Este documento discute tres actitudes humanas que el diablo utiliza para robar las bendiciones de Dios: no reconocer a Jesús, dudar y tener temor. Al no reconocer a Jesús como los discípulos lo confundieron con un fantasma, se pierden las bendiciones. Dudar como Pedro cuestionó si Jesús era el Mesías también quita las bendiciones. Finalmente, tener temor en lugar de ser valiente, como los discípulos en la tormenta, igual impide experimentar la protección de Dios.