2. Bien conocida es la animadversión que
sentía Ramón María Delvalle-Inclán
hacia el polifacético José de Echegaray
contra el que soltaba cada vez que
podía, más de un improperio en público.
3. Cierto día, en una de esas acaloradas
discusiones que el escritor mantenía
con asiduidad en las tertulias a las que
asistía, perdió la paciencia con una de
los contertulios al ver que este defendía
con fervor las obras escritas por el
premio Nobel….
4. …ni corto ni perezoso, el dramaturgo
gallego espetó al hombre un sonado
“Pedazo de bruto”. A lo que el ofendido
espetó:
-Retire usted esas palabras!
5. Valle-Inclán quedó pensativo, se
acarició su larga barba y dijo con toda la
tranquilidad del mundo: