Eijkmann investigó la enfermedad beriberi en Indonesia a fines del siglo XIX. Inicialmente pensó que era causada por un microbio, pero no pudo encontrarlo. Luego observó que los pollos alimentados con arroz sin cáscara desarrollaban una enfermedad similar, mientras que los alimentados con arroz con cáscara no. A través de experimentos, demostró que la enfermedad se debía a la falta de sustancias en la cascarilla del arroz, las cuales hoy se sabe que son vitamina B1.