El poema describe la nostalgia del hablante por los días de verano pasados en la playa con su amada, cuya presencia ahora se siente lejana y distante como el aire fresco que soplaba. El hablante extraña los pies descalzos de su amada sobre la arena blanca y su cuerpo pequeño aún por explorar, sintiendo que sin ella su cuerpo se encuentra ahora vacío e inerte en la espera de un nuevo amanecer que nunca llega.