Las placas tectónicas son fragmentos de la litosfera compuestos por la corteza terrestre y la parte superior del manto. Existen placas oceánicas y continentales. El GPS ha permitido a los geólogos medir el movimiento de las placas y entender cómo afectan a terremotos y volcanes. Los bordes de las placas pueden converger de tres formas: colisión continental, obducción oceánica, y subducción continental-oceánica.