” Los cambios en la personalidad. Los cuarenta nos enfrentan con la necesidad de
adecuarnos a roles y expectativas con frecuencia muy distintos a los de la fase de vida previa. Ante esta
nueva etapa, nuestra personalidad se modifica y con ello se manifiestan algunas inquietudes que, si son
atendidas de manera adecuada, van a propiciar que, como dice Rosa Montero, tengamos la fortuna o la
sabiduría de madurar y no simplemente envejezcamos.
Los García y sus amigos manifiestan las inquietudes propias de quien se enfrenta ante la disyuntiva de
madurar o simplemente de envejecer, con algunas frases típicas del inicio de la segunda adolescencia
34. que me gustaría analizar contigo.
“Ahora me toca a mí.” Para aquellas mujeres como Lidia, dedicadas hasta entonces al hogar y la
familia, usualmente estos cambios coinciden con el crecimiento de los hijos y su propia adolescencia.
Como ya revisamos en el capítulo anterior, la nueva fase que atraviesan los hijos va a requerir de
cambios sustanciales en el papel de quien hasta ese momento muy posiblemente se había definido a sí
misma, de manera primordial o exclusiva, por su papel como madre. Las características de personalidad
consistentes con la definición tradicional de este rol, tales como la generosidad, la actitud de servicio
hacia los demás, la supeditación de los intereses personales a los familiares, la amabilidad, la
organización y la planeación, se convierten en esta etapa en motivos de crítica por parte de los hijos y de
insatisfacción personal para la mujer.
“Ya llegué a la cima, pero está nublado.” En el otro extremo, se encuentran las personas que hasta
entonces habían optado por vivir solas, probablemente dedicadas apasionadamente a una profesión o
trabajo remunerado, como en el caso de María. Para ellas, los cuarenta se pueden presentar con la
sensación de haber perdido una parte importante de su vida como hombres o mujeres al no haber
establecido una relación de pareja o bien por haber pospuesto tener un hijo hasta triunfar
profesionalmente. En el caso de estas mujeres y en el de los hombres que han seguido un patrón
similar, las cualidades que han sido aquellas que les han llevado a triunfar en el mundo laboral (tales
como la dedicación exclusiva al trabajo, el empuje, la racionalidad enfocada hacia las metas laborales y
la capacidad para tomar decisiones sin incorporar argumentos sentimentales), ahora se les presentan
como errores por corregir, obstáculos para la realización integral de su vida como individuos plenos. En
ambos casos y hasta en el tercero, el de la súper-mujer y del súper-hombre que han logrado equilibrar
familia y trabajo al mismo tiempo, esta etapa se presenta con un sólo mensaje claro: algo en ellos está
cambiando, aún sin desearlo ni buscarlo y no se sienten satisfechos con el patrón de vida previo.
No es casual que se presente en esta etapa de la vida laboral de muchas personas una sensación de
vacío, aún en aquellas personas en apariencia exitosas, como María o José su colega. Daría la impresión
de que al alcanzar finalmente la cumbre de sus carreras profesionales, ambos se enfrentan con un
paisaje nublado que no les permite ver con claridad y que les provoca el temor de que, a partir de ese
momento, todo será cuesta abajo.
“No me aprecian, ni me comprenden.” Para algunos hombres y mujeres, la transición comienza con
una sensación extraña de ya no sentirse tan cómodos o tan satisfechos con el estado de su vida en
general, con un primer problema de salud serio o bien con crisis laborales, en ocasiones fuera de su
control. Es usual en esta etapa que el adolescente de segunda vuelta se sienta incomprendido, poco
apreciado y, sobre todo, muy cansado con el ritmo acelerado constante y con las expectativas que pesan
sobre él.
En esta etapa, un enamoramiento se presenta con el espejismo de comenzar de nuevo y de encontrar en
ese “estado naciente” -como diría Francesco Alberoni- la sensación de aprecio, comprensión y pasión
que pudiera faltar en sus vidas. La proyección en la nueva pareja de aquello que fuimos o que
desearíamos ser propicia que hombres como José -hasta entonces tan estructurados y respetuosos de las
reglas- manifiesten ese lado espontáneo, juguetón o creativo que ha estado ahí siempre, pero que no se
daban permiso de experimentar.
35. En las mujeres, una aventura o un simple coqueteo con alguien distinto, que las mire de nuevo con
deseo y que converse con ellas sin el televisor encendido enfrente, resulta muy tentador. Daría la
impresión de que los adolescentes de cuarenta y tantos necesitaran enamorarse de nuevo para rescatar
la pasión y el estímulo indispensables para continuar con su desarrollo.
Pero, al igual que en la primera adolescencia, lejos de mirar primero hacia adentro para encontrar esa
pasión por la vida, la persona busca en alguien o en algo nuevo el estímulo necesario. Proyecta en
alguien más lo que desearía tener en sí mismo y, al hacerlo, distorsiona su percepción de quien en ese
momento recibe la proyección de sus anhelos. Es debido a esta distorsión que sea tan frecuente que a
los pocos meses de haber iniciado la nueva relación el espejismo de la perfección del otro se disipe y el
enamoramiento termine -como dijera el filósofo francés Roland Barthes- con la simbólica mancha en la
ropa que notamos por primera vez en nuestra -o nuestro- hasta entonces perfecto amante.
En el caso de José, esta necesidad le ha llevado a divorciarse y a comenzar una nueva relación en la que,
por desgracia, repite los mismos patrones de conducta y comunicación que le llevaron al conflicto y a la
insatisfacción en su primer matrimonio. Las proyecciones hacia su nueva pareja, ahora que ha dejado
de ser la aventura emocionante y peligrosa, son cada día menos idealizadas y apenas ahora, tras seis
meses viviendo juntos, comienza a percibir a la mujer real que vive con él. Ella, por su parte, se siente
menos apreciada que antes, se queja de que José le reclama cosas que ella no ha hecho e intuye -con
sobrada razón- que está “pagando los platos que ella no rompió”. José se da cuenta de que se ha vuelto
a quejar de que su pareja no lo comprende, pero esta vez con la conciencia de que quizá el problema no
sea de ellas sino de él.
“Me equivoqué de vocación o de trabajo.” Como en el caso de Pedro, el médico del grupo de amigos,
y en especial para los varones, el manejo de las presiones es pocas veces adecuado debido a los
prejuicios que limitan en el hombre la posibilidad de comentar sus problemas o pedir ayuda. No es
casual que Jaime y sus amigos sólo se atrevan a comentar de manera escueta sus problemas en aquella
cena de amigos donde se conocieron durante su lejana primera etapa de dudas y cambios de
personalidad. Muy probablemente, si percibieron que las mujeres del grupo estaban escuchando,
cambiaron la conversación para no perder “status” frente a ellas.
Como revisaremos en detalle más adelante, el nivel de presiones cotidianas que viven los habitantes del
mundo actual se ha incrementado sustancialmente y en especial en el caso de los hombres, la presión
para desempeñarse laboralmente durante horarios cada vez más largos y asumiendo más funciones
como medida para conservar el puesto se ha vuelto poco saludable.
Para algunos especialistas, como es el caso de Pedro, además del estrés ambiental, el ejercicio continuo
e intenso de una profesión tan demandante como la Medicina durante quince años o más puede
provocar que por agotamiento al inicio de la segunda adolescencia se pongan en duda las decisiones
vocaciones o laborales tomadas en la juventud.
En algunos casos se trata, en efecto, de la primera oportunidad para decidir libremente y de acuerdo
con una verdadera vocación -que quizá fue negada por falta de recursos o de proactividad por parte del
o la entonces joven-. En los cuarenta somos, por fortuna, todavía lo suficientemente jóvenes para
alcanzar las metas que nos propongamos y lo suficientemente maduros como para atrevernos a hacer lo
que nos proponemos. Pero, en la mayoría de los casos, las dudas en esta etapa no son sino
36. manifestación de nuestro cansancio acumulado o de la falta de estímulos laborales que pueden provenir
ya sea de nosotros mismos o de la institución donde trabajamos; llamadas de auxilio desesperadas de
una mente que necesita un respiro de al menos un mes seguido para recuperar su entusiasmo. En estos
casos, la decisión impulsiva de renunciar puede ser muy costosa, al tirar por la borda muchos años
valiosos de experiencia profesional.
“Ahora o Nunca.” Por su parte, Jaime y Patricia no han experimentado las dudas acerca de su elección
de pareja o de empleo, pero sí han tenido la sensación, en los últimos dos años, de que el tiempo pasa
mucho más rápido que antes. Esta sensación les ha generado una especie de ansiedad por llevar a cabo
un número increíble de actividades sociales, proyectos laborales, compras de objetos, arreglos de casa y
viajes. Ambos están, últimamente, como niños hiperactivos y a duras penas duermen seis horas diarias.
Cuando alguien cercano les hace notar su acelerada actitud, los García se justifican diciendo: “Es que ya
no somos unos jovencitos y éstos son nuestros últimos años buenos, así es que hay que aprovecharlos
para lograr lo máximo posible. ¡Es ahora o nunca!” Como veremos más adelante, el espejismo del
“ahora o nunca” tiene un coste en la salud que los García no habían considerado y que, al conocerlo,
por fortuna ya no estarán dispuestos a pagar.
Como habrás notado todos en el grupo, lo reconozcan o no, comienzan a experimentar los cambios de
personalidad correspondientes al proceso de individuación en esta fase. Veamos en qué consisten estos
cambios.
Hacia la integración de todas nuestras capacidades individuales. De acuerdo con Carl Gustav Jung,
uno de los pioneros en el estudio de la personalidad, todas las personas tenemos una combinación
específica de actitudes, maneras de percibir y preferencias al decidir, que él llamó tipo psicológico y que
otros autores llaman simplemente personalidad. Los tipos psicológicos propuestos por este autor en
1921[16], que aún en este siglo XXI siguen aceptándose como descripciones válidas de las diferencias de
personalidad en muchos países alrededor del mundo, se basan en la idea de que existe un
temperamento con el que nace cada persona, debido en parte a su herencia y en parte al ambiente
intrauterino en el que vive durante los meses de gestación. Este temperamento, después del nacimiento,
se combinará con los elementos aprendidos en el medio ambiente del niño y esta personalidad o tipo
inicial va a desarrollarse a lo largo de la primera mitad de la vida.
El tipo psicológico de cada persona está conformado por algunas preferencias agrupadas en pares
extremos y el equivalente que encuentro más sencillo para explicarlas sería la lateralidad diestra o zurda
que cada niño manifiesta, de acuerdo también a la predominancia innata en su cerebro de alguno de
los hemisferios, más la facilidad que le ofrezca el medio ambiente para desarrollar esa preferencia
natural.
En primer lugar, dice Jung, existe una tendencia a ser más abierto ante el mundo de afuera, llamada
extraversión – erróneamente llamada extroversión- o a tener un enfoque más interior, que llamó
introversión. El par de preferencias indican la manera predominante como la persona percibe el mundo:
a la perspectiva global de posibilidades, abstracta, se la conoce como intuición mientras que la
percepción detallista, concreta y convencional, es la sensación. Por último, en el momento de tomar
decisiones, las personas pueden emplear argumentos racionales, analíticos y autónomos, o bien basar
sus juicios y decisiones en valores sociales, consideración por las implicaciones hacia los demás o