El documento describe el diseño divino perfecto del hombre como una unidad integral de espíritu, alma y cuerpo. Explica cómo el pecado afectó cada una de estas áreas, introduciendo pensamientos, sentimientos y consecuencias negativas. Sin embargo, también ofrece la buena noticia de que Dios está reconstruyendo nuestra vida a través de la nueva creación, y que como hijos de Dios podemos disfrutar de su provisión y gozo.