Las leyes de la oferta y la demanda establecen que la demanda de un bien aumenta cuando su precio baja o la calidad, el posicionamiento o el servicio mejoran, así como cuando aumenta el poder adquisitivo de los consumidores. Por otro lado, la oferta de un bien aumenta cuando su precio es mayor pero disminuye si hay menos materia prima, producción, maquinaria o mano de obra disponibles.