Este documento ofrece consejos para enfrentar el desánimo, destacando que cuando nos sentimos sumidos en las tinieblas es cuando más debemos ejercer fe en Dios. Afirma que Dios transformará lo que parece desesperado y proveerá ayuda en el momento de mayor necesidad. Alienta a no entregarse al desaliento sino a confiar en la esperanza que existe en Cristo.