En la Edad Media, los libros se copiaban a mano en monasterios, ya sea por monjes alfabetizados o mediante la copia de letras en forma de dibujos por monjes analfabetos. Gutenberg revolucionó la producción de libros en el siglo XV con la invención de la imprenta, la cual utilizaba tipos móviles de metal, una prensa e impresión con tinta espesa. La imprenta se extendió rápidamente por Europa y permitió una mayor difusión de las ideas del Renacimiento y la recuperación de