La ley modifica el Código Penal argentino para establecer la pena de prisión o reclusión perpetua para quien mate a su cónyuge, ex cónyuge o pareja, por placer, odio o género. También incorpora la pena perpetua cuando el asesinato de una mujer involucre violencia de género o sea con el propósito de causar sufrimiento a una ex pareja. Además, modifica las circunstancias atenuantes para la pena cuando se trate del asesinato de un familiar.