Quetzalcóatl, el dios azteca, se transformó en una hormiga negra para traer el maíz a los aztecas hambrientos desde detrás de las montañas, ya que los dioses anteriores no pudieron separar las montañas con su fuerza. Después de superar muchas dificultades, Quetzalcóatl logró traer un grano de maíz de regreso y se lo dio a los aztecas, quienes lo plantaron y cosecharon, obteniendo así el maíz que les permitió prosperar.