La ley de conservación de la masa establece que la masa total de los productos de una reacción química es igual a la masa total de los reactivos. Fue descubierta independientemente por Mijaíl Lomonósov en 1745 y Antoine Lavoisier en 1785 a través de experimentos con metales calcinados. Esta ley fundamental afirma que la masa no se crea ni se destruye durante una reacción química.